Los féretros con los cuerpos de los periodistas asesinados en Burkina Faso David Beriáin y Roberto Fraile han llegado a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) sobre las nueve de la mañana. Allí han sido recibidos por sus familias y por las ministras de Asuntos Exteriores y Defensa, Arancha González Laya y Margarita Robles, respectivamente.
En contexto: los periodistas David Beriáin, natural de Pamplona, y Roberto Fraile, natural Baracaldo, Vizcaya, estaban trabajando en un documental sobre los operativos que realiza Burkina Faso para proteger parques naturales de la caza furtiva y sobre las comunidades humanas asentadas en estos parques naturales. Ambos fueron asesinados a sangre fría tras sufrir un ataque en el este de Burkina Faso.
El avión militar encargado de repatriar los cuerpos de David Beriáin y Roberto Fraile desde Ougadugú hasta Madrid traslada también el cadáver del ciudadano irlandés asesinado junto a los españoles, el conservacionista Rory Young, cofundador de la ONG Chengeta Wildlife, dedicada a combatir la caza furtiva.
Además, de las autoridades mencionadas anteriormente, en el recibimiento de los cuerpos, que han sido recibidos por un cordón militar de honor y transportados a hombros por veinticuatro soldados del Ejército del Aire, han estado la embajadora de Irlanda en España, Síle Maguire, y el periodista y secretario general de Reporteros Sin Fronteras, Alfonso Bauluz, en calidad de portavoz de las familias de los fallecidos.
Desde la base aérea de Torrejón, el cuerpo de David Beriáin (44 años) será trasladado hasta su localidad natal, el pequeño pueblo de Artajona, en Navarra, donde vive su madre y donde familiares, amigos y vecinos se congregaron tras conocer la noticia del ataque para rendirle homenaje frente al Ayuntamiento. El cámara Roberto Fraile (47 años) será enterrado en el pueblo de Valdespino Cerón (León), del que era natural su madre, pero antes su cuerpo será velado en un tanatorio de Valladolid. El reportero estaba afincado en Salamanca, pero solía pasar los veranos de su niñez en ese pueblo leonés, una pedanía de Matanza de los Oteros, por el que tenía gran apego.
Los dos veteranos reporteros trabajaban en un documental sobre la caza furtiva, uno de sus múltiples trabajos valientes y comprometidos en peligrosas zonas del planeta con conflictos armados. El Gobierno ha pedido a las autoridades de Burkina Faso «que investiguen los hechos, que los esclarezcan y que identifiquen a los responsables para que puedan comparecer ante la Justicia». «No queremos que hechos como estos, terribles, caigan en el olvido ni en la impunidad», ha subrayado este jueves la ministra de Asuntos Exteriores.
