Elon Musk tiene pendientes a todos con su unicornio: el Tesla barato
El empresario sudafricano y cabeza visible de la compañía ha hablado decenas de veces de la posibilidad de sacar al mercado un vehículo más económico
Un automóvil Tesla se carga en una estación de carga de la compañía de Elon Musk. | Hannah McKay (Reuters)
Es uno de los proyectos más acariciados por Elon Musk, y no acabar de llegar… aunque se rumorea que esto puede cambiar. Anunciado en 2020 y jamás visto, esta vez puede ser la definitiva. Ello es debido a que el Tesla 2, el teóricamente coche más accesible de la gama de los californianos, podría ser anunciado de manera definitiva este 1 de marzo, día del inversor en el fabricante de coches eléctricos más popular del planeta.
El empresario sudafricano y cabeza visible de la compañía ha hablado decenas de veces de esta idea sin mostrar nada tangible. Que guarde silencio de un tiempo a esta parte, que haya imágenes robadas de un extraño modelo que rueda camuflado, y unos plazos de desarrollo razonables, hacen pensar que esta vez pudiera ser cierto.
El rumor más sólido procede de Pierre Ferragu, un reputado analista de estructuras tecnológicas, que añade incluso algunas de sus características. El Model 2 será un 15% más corto que el Model 3, un 30% más ligero, y debería tener de acuerdo con sus dimensiones una batería al menos un 25% más pequeña. En cálculos de este ingeniero, este coche debería ser un tercio más barato de producir que los modelos existentes, lo que dejaría un margen bruto del 20% a su fabricante.
Si observamos las políticas de precios más recientes por parte de Tesla, no parecen alinearse con unos espectaculares beneficios por unidad, sino más bien los han reducido para rebajar los precios en un intento de incrementar el número de vehículos vendidos. Las recientes bajadas de precios de hasta 13.000 euros en sus concesionarios han sido un acicate para la firma, que ha liderado las cifras en diversos mercados. El Tesla 3 a precios razonables ha sido un éxito, y este hipotético y deseado Tesla 2, a un precio teórico de entre 25.000 y 30.000 euros, sería una locura y una palanca que haga subir un escalón más al coche eléctrico.
Nuevo paradigma para Tesla
Los Tesla no son coches para todos. No hay ciudadanos medios que se puedan comprar uno, porque hasta hace poco han sido disparatadamente caros. De un tiempo a esta parte y con las rebajas de precios, empiezan a entrar en las cuentas de algunas familias a las que hasta hace no mucho adquirir un Tesla era impensable. «Los Tesla son coches para ricos», es una frase muy escuchada, pero es un razonamiento que está desapareciendo del imaginario público poco a poco.
El Tesla 2, a un precio asumible, con una autonomía razonable, y el tamaño del estándar marcado por el Volkswagen Golf, entra dentro de los patrones mayoritarios y está llamado a marcar tendencia. Al ser un coche relativamente pequeño, se supone que su uso en carretera estará más limitado. O menos predispuesto a ello, así que la autonomía no debería ser uno de sus principales argumentos de ventas.
Un coche urbanita a un precio contenido, y capaz de rodar con ciertas garantías en distancias de alrededor de 350 kilómetros. Eso gozaría de una aceptación más amplia que la de otro que alcance cien kilómetros más, pero que cueste casi el doble. Musk ha declarado en varias ocasiones que su límite inferior es de contar siempre con autonomías de 400 kilómetros, pero esto puede cambiar si el precio de venta puede rebajarse a cambio de una batería menos costosa y el mercado lo digiere.
Otra cosa es que suele ocurrir con los modelos de la marca: que saquen series tipo Long Range o Plaid, con mayor autonomía o altas prestaciones respectivamente. La producción del primer utilitario compacto de Tesla se asignaría con bastante probabilidad a la gigafactoría de Shanghai, tanto para el mercado local como para las exportaciones mundiales. Que decidan producirlo en la de Berlín dependerá del éxito del modelo en el viejo continente y lo capaces que sean los germanos de construirlo de forma económica.
La competencia
Destinado a convertirse en un superventas, el posible Tesla 2 debería subcotizar a sus rivales. Si consigue mantener su promesa de un precio base de 25.000 euros, haría remover los cimientos de otras marcas que se han intentado posicionar en el mercado. El Peugeot e-208, los Mini eléctricos, y los venideros de Cupra, Seat, Renault o Volkswagen tendrán que dar una vuelta de tuerca para adaptarse a la andanada.
La industria europea, espoleada por la restrictiva normativa Euro 7 corre contra el tiempo para no perder su espacio. El grupo Stellantis ya ha anunciado Alfa Romeos eléctricos, Opel sigue dando zancadas en este sentido, y Citroen y Peugeot ya han puesto fecha de liquidación de sus modelos de combustión interna. Renault ha desgajado sus negocios de motores eléctricos y de combustión, y prepara el retorno del legendario Renault 5 eléctrico, el Renault 4 reconvertido en un SUV, y quieren reiniciar la submarca Alpine como eléctrica. Volkswagen avanza con sus ID, cuya plataforma comparte con otros modelos del grupo, y así hasta el infinito. BMW está creando una gama dual, con modelos equiparables en las dos versiones, Porsche anda en lo mismo al menos de momento, y Audi parece algo estancada.
La conclusión es una, y peor: la industria europea, líder indiscutible en vehículos durante décadas, va a remolque de la senda que marca Tesla. Hace un enorme esfuerzo, pero entre estos, y los chinos, están metiéndoles en serios problemas. Tanto es así que Stellantis acaba de pactar el despido del 4,3% de sus 43.000 trabajadores en Italia, unos 2.000 y Ford ha hecho lo propio con otros 3.800 básicamente en Alemania e Inglaterra. Esperemos que el Tesla 2 no sea otro rejón en el gaznate de una industria que da empleo directo o indirecto a 14,6 millones de personas, y significa el 7% del producto interior bruto de la Unión Europea. Toca acelerar.
