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Sanidad

Ni medicamentos, ni alcohol, ni culto al cuerpo: así será la primera ley española 'anti influencers'

El Gobierno ultima una norma con multas que oscilan entre los 10.000 euros y 1,5 millones para quien no la cumpla

La influencer Paula Gonu. | Europa Press

El Gobierno pone puertas al campo de los creadores de contenido. Mediante un Real Decreto que aprobará el próximo año, elaborado por el Ministerio de Economía y Transformación Digital, el nuevo Ejecutivo controlará el contenido que publicitan aquellos influencers y youtubers que ganen más de 500.000 euros al año y tengan más de dos millones de seguidores.

La norma, que entrará en vigor durante el primer trimestre de 2024, prohibirá la publicidad que promueva el culto al cuerpo, como los anuncios de tratamientos estéticos o productos adelgazantes. Las promociones de tabaco, cigarrillos electrónicos, medicamentos y productos relacionados con la salud que no cumplan con la normativa también estarán vetados. Tampoco podrán promocionar bebidas alcohólicas y la publicidad relacionada con apuestas o juegos de azar también estará restringida a ciertas horas, según publica El Economista.

Sanciones de hasta 1,5 millones

El objetivo principal de esta ley es la protección de los menores de edad y aquellos creadores de contenido que no la cumplan podrían ser sancionados en función de sus ingresos con multas que oscilan entre los 10.000 euros y 1,5 millones.

Por su parte, algunas comunidades, independientemente de esta nueva legislación, se encuentran elaborando su propio marco normativo al respecto, una de ellas es Galicia. Según ha informado el Servicio Gallego de Salud a THE OBJECTIVE, la conselleria aprobará durante el primer semestre de 2024 un decreto por el que se regulará «la señalización, información, publicidad y actividades de promoción de las oficinas de farmacia y boticas anexas de Galicia».

«El decreto prohíbe la publicidad o actividad promocional de estos establecimientos, excepto en los casos que en él se determinan, así como la organización de eventos o actividades que supongan una promoción de la oficina de farmacia o botica anexa», explica el Sergas a este medio, que matiza que el decreto no contempla la prohibición de publicidad de productos sanitarios ni de medicamentos, «ya que esta materia no es competencia de la Comunidad Autónoma de Galicia», sino del Gobierno central, por ello es que esta cuestión quedará recogida en la nueva ley del Ejecutivo.

Tendencias y contratendencias

La difusión de información y contenidos que no se sustentan en evidencia científica y que no están respaldados por las autoridades sanitarias proliferan cada vez más en las redes sociales. El pasado mes de julio, el mundo entero se sobrecogió ante la muerte de una influencer rusa por seguir una dieta extrema a base de frutas. Zhanna Samsonova falleció por inanición tras más de diez años siguiendo una dieta crudivegana consistente únicamente en frutas, zumos naturales y semillas.

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«Hoy en día parece que todo el mundo sabe de medicina y los que tienen alguna duda se meten en internet. Esto es un error, ya que hay que saber interpretar la información», explica a THE OBJECTIVE la doctora Carmen Candela, que agrega que «en el mundo la nutrición, la gente está ávida por perder peso y esto genera una situación de vulnerabilidad en las personas. La gente se cree todo lo que dicen las influencers y las instagramers, que tienen mucha voz y mucho peso en las redes sociales».

«Amenazas para la salud»

«Que estemos en contacto continuamente con información para una vida sana no quiere decir que esos consejos sean los adecuados», señalan los expertos, que recuerdan el caso de la famosa influencer Paula Gonu, que durante la pandemia difundió en su cuenta de Instagram, donde cuenta con dos millones de seguidores, el bulo de que para prevenir el contagio del coronavirus había que beber agua caliente porque, según ella, «el virus no sobrevivía a una temperatura de 27 grados o superior».

En este sentido también se pronuncia a este medio el especialista en medicina interna Manuel Serrano, que hace hincapié en que «los jóvenes absorben demasiada información que, si no se matiza, llegan a tomarse ciertas recomendaciones como auténticas amenazas para la salud».

«Las noticias no son contrastadas, son asumidas como verdad, lo que dicen las redes son opiniones que pueden estar equivocadas», agrega Serrano, que recuerda como antiguamente se decía que, como máximo, solo era aconsejable una cucharada de aceite de oliva al día; sin embargo, «el aceite de oliva tiene una cantidad de sustancias que son muy beneficiosas y, en general, aunque tiene muchas calorías, reduce el riesgo cardiovascular».

«Hay que ser muy precisos a la hora de dar información, hay que tener una formación sobre la salud para no repetir lo que dicen cierto tipo de revistas», hace hincapié los expertos, que concluyen: «El fármaco más efectivo contra todos estos dilemas existe desde hace siglos. Se llama médico y es el mejor preparado de resolver cualquier cuestión relacionada con nuestra salud».

9 comentarios
  1. picomoxo

    Es lo único bueno que hará este gobierno, acabar con ese hatajo de viva la virgen que están creciendo como setas, llamados «influencers»
    A ver si es verdad y termina con todos esos de una vez por todas.

  2. Angel_Rojo

    Gobernar desde la prohibición es lo fácil. Y se empieza por ulo más inocuo y se termina prohibiendo la libertad de expresión en su totalidad incluyendo, por ejemplo, visiones políticas opuestas a las del gobierno actual.

  3. Klaus

    Celos y recelo por parte de los políticos. Se puede entender. La disponibilidad de imbéciles a los que engañar y de los que aprovecharse es muy grande, pero no infinita. Cada vez que un imbécil escucha a un influencer privado está dejando de atender a un influencer público, esto es, a un político. Así que el resquemor se comprende.
    Pero aprovecharse de los poderes del estado para atacar al competidor es jugar sucio. Si quieres que los imbéciles te atiendan a ti en vez de a los otros échale ingenio, pule tus mensajes, haz más atractivas las estupideces que vendes. No abuses de tu posición de dominio. Pero en fin, esto es hablar por hablar: si tuvieras moral no serías político. Como mucho influencer.

    Y por otra parte ¿qué fue de aquella izquierda del «prohibido prohibir»?
    Cada vez estamos más cerca de que nos multen (recaudación) o nos encarcelen (tiranía) por leer el libro prohibido.

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