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Sanidad

El fin del modelo Muface abocaría al cierre de hospitales privados en 19 provincias españolas

Si la mutualidad de los funcionarios echase el cierre dejaría desocupadas 2.041 camas de los centros privados (5,7%)

El fin de Muface llevaría al cierre de hospitales privados en un 37% de las provincias. | EP.

El fin de Muface es una cuestión que preocupa al sector privado en su conjunto. Y es que si el modelo Muface desapareciera los mutualistas dejarían desocupadas un total de 2.041 camas en los hospitales privados, equivalentes al 5,7% de las camas ofertadas por la sanidad privada a nivel nacional, lo que podría llevar al cierre de hospitales privados en el 37% de las provincias españolas.

Es una de las principales conclusiones obtenidas del informe ‘El mutualismo administrativo: modelo predictivo sobre la elección de los mutualistas y escenarios futuros’, presentado en el marco de la Cátedra de Salud Sostenible y Responsable de la Universidad Complutense de Madrid, impulsada junto a Alianza de la Sanidad Privada Español (ASPE).

En este sentido, si la mutualidad de los funcionarios echase el cierre afectaría directamente a los hospitales privados de, sobre todo, 19 provincias españolas, así como a sus profesionales. El impacto del cese del modelo del mutualismo se concentraría fundamentalmente en las provincias de Castilla-La Mancha, Castilla y León, y Extremadura. A nivel individual, las provincias más afectadas serían Jaén, Ávila, Huesca, Palencia, Ciudad Real, Cáceres. Toledo, Cuenca, Castellón, Almería, La Rioja, Cantabria, Zamora, Albacete, Segovia, Salamanca, Soria, Huelva y Badajoz.

El Estado deberá inyectar a Muface 900 millones más al año para evitar su cierreEl Estado deberá inyectar a Muface 900 millones más al año para evitar su cierre

Esto se debe, según explica el informe, a que estas provincias son las que registran una menor penetración del seguro privado, «por lo que la pérdida de la actividad de los pacientes mutualistas no se vería compensada por la de los asegurados privados». Como consecuencia, los prestadores hospitalarios privados, en su caso, dejarían de ingresar aproximadamente 1.000 millones de euros al año, lo que equivaldría aproximadamente al 8% de la facturación de estos.

Además de la pérdida de camas indicada, apunta el estudio, los hospitales privados «verían reducida significativamente su actividad, por lo que se pondría en riesgo la continuidad de algunos servicios o unidades de alta especialización en algunas ubicaciones, ya que en muchos casos se mantienen tan sólo para cumplir los convenios con las mutualidades».

En este caso destacan especialmente la especialidad de Oncología, donde señalan que ya se están produciendo derivaciones de hospitales que han dejado de prestar el servicio a otros que sí lo hacen, «con el consiguiente trastorno para los enfermos que tienen que continuar su tratamiento en un nuevo hospital con un nuevo equipo médico».

Madrid y Barcelona, las que más mutualistas registran

El número de mutualistas de Muface en 2022 fue de 1.496.276, de los que 1.053.934 (70%) son titulares y 442.342 (30%) son beneficiarios. En los últimos 10 años, el número total de mutualistas se ha reducido en un 2,5%. A pesar de que el número de titulares experimenta un aumento del 9,4% en el periodo 2013-2022, el descenso en el número de mutualistas viene propiciado por una caída del 22,5% en el número de beneficiarios.

Geográficamente, las cinco provincias con mayor presencia de mutualistas son Madrid (16%), Barcelona (7%), Valencia (6%), Sevilla (5%) y Málaga (4%). Por su parte, las cinco provincias o ciudades autónomas con menor representatividad son Álava (0,2%), Soria (0,3%), Ceuta (0,3%), Melilla (0,3%) y Teruel (0,3%).

De esta forma, si el modelo Muface llegase a su fin, el sistema público precisaría de 3.975 camas adicionales, lo que supondría un 3,8% adicional a la capacidad actual a nivel nacional, según el estudio de la Universidad Complutense. «Esto, que a priori podría parecer un impacto moderado, en algunas provincias sería muy complicado que el sistema público pudiera asumirlo, especialmente en Madrid (679), Sevilla (211), Valencia (210), Barcelona (197), Cádiz (190), Málaga (159), Murcia (144), Alicante (119), A Coruña (113), Zaragoza (111) y Granada (109)», señalan los autores.

Como consecuencia, además, las listas de espera se verían incrementadas considerablemente a nivel nacional. En este
sentido, la lista de espera de consultas externas se incrementaría en un 266%, pasando de una tasa por 1.000 habitantes de 85,4 a una tasa de 227,6. La lista de espera quirúrgica, por su parte, registraría un incremento del 115%, pasando de una tasa de 17,1 por 1.000 habitantes a una tasa de 19,6.

Así las cosas, el estudio estima , como adelantó THE OBJECTIVE, que para evitar la desaparición de Muface y reponerse de la infrafinanciación de ha sufrido estos últimos años, el Gobierno deberá inyectar 900 millones de euros más al año a la mutualidad de las funcionarios para garantizar su continuidad. El Gobierno aprobó una partida de 3.571 millones de euros para el periodo comprendido entre 2022 y 2025, el mayor contrato de la Administración, para atender las prestaciones sanitarias de Muface.

8 comentarios
  1. PresuntoImplicado

    Eso, de ser cierto, querría decir que el sector público está sosteniendo al sector privado.

  2. MadMax

    No va a suceder. La sanidad públic está al borde del colapso. Si le sumas un 20% más de pacientes literalmente hay guerra civil.

  3. Edward

    Los gobiernos llevan años intentado escabullirse del problema (y en esto se incluye no solo la psicópata iluminada ultracomunistas que han puesto ahora, sino también los gobiernos del PP). Es impopular porque la gente ve la mutualidad como un privilegio casi medieval y siguiendo la españolísima tradición de la envidia, en vez de pedir un régimen similar para todos, lo que quieren es que los funcionarios pierdan el suyo. Para quien no lo sepa, los funcionarios pagamos por pertenecer a esa mutualidad y las ventajas solo son importantes en pruebas diagnósticas, donde no hay listas de espera. Una ventaja esencial, por otro lado, porque muchas enfermedades pasan a ser mortales cuando las diagnostica la sanidad pública con meses o años de retraso.

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