Guardias civiles y agricultores. Por qué despreciamos lo que no conocemos
«Los seres humanos somos animales gregarios que no podemos vivir si no es en manada»
Tractor. | Europa Press
Me despierto conmocionada por la terrible noticia de que tres guardias civiles han sido asesinados en directo, embestidos por un narcolancha mientras una multitud coreaba, jaleaba alentaba e incluso se reía. Eso es lo más aterrador del vídeo en el que ha quedado grabado el asesinato: escuchar las risas.
Lo relaciono con el hecho de que he leído auténticas barbaridades contra los agricultores que se están manifestando estos días. Entre ellas que estaban subvencionados por la extrema derecha. O que son grandes empresarios.
Antes que nada, hay que explicar tres cosas:
1. Los seres humanos somos animales gregarios que no podemos vivir si no es en manada. Pese a que todos conocemos el caso de un ermitaño, lo cierto es que los seres humanos vivimos en grupo y no podemos, excepto en casos muy excepcionales, sobrevivir solos. Por esta razón tendemos a adaptarnos al grupo en que nacimos y a las reglas que ese grupo impone.
2. Como somos animales sociales, tendemos a favorecer a nuestro grupo frente al grupo contrario. Por muchas chorradas que os hayan contado de los bonobos, lo cierto es que los simios, grandes o pequeños, funcionan en manadas y que tienden a pelearse con otras manadas. Los chimpancés,los orangutanes y los gorilas pueden ser extremadamente agresivos con otros de su especie si están defendiendo su territorio, e incluso pueden matar a otros especímenes de su misma especie. (Saladié et al., 2017).
3. Los humanos tenemos a utilizar heurísticos de pensamiento. Es decir, atajos de pensamientos, sesgos cognitivos. ¿Que quiero decir con esto? Que usamos sesgos de grupo. Que antes de analizar por nuestra cuenta tendemos a pensar lo que nuestro grupo piensa.
De forma que si en nuestro grupo se ven mal atacar a los guardias civiles los deshumanizaremos inmediatamente. Los convertiremos en el otro ,en el enemigo.
Y lo mismo sucede con los agricultores. Si alguien se considera de izquierda y para su construcción personal de la identidad es muy importante el rasgo de afiliación «ser de izquierda» basta con que alguien relevante para él, como el secretario de Comisiones Obreras, critique a los agricultores y los coloque la categoría abstracta de» la ultraderecha», para que empiecen a ver a los agricultores como el otro, el diferente ,el enemigo… y así los deshumanizan.
Desde el momento en que ves a un grupo de gente como al Otro, al enemigo, ya no sentirás empatía hacia ellos.
Y así es como se crea la lógica maniquea de la polarización.
Tres guardias civiles han sido asesinados de forma vil y premeditada mientras multitud lo alentaba y jaleaba. Pero infinidad de personas van a pensar que en cierta manera esos guardias civiles se lo merecían. Porque son el otro, porque los asocian con la ultraderecha.
Cientos de miles de agricultores españoles están pasando hambre y les están despojando de sus tierras. No son grandes propietarios, no. Son personas que no llegan a cobrar 2.000 euros al mes y que trabajan de sol a sol. Pero basta que alguien a quien tú le has conferido autoridad los identifique con «la ultraderecha» para que no sientas la más mínima empatía ni compasión.
Y no se confundan señoras y señores ( parafraseando a Chanel), esto es la destrucción de la conciencia de clase.
Y en el fondo está sirviendo a grandes multinacionales. Porque cuando ya no quedan pequeñas explotaciones es el momento en el que llegan gigantescas corporaciones transnacionales como Monsanto, ChemChina-Syngenta, DuPont -Bow, Bayer… Que se harán con el control del inmenso negocio. Y estaremos a su merced. Ya ha pasado en prácticamente toda Latinoamérica.
