España, conmocionada: ¡Han detenido a David Broncano!
«Una cosa es el ‘clickbait’ de los medios para atraer lectores y otra, la de estos estafadores que hay en X»
El presentador y humorista David Broncano. | Europa Press
Si es usted usuario de X, la antigua Twitter, sabrá de lo que le estoy hablando: de ese inexplicable e insoportable bombardeo de publicidad engañosa que invade nuestro TL y que llega a ser algo realmente molesto. Se trata de un supuesto mensaje informativo sobre una noticia relacionada con el presentador de La resistencia («El escándalo que conmociona a toda España. David Broncano, detenido. No sabía que la cámara seguía grabando»), cuando en realidad solo es un chapucero reclamo publicitario relacionado con una estafa de criptomonedas.
La foto de la detención de David Broncano parece hecha por un becario de Photoshop: no pasaría el menor examen de calidad en primero de falsificaciones (al menos, ya que se ponen a engañar, que se tomen la molestia de hacerlo bien, pero es que corren tiempos en que hasta los delincuentes son una panda de vagos que se rigen por la ley del mínimo esfuerzo). El corta y pega por el cuello es una chapuza de tomo y lomo, y los agentes que le llevan esposado no son policías españoles, parecen sacados de un telefilme de sobremesa sobre detectives del FBI.
No es el único caso de estafa viral. Habrán visto también la de Pedro Sánchez: «Toda España busca esta app tras la sonada declaración del presidente». Hala, pónganse a buscar la sonada declaración de las narices a ver qué encuentran.
Pero hay muchas más: «Hace meses que se confirmó que Cristina Pedroche firmó un acuerdo con la nueva empresa de tokens, pero hoy se ha sabido que solo en el último le enviaron más de 120.000 euros». Qué intriga: ¿en el último qué? ¿Día? ¿Mes? ¿Año? ¿Creen que importa?
Y la mejor, sin duda, la de Carlos Sobera: «Esta entrevista fue la última de su carrera. La gente se ha enterado de la verdad» Y la verdad es que el fotomontaje es de risa, con la cara del presentador sacada de First Dates, pero con una cita con la Policía.
«Chico, no será tan listo el algoritmo. Lo que está claro que aquí el listo es el señor Musk»
Es tal el bombardeo que la gente se lo toma a cachondeo: «Si no detienen pronto a David Broncano y a Carlos Sobera, iré yo mismo a por ellos. Esto es un escándalo (@bozz_____)». «Broncano lleva más detenciones que El Vaquilla (@Moedetriana)». «Veo más a Broncano y a Sobera que a mis padres (@TraedRuffles)».
Es una de las muestras más chuscas de lo que llamamos clickbait, una técnica de captación de clics sobre un enlace para la que se usa un titular sensacionalista que llame poderosamente la atención del lector. Si el pobre incauto, llevado por la curiosidad, pincha dicho enlace, descubrirá que el titular es puro humo y no hay nada de lo que esperaba: a veces una noticia que no tiene nada que ver, en otras ocasiones, como en este caso, le redirigen a una página web que suplanta la de medios como TVE o El Mundo, donde aparecen falsas entrevistas que intentan colar la venta de un producto tan engañoso como las criptomonedas de marras. Una cosa es el clickbait de los medios para atraer lectores y otra, la de estos estafadores.
En el caso del ‘escándalo Broncano’, la publicación nos redirige a una entrevista realizada por Andreu Buenafuente en la que se habla cómo ha ganado mucho dinero a través de una plataforma de inversiones. Se usan imágenes reales con texto falso, recalcando que el Banco de España prohibió dicha entrevista para privar a los espectadores de hacer el negocio de sus vidas, que ahora pueden hacer a través de un depósito. Unos jetas.
Que esto es un timo, uno de los gordos, a la vista de todos. Y un timo de pago, porque es publicidad y no un tuit realizado desde una cuenta personal. Y Elon Musk, con todo su papo, lo consiente, lo alienta, lo promociona. No es el primero ni será el último. No deja de ser curioso que nos vendan las virtudes del algoritmo con el que funcionan las plataformas de las redes sociales como lo más de lo más más: que si sabe nuestros gustos y programa nuestras visualizaciones para que veamos aquello que nos interese, blablabla, y luego resulta que es incapaz de detectar una estafa como una catedral que huele a kilómetros de distancia. Chico, no será tan listo el algoritmo. Lo que está claro que aquí el listo es el señor Musk.
