Estados Unidos superó este miércoles las 150.000 muertes por COVID-19, un 22,6% de todas las reportadas en el mundo de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Los datos: en concreto, EEUU alcanzaba el miércoles la cifra de 150.447 fallecidos y la de 4.414.834 casos confirmados de COVID-19. El balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del jueves) era de 68.086 contagios más que el martes y de 1.362 nuevas muertes.
Pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con 32.658, más que en Francia o España. Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.512 personas.
A Nueva York le siguen en número de fallecidos la vecina Nueva Jersey con 15.798, California con 8.748 y Massachusetts con 8.580. Otros estados con un gran número de muertos son Illinois con 7.654, Pensilvania con 7.171, Michigan con 6.422, Florida con 6.333 o Texas, con 6.125.
En cuanto a contagios, California suma 475.806, le sigue Florida con 451.423, tercero es Texas con 417.098, y Nueva York cuarto, con 413.593.
El balance provisional de fallecidos -150.447- ha superado ya con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia del coronavirus[contexto id=»460724″].
El presidente estadounidense, Donald Trump[contexto id=»381723″], rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 200.000 muertos y que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre podría rozar los 220.000.