Estamos despojando a los agricultores de sus tierras. Les estamos imponiendo unos impuestos insostenibles que son lo más cercano a tributos feudales sobre el campesino. Les estamos diciendo lo que tienen que cultivar o no tienen que cultivar e incitamos la competencia desleal. Porque las normas ambientales, sanitarias y de bienestar animal, entre otras, que un agricultor o ganadero español haya tenido que cumplir para poder vender su producto, no se las exigimos a terceros países cuyos productos importamos.Como, por ejemplo, Marruecos.
Y algún día alguien tendrá que tirar de la manta de la razón final de por qué a Marruecos le estamos mimando tanto. Pero eso sería tema para otro artículo.
No sentimos pena ni compasión por tres guardias civiles asesinados, porque en nuestro grupo, desde hace tiempo, se corre la consigna de que el mejor policía es un policía muerto o de que los guardias civiles son unos esbirros del poder.
¿Nos hemos olvidado de cuando Óscar Reina Gómez, secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores, llamó«perros, sicarios y esbirros a sueldo» a policías y guardias civiles?
De la misma manera, nos han hecho creer que los agricultores son gente de la ultraderecha o que destrozan el medio ambiente . O que son millonarios, o que son grandes empresarios ,o que todos vienen a ser como el duque de Alba.
El desprecio está orquestado por la dinámica de la identidad grupal. Como explica el psicólogo Frank McAndrew, las personas crean ilusiones positivas sobre su endogrupo (el grupo al que creen que pertenecen; por ejemplo: soy de izquierdas y soy vegano) e ilusiones negativas sobre sus exogrupos (el grupo al que perciben como externo; por ejemplo: los agricultores y los guardias civiles). Y entienden los principios morales de su propio grupo como más deseables y superiores a los de los demás. Mientras que un endogrupo es una categoría social con la que un individuo SÍ se identifica fuertemente, los exogrupos son, por el contrario, grupos sociales con los que NO se identifica.
Según A.J. Marsden, profesor de psicología en Florida, una de las razones por las que odiamos es porque tememos las cosas que son diferentes a nosotros. El investigador conductual Patrick Wanis cita la teoría del endogrupo y del exogrupo, que postula que cuando nos sentimos amenazados por personas percibidas como ajenas, instintivamente nos volvemos hacia nuestro endogrupo (aquellos con quienes nos identificamos) como mecanismo de supervivencia. Elodio está impulsado por dos emociones clave de amor y agresión: un amor por el grupo interno, el grupo favorecido; y dos, agresión hacia el exogrupo: el grupo que ha sido considerado diferente, peligroso y una amenaza para el endogrupo.
Si no podemos señalar la firme moralidad de alguien y postular que la nuestra es mejor, ¿sobrevive el desprecio? Si fuéramos capaz de entender que los guardias civiles son personas como nosotros y los agricultores también, entonces perviviría la conciencia de clase porque ellos son trabajadores son los de abajo como nosotros . ¿Qué sucedería si un día consideraremos como exogrupo a ese sindicalista que cobra 6000 euros al mes? ¿ Si fuéramos capaces de ver que el agricultor y el guardia civil que se matan a trabajar por un sueldo de m***** están más cercanos a nosotros que el señor que nos incita a creer que son nuestros enemigos? ¿Que los que se proclaman izquierda han traicionado al término «conciencia de clase»?
Mientras usted lee esto, yo me estoy dirigiendo a la ceremonia de los Goya en Valladolid. Para ese grupo yo ya he sido señalada como transfoba y de derechas aunque yo no me considere ni lo uno ni lo otro. Y voy con miedo, porque sé que hay gente que ni me conoce, que ni siquiera ha leído nunca uno de mis artículos, pero qué eya me odia de antemano. Porque he sido señalada como la diferente. Pensé en no ir, se lo confieso, pero a mi hija le apetecía mucho.
Debido a que la realidad parece carecer de significado para los humanos si no la van colocando en comportamientos estancos,( lo que en psicología llamamos categorías) , los seres humanos no pueden escapar de la carga de interpretar acontecimientos. Sin embargo, su tendencia es interpretarlos de manera sesgada, ya que los humanos siempre sienten la necesidad de satisfacer su moralidad intragrupal. Y aquí reside el peligro. Y así se crea, repito, la lógica maniquea de la polarización.
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