El fiscal superior de Murcia ha recibido este miércoles la denuncia por la vacunación del obispo de Cartagena y algunos de sus más estrechos colaboradores después de que el Partido Socialista recibiese el chivatazo de una trabajadora de la residencia religiosa para la tercera edad Hogar de Betania. La residencia ha confirmado que el formulario enviado al registro de la Consejería de Salud catalogaba como capellanes al obispo y al resto de curas vacunados porque el programa informático no permite otra categorización, «como la de asistencia religiosa o espiritual»
En contexto: la trabajadora ha informado de que a mediados de la primera semana de febrero llegaron a la residencia el obispo junto a una decena de sacerdotes y, sin formar parte de ningún listado ni tener vínculos con el centro, «se hicieron vacunar sin que les correspondiera».
El obispo de Cartagena reconoció en la noche del pasado lunes haberse vacunado con la primera dosis en Hogar de Betania, al que acude habitualmente, y comunicó que no recibiría la segunda inmunización, lo que en un comunicado remitido en la tarde de este miércoles ha reconsiderado al señalar que «probablemente lo haga».
Tras desmentir que se haya vacunado el obispo auxiliar por haber rechazado el ofrecimiento del centro, reconoce haber invitado a ponérsela a su secretario por ser capellán de religiosas que regentan un centro de día para ancianos «y tenía que hacerlo para protegerlas», y al arzobispo emérito de Burgos por ser octogenario y creer «que convenía por estar en la edad», mientras que el canónigo de la catedral se vacunó porque es capellán de esa residencia y la visita a diario, explicó el obispo.
El ministerio público trata de determinar, una vez recibida la documentación de la comunidad autónoma, si constituye algún ilícito penal el incumplimiento de las normas de administración de las vacunas, para lo cual trabaja ahora en la valoración jurídica de esos protocolos.
La Fiscalía incorporará esta denuncia a las diligencias que ya instruye por la inmunización de funcionarios y altos cargos de la Consejería de Sanidad, entre ellos su extitular Manuel Villegas.