The Objective
Hastío y estío

La cesta navideña de Risto a Ketty Garat

«Una vez hayáis barrido vuestra casa, el periodismo seguro que os acoge con los brazos abiertos»

La cesta navideña de Risto a Ketty Garat

Risto Mejide. | Gtres

Señor Risto Mejide, ha sido muy divertido verle hacer el ridículo los últimos cuatro años. Desconozco si entre sus capacidades se encuentra la de reconocer sus errores y pedir perdón, o su ego desmedido y sus formas barriobajeras, en las que ha basado su carrera televisiva, no le permitirán hacerlo. De su ojo para encontrar el brillo de los demás puede dar buena cuenta el talentoso y cantante de éxito merecido Pablo López. Los cimientos de su fama se debieron a denigrarle y menospreciarle. Querer quitarle la ilusión a quien el arte y la sensibilidad le brotaban de manera natural. Al final, la realidad se acaba imponiendo, y Pablo López se ha convertido en un artista de éxito para la crítica musical y para el público. 

Pero lo que quiero contar en este artículo es que tampoco tiene mucho ojo para ver el talento periodístico. Lleva varios años presentando un programa donde se supone que el periodismo se palpa en el ambiente, pero que a la hora de la verdad huye al saber que no se encuentra en su casa. Un huésped mal avenido. A la siguiente que quiso despedazar fue a mi compañera en este periódico Ketty Garat, humillándola y riéndose de ella. Risto negó sus informaciones de la misma forma que Pedro lo hizo con Jesús. Ahora no le queda otra que entregarle las llaves del cielo periodístico a Ketty.

Todo comenzó a finales de 2021 cuando Ketty Garat firmó una noticia en THE OBJECTIVE donde contaba que Pedro Sánchez decidió expulsar como ministro a Ábalos por su oscura y caótica vida. Destacaba en aquella exclusiva las palabras de Carmen Calvo, donde decía: «No podemos abolir la prostitución y mantenerlo como número tres». Fue el momento en el que al programa presentado por Risto Mejide se le ocurrió hacerle una encerrona al director de este periódico, Álvaro Nieto, acusándole de inventarse noticias contra Ábalos por haberle pedido trabajo y este negárselo. Algo que no fue así. Un acto de venganza inventado para proteger al poderoso en ese momento y colaborador en el programa, y no a la verdad. Como si pedir trabajo tras quedarse en paro fuera una humillación o algo de lo que avergonzarse. 

Es tras este momento donde aparece Ketty Garat en otro programa del grupo Mediaset presentado por Joaquín Prat, donde define como «basura y cloacas» la manera de hacer televisión, que no periodismo, de Risto y el programa que presenta. Tras las palabras de Ketty, empieza el ataque furibundo del publicista contra la periodista. Dice que ellos no van a inventarse nada contra Ketty Garat y THE OBJECTIVE, como sí hacemos en este medio. Noticias no contrastadas, que mira por dónde, han acabado con Ábalos en prisión. 

Fue el momento que eligió Risto y su equipo para la chanza y el cachondeo televisivo. En eso sí que son buenos, en cualquier cosa que no sea rigor periodístico. Menospreció la capacidad periodística de Ketty Garat al reírse de su trabajo y sus investigaciones. También fue la primera vez, de las muchas que vendrían después, donde tachaba a THE OBJECTIVE de no ser un medio fiable, comprándole esa mercancía averiada al sanchismo. Lo de que Ketty les llamara basura, palabra bastante medida y adecuada, para quien niega la profesionalidad de una periodista y del medio donde trabaja, y que el tiempo le ha dado la razón con la sentencia llevada a cabo por un juez, parece que no les gustó. Fue el momento del programa en que Risto dijo que le iba a enviar una cesta de Navidad después de habérsela comido entre todos, con los restos para que supiera lo que eran los desperdicios, las sobras. 

Cuatro años más tarde, la justicia le ha dado la razón a Ketty y a THE OBJECTIVE, y casualmente también nos encontramos en el periodo prenavideño. Podría redimirse de sus males, Risto, mandándole una cesta de Navidad a Ketty, pero esta vez sin sus sobras, siempre indigestas. Ahora puede enviarle una con un buen jamón ibérico, un buen vino español, y si se estira, el mejor champán francés. Sería un buen gesto para empezar a reconocer que usted estaba equivocado. No está bien regalar lo que te sobra ni lo que generas. Por eso si le manda la cesta a Ketty, le diré a ella que te regale una escoba. Y es que lo que «sobra» es la basura que esparce tu programa. Una vez hayáis barrido vuestra casa, el periodismo seguro que os acoge con los brazos abiertos.  

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