Renault lanza su nuevo SUV híbrido: Rafale marca cambios en su línea tradicional
Con nombre de avión de carreras de los años 30, llegará al mercado internacional a primeros de 2024 como principal abanderado de la marca
Renault tiene prisa, y está cambiando muchas cosas en poco tiempo, y prueba de ello es que han mostrado su nuevo vehículo estrella en domingo. En apenas cuatro días han presentado su programa para las factorías españolas con relación a motores de combustión, y han enseñado un muy esperado modelo, el Rafale. Su alianza con Nissan y Mitsubishi le reporta un beneficio limitado, y se enfrenta casi en solitario a gigantes como Stellantis o Volkswagen. Tras la dolorosa reorganización de 2020 con miles de despidos, 4.900 millones de euros en ayudas del estado francés, y perder sus líneas de producción en Rusia, la marca del rombo necesita hacer jugadas arriesgadas.
La respuesta llega de la mano de Luca de Meo, que aterrizó en La Regie procedente de Seat, y su gama se está llenando de SUV crossovers y turismos muy alejados de sus líneas tradicionales. La marca se ha comprimido, electrificado y han brotado —como en otras enseñas— vehículos más altos, de dos cuerpos, con ruedas grandes y origen visual en los todoterreno. Hablamos de SUV, los coches que suponen ya la mitad de los que se venden en toda Europa.
SUV para todos
Renault inventó el concepto del monovolumen con los primeros Espace y otros les siguieron en una tendencia ya casi desaparecida. Se adelantaron a casi todos con la electrificación, y lejos de llevar la delantera, van a remolque de Tesla y la industria china. Han llegado tarde a la moda de los SUV y de momento no han marcado un antes y un después, aunque el nuevo Rafale si puede hacerlo, al menos a nivel interno como inicio de lo que puede ser una revisión general de muchos conceptos.
Con nombre de avión de carreras de los años 30, llegará al mercado internacional a primeros de 2024 como principal abanderado de la marca; se acabaron las berlinas para liderar a los del rombo. Aunque mantiene cierta conexión con sus predecesores, el Arkana, Austral y el actual Espace, alberga ciertas divergencias con ellos y que le colocan en las corrientes actuales y futuras. Sus líneas han sido marcadas por el nuevo diseñador jefe, Gilles Vidal, cuyo origen en Peugeot se nota en algunos detalles. Los Renault firmados por el ingeniero contienen elementos más angulosos, y ajenos a la suavidad de lo visto hasta ahora, a pesar de compartir elementos como el chasis con modelos existentes. El Rafale se sustenta en la plataforma CMF-CD, la misma que soporta al Espace y el Austral, y esto condiciona sus cotas.
El Rafale se podría definir como un crossover coupé de tamaño medio; entra dentro de los llamados D-SUV. Mide 4,71 metros de largo, 1,86 m de ancho y 1,61 m de alto. Si el Espace es apenas 12 mm más largo y alberga tres filas de asientos, el Rafale con esa longitud y una configuración de dos filas consigue otros resultados. Ese calibre le permite una excelente habitabilidad en la parte trasera, una capacidad de 647 litros en su maletero, y disponer de un portón trasero al estilo de los Lamborghini Urus o el Ferrari Purosangue. Este va cayendo de forma suave, concretamente calado a 17 grados, lo que dota al conjunto de una figura muy deportiva. En la parte delantera llama la atención la nueva forma de los grupos ópticos, separados y muy angulosos, que evocan a los Peugeot más recientes. La parrilla está formada por una serie de pequeños rombos, muy de la casa, con el logotipo de la firma en el centro. La entrada principal de aire para la refrigeración del motor se sitúa en la parte baja.
Híbrido, pero no eléctrico
El bloque propulsor contiene un motor híbrido turboalimentado de gasolina y tres cilindros de 1,2 litros, que genera 129 CV. El resto hasta 179 caballos lo aporta un motor eléctrico combinado, que a través de una caja de cambios inteligente, transmite toda la potencia al eje delantero. En el futuro, Renault ampliará la gama con un híbrido enchufable de altas prestaciones, tracción a las cuatro ruedas, y una potencia de 296 CV. Este aumento de caballería llegará de la mano de un segundo motor eléctrico aplicado al eje trasero y sus enormes llantas de 20 pulgadas.
En su interior, el salpicadero muestra cierta continuidad a lo visto en los actuales Austral y Espace. Como todo lo francés, tiende a ser muy tecnológico y visual. De ahí que sea palpable una cierta profusión de pantallas y mandos, con un cuadro de instrumentos de 12,3 una pantalla táctil de 12 pulgadas para el infoentretenimiento y un Head-up Display como opción. También tiene mandos y botonería en el techo, en el entorno del retrovisor, pero esto no es lo que más llama la atención. El Rafale cuenta con una cubierta de cristal denominada Solarbay, con un cristal que se puede oscurecer o determinar su opacidad en su totalidad o por zonas, algo que disponen los Porsche Taycan. Como accesorio extra, está previsto que el Rafale esté equipado con asistencia a la conducción (traducción: conducción autónoma sencilla) de Nivel 2, algo que poco a poco se está imponiendo en el mercado de los vehículos más altos de gama.
Renault pega un salto de calidad y se mete en el jardín de modelos de sus competidores locales Peugeot 408, Citroën C5X, DS 7, o los más ambiciosos Audi Q5 Sportback, Mercedes-Benz GLC Coupé y BMW X4. Es una jugada interesante por parte de los galos, en especial para la industria española, y no solo porque los Rafales saldrán por la puerta de la factoría de Palencia Si añadimos que la sección de motores térmicos e híbridos se concentrarán en las fábricas de Valladolid, la palentina, y Sevilla, supone que si todo sale como esperan, la carga de trabajo irá a más. Crecimiento.