La jefa de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, Magda Campins, ha pronosticado que en los próximos días serán necesarias medidas más drásticas para hacer frente a la actual situación y sostiene que un confinamiento sólo de fin de semana podría ser «efectivo», una opción que está sobre la mesa en Cataluña, según ha admitido este lunes Meritxell Budó, consejera de la Presidencia.
Lo más importante: la epidemióloga duda del efecto real que pueda tener el cierre de bares y restaurantes, del que se cumplirán dos semanas el próximo viernes. A partir de entonces, debería comenzar a notarse su impacto en los indicadores epidemiológicos.
El fin de semana es el momento en el que se producen más interacciones entre personas, ha afirmado en declaraciones a Catalunya Ràdio. De ahí la efectividad de esos confinamientos específicos que defiende. Por otro lado, Campins ha defendido que «lo último que habría que cerrar son las escuelas», porque la transmisión del virus se efectúa fuera de los centros educativos mucho más que entre alumnos.
Por último, ha llamado a la ciudadanía a «disminuir las interacciones sociales» y a hacer sólo lo «imprescindible» para evitar volver a la situación de práctico colapso de marzo y abril, ante la fuerte «tensión» que ya registran los hospitales.