Los rescatistas de Beirut detectan latidos que podrían ser de un superviviente
Bilal Hussein | AP
Varios rescatistas han emprendido este jueves una excavación en busca de supervivientes entre los escombros en un barrio de Beirut destrozado por la explosión ocurrida hace un mes. Los rescatistas han comenzado la excavación después de que sus escáneres detectaran un pulso, que podría corresponder a una persona con vida.
En contexto: el gobernador de la ciudad, Marwan Abboud, ha explicado que un perro rastreador utilizado por socorristas chilenos el miércoles por la noche respondió a un rastro procedente del lugar donde se derrumbó un edificio.
«Podría haber supervivientes», ha explicado Abboud, que ha precisado que los escáneres habían detectado un latido, pese a que las esperanza de encontrar a alguien con vida más de cuatro semanas después de la deflagración son mínimas.
Michel al Mur, del departamento de bomberos de Beirut, ha corroborado que se ha detectado pulso a unos dos metros por debajo de los cascotes. «Una persona, de acuerdo con la cámara [térmica], todavía tiene pulso», ha explicado.
En declaraciones a la televisión local, un socorrista ha explicado que los escáneres habían recogido una frecuencia respiratoria de «19 respiraciones por minuto».
Según el ejército libanés, siete personas continúan desaparecidas. Este viernes se cumplirá un mes desde la explosión que, según las autoridades, fue provocada por toneladas de nitrato de amonio almacenadas desde hacía años en el puerto de Beirut. La explosión provocó 191 víctimas mortales, hirió a más de 6.500 y destruyó zonas enteras de la ciudad.
De momento, los militares libaneses y franceses han retirado escombros equivalentes al peso de la Torre Eiffel del puerto de Beirut. Varios organismos internaciones han demandado la apertura de una investigación internacional, pero tanto el presidente Michel Aoun Aoun como los principales actores políticos, entre ellos, el grupo chií Hezbollah han rechazado esa opción afirmando que sería una injerencia en asuntos internos.
La explosión desencadenó una grave crisis social e institucional que desencadenó la dimisión del Gobierno libanés.
