Así son los nuevos carriles 'antiatascos' de la DGT que ya están en uso
Los atascos son muy habituales en las grandes ciudades aunque también se pueden dar en autopistas o carreteras secundarias
En España, los atascos son una realidad con la que los conductores tienen que lidiar a menudo. Para intentar dar fluidez al tráfico, la Dirección General de Tráfico (DGT) cuenta con soluciones como los carriles «antiatascos». Pero, ¿cómo circular correctamente por estos carriles?
Tipos de carriles ‘antiatascos’
Los carriles ‘antiatascos’ pueden ser de tres tipos: adicionales, en sentido contrario al habitual y reversibles. Los carriles en sentido contrario al habitual son los más comunes y se utilizan principalmente en autopistas y autovías con mucho tráfico. Para aumentar la capacidad de la vía atascada, se abre la mediana y se utiliza uno de los carriles contrarios.
Solo se permite la circulación de motos y turismos sin remolque en estos carriles, con una velocidad máxima permitida de entre 60 y 80 km/h. Además, es obligatorio encender las luces de cruce, incluso durante el día, y las luces cortas en los carriles contiguos.
Los carriles reversibles, por su parte, se utilizan en las ciudades y pueden habilitarse en una dirección u otra según las necesidades del tráfico. Los conductores pueden identificar el sentido del carril fijándose en los cuadrados con flechas ubicados en la parte superior de la calzada. Las normas de circulación son las mismas que las del resto de la vía.
Finalmente, los carriles para Vehículos de Alta Ocupación (VAO) están diseñados para dar prioridad a la circulación de vehículos con pasajeros cuando hay mucho tráfico. Estos carriles están reservados para turismos, vehículos mixtos, motocicletas y autobuses. Además, los vehículos 100% eléctricos y algunos híbridos enchufables con un solo ocupante también pueden circular por ellos. La velocidad máxima permitida es la misma que la de la propia vía.
Consejos para circular en un atasco
Cuando hay un atasco, es importante seguir algunas recomendaciones para circular de manera segura y fluida. La distancia de seguridad es crucial para frenar sin alcanzar al vehículo que circula delante, por lo que se debe mantener siempre una distancia adecuada.
Además, al acercarse a la retención, es fundamental adaptar la velocidad de manera progresiva. Se debe dejar de acelerar y pisar el freno aumentando la intensidad sobre el pedal de forma gradual. Al reanudar la marcha, se debe evitar acelerar bruscamente, ya que puede generar otro atasco más adelante.
En conclusión, si bien los atascos son una realidad a la que los conductores se enfrentan en las carreteras españolas, es importante conocer las diferentes soluciones que ofrece la DGT, como los carriles antiatascos, para circular de manera fluida y segura. Además, seguir algunas recomendaciones como mantener la distancia de seguridad y adaptar la velocidad de manera progresiva también puede ser de gran ayuda.