Reino Unido propone una fuerza europea de protección en el Golfo para responder a Irán
Así lo ha anunciado el ministro británico de Relaciones Exteriores tras una reunión ministerial para responder al incidente del viernes en la que ha enfatizado que no quiere confrontación con Irán
Reino Unido ha afirmado que quiere crear una fuerza de protección marítima para el Golfo liderada por Europa, después de que Irán secuestrase un petrolero con pabellón británico en medio de la creciente tensión en la región.
Así lo ha anunciado el ministro británico de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, tras una reunión ministerial de emergencia para responder al incidente del viernes. «Vamos a buscar crear una misión de protección marítima liderada por Europa para apoyar el paso seguro de los cargueros y la tripulaciones en esa región vital», ha dicho Hunt en el Parlamento, enfatizando que Reino Unido no quería confrontar con Irán.
«Vamos a intentar establecer esta misión cuanto antes», ha indicado, agregando que «no formará parte de la política de máxima presión de Estados Unidos sobre Irán». Hunt ha descrito el incidente del viernes como un acto de «piratería de Estado».
Por su parte, el canciller de Irán, Javad Zarif, ha afirmado este lunes en Nicaragua que el Gobierno de Teherán «no busca la confrontación» con Londres. En una rueda de prensa, Zarif ha declarado que Irán desea establecer «relaciones normales basadas en respeto mutuo» con Reino Unido.»Es muy importante que Boris Johnson, ahora que se dispone a entrar en el 10 de Downing Street, que comprenda que Irán no busca la confrontación», ha enfatizado el jefe de la diplomacia iraní.
PropIedad de un armador sueco pero con pabellón británico, el petrolero Stena Impero fue interceptado el viernes por los Guardianes de la Revolución, acusándolo de no respetar el «código marítimo internacional», lo cual fue negado por Reino Unido.
Por su parte, el portavoz del gobierno iraní, Ali Rabii, ha señalado el lunes que la captura del petrolero «era una medida legal» necesaria para «mantener la seguridad regional».
La crisis ocurre en un contexto político muy delicado para los británicos, porque la Primera Ministra Theresa May dejará sus funciones el miércoles. La jefa del gobierno conservador ha presidido una reunión interministerial en Downing Street, durante la cual fue abordado el asunto «del mantenimiento de la seguridad de navegación en el Golfo».
Jeremy Hunt, candidato a suceder a May, dialogó el pasado domingo con sus homólogos Jean-Yves Le Brian (Francia) y Heiko Maas (Alemania), con quienes coincidió en que «la seguridad del paso de los buques por el estrecho de Ormuz es una prioridad absoluta para los países europeos».
«Todas las opciones» se estudian
El buque y sus 23 tripulantes están retenidos en el puerto de Bandar Abbas, en el sur de Irán. La incautación se produjo horas después de que la justicia del enclave británico de Gibraltar hubiese prolongado por 30 días la retención del petrolero iraní Grace 1, interceptado el 4 de julio bajo sospecha de querer entregar petróleo a Siria en violación de las sanciones europeas contra Damasco, lo que Irán negó.
El caso del Stena Impero ha relanzado en Reino Unido el debate sobre su poder militar. «No hay duda de que el tamaño de la Royal Navy desde 2005, de 31 fragatas y destructores a 19 actualmente, impactó en nuestra capacidad para proteger nuestros intereses en todo el mundo», ha señalado a la BBC el contraalmirante retirado Alex Burton según fuentes de AFP.
Algunos se han preguntado también sobre la pertinencia de confiscar el Grace 1, una operación que, según el ministro de Relaciones Exteriores, Josep Borrell, se hizo a pedido de Estados Unidos.
«¿Qué diablos pensaban los políticos británicos que dieron el fuego verde? ¿Creían que los iraníes no se vengarían de lo que consideran una grave escalada en la guerra económica de Estados Unidos contra ellos?», ha cuestionado el editorialista Patrick Cockburn, en The Independent.
Las tensiones entre Washington y Teherán se han deteriorado tras la retirada unilateral estadounidense en mayo de 2018 del acuerdo internacional para controlar el programa nuclear iraní, firmado en 2015.