España se resiste a pagar a los donantes de plasma pese a que la UE lo permite
Esta aprobación llega en un momento en el que nuestro país es deficitario en este hemoderivado en más de un 50%
El Consejo y el Parlamento europeo han alcanzado un acuerdo sobre el nuevo reglamento de Sustancias de Origen Humano (SoHo). El pasado 14 de diciembre, tras unas negociaciones que comenzaron el 6 de noviembre, quedaba sellada esta normativa destinada a «mejorar la seguridad y la calidad de la sangre, los tejidos y las células utilizados en la asistencia sanitaria y facilitar la circulación transfronteriza de estas sustancias en la UE».
El reglamento, que se aplicará a las sustancias como la sangre y sus componentes (células rojas/blancas, plasma), tejidos y células utilizadas para transfusiones, terapias, trasplantes o reproducción asistida, recoge que las donaciones de esas sustancias siempre deben ser voluntarias y no remuneradas, aunque los donantes pueden recibir «compensación o reembolso» por pérdidas o gastos incurridos durante el proceso de donación «de conformidad con la legislación nacional». Además, subrayan que la compensación no debe utilizarse como incentivo para reclutar donantes, ni conducir a la explotación de las personas vulnerables.
Escasez de plasma
En este sentido, a pesar de que en la mayoría de los países de Europa las donaciones de plasma se llevan a cabo de forma altruista y, en España, el Real Decreto 1945/1985 prohibe la compensación para la donación de sangre o cualquiera de sus componentes, esta normativa abre de nuevo la posibilidad de compensar al donante para que «no se ven perjudicado económicamente por su donación» y así incentivar las donaciones ante la escasez de este hemoderivado en Europa.
Ahora cada país deberá trasponer la normativa, que el pasado septiembre fue aprobada en el Pleno General del Parlamento Europeo por una mayoría abrumadora (483 votos a favor, 52 en contra y 89 abstenciones). Sin embargo, en España, todo apunta a que el Gobierno se centrará en ampliar las campañas informativas y seguirá sin compensar al donante. «Probablemente seguirá así», han señalado a THE OBJECTIVE desde el Ministerio de Sanidad al preguntarle si España optará por seguir sin compensar al suministrador de plasma.
Precisamente, el pasado 7 de diciembre, Sanidad anunciaba que se destinarán 2,5 millones de euros a las comunidades autónomas para campañas de obtención pública de plasma a través de la técnica plasmaféresis.
No obstante, el departamento que dirige Mónica García indica que «todavía tiene que pasar –el reglamento– por varios procesos en Europa antes de que España se defina oficialmente», y, «a lo mejor», en esos procesos, «hay variaciones». Y es que ahora, el acuerdo deberá ser adoptado formalmente por las dos instituciones tras la formalización jurídico-lingüística del texto. El Reglamento entrará en vigor tras su publicación en el Diario Oficial de la UE.
Petición histórica de Grifols
Esta aprobación llega en un momento en el que España es deficitaria en plasma en más de un 50%. En nuestro país, la disponibilidad de plasma ha disminuido en los últimos años e importamos el 60% de los hemoderivados, principalmente desde Estados Unidos, según datos publicados por el Ministerio de Sanidad.
Además, según información aportada a THE OBJECTIVE por la Federación Española de Donantes de Sangre (FedSang), el 90% del plasma para terapias médicas proviene, principalmente, de cinco países: Estados Unidos, Alemania, Austria, República Checa y Hungría. Lo únicos que permiten en la actualidad la recolección comercial de plasma y la compensación monetaria de sus donantes.
Ante esta situación, en numerosas ocasiones, Grifols –que obtiene más del 75% de su plasma de EEUU– había exigido a Europa avanzar hacia un modelo de remuneración de plasma similar al estadounidense, que compensa a sus donantes con una tarifa que varía entre los 50 y 6o dólares, y Alemania con una tarifa fija de 25 euros.
De esta forma, la compañía catalana podría alcanzar más acuerdos con los diferentes estados miembro de la UE a la hora de utilizar el plasma recogido y, ante la existencia de un mayor volumen de plasma, podría reducir el precio de este y aumentar los márgenes de la farmacéutica.
Por su parte, la EMA ya reconocía en 2002 la contribución de la donación compensada al tratamiento de enfermedades raras en la UE : «Es importante reconocer que una proporción muy sustancial del plasma total utilizado en la fabricación de PDMP utilizados en Europa proviene de donaciones pagadas o remuneradas. Contemplar como requisito la recolección solo de donantes no remunerados crearía grandes problemas de suministro y escasez de productos sin ninguna justificación».
Ahora se deberá negociar con los Estados miembros para establecer el margen de las compensaciones, en el caso de llevarse a cabo. No obstante, el texto legislativo deja claro que siempre debe respetarse la «neutralidad financiera», es decir, el donante no puede cobrar más del total de los gastos que ha tenido para garantizar que los voluntarios «no se vean perjudicados económicamente por su donación».