Los menores cada vez usan más las cachimbas para introducirse en el consumo de tabaco
El porcentaje de adolescentes que dice haber fumado en una pipa de agua es mayor que aquellos que afirman haber consumido tabaco de forma genérica
Los menores se acercan al tabaco cada vez más a través de las cachimbas en lugar de los cigarrillos, según demuestran varios estudios recientes. Uno de los últimos, realizado en centros privados y públicos de Galicia con 7.613 estudiantes de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, señala que casi el 20% de los adolescentes afirma haber usado una cachimba para fumar tabaco en el último año.
Este porcentaje es mayor que de aquellos adolescentes que dicen haber consumido tabaco de forma genérica, que se sitúa en un 18,1%.
Este hecho también se evidencia en la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes), realizada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA), y los autores del estudio señalan que «podría estar relacionado con que muchos adolescentes no consideran que están fumando tabaco cuando lo consumen en cachimba». «Lejos de interpretarlo en términos de consumo, el uso de la cachimba sería más una moda o ritual interpretable en términos de socialización», señalan.
Baja percepción del riesgo
«Llama también la atención la baja percepción de riesgo existente», dicen los autores del estudio. En el mismo sentido se pronuncia Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ): «Tengo la percepción de que hay una falta de información en la población con respecto a las cachimbas, a las pipas de agua», dice en declaraciones a THE OBJECTIVE. «Hay una falsa creencia de que es un consumo menos tóxico, pero realmente es totalmente lo contrario», señala.
El 37,8% de los encuestados atribuyen poco o ningún riesgo al consumo de tabaco en cachimba. Solo un 27,7% de los encuestados considera que supone «bastante riesgo» consumir tabaco de esta forma.
Mucho más riesgo que los cigarros
Esta baja percepción de riesgo contrasta con lo que dicen los expertos respecto al uso de pipas de agua para fumar. «Es un producto más tóxico que el tabaco, estás expuesto a unas mayores concentraciones de monóxido de carbono y también estás expuesto a una mayor concentración de nicotina, es decir, su toxicidad es mayor que la del tabaco y su riesgo tanto para la salud respiratoria como para la salud cardiovascular es muy alto», explica Rábade.
«La dosis de nicotina y la dosis de componentes tóxicos del tabaco que se administran por una inhalación de cachimba pueden equivaler al consumo de una persona con tres o cuatro cigarros al día», añade el neumólogo. «Además, en todos los componentes que lleva la cachimba, la toxicidad es superior al tabaco convencional».
Apunta además que el hecho de que la concentración de nicotina sea mayor si se fuma en cachimba hace que existan «más posibilidades de que los adolescentes se acaben enganchando a la nicotina y al consumo de tabaco».
Por eso, desde Separ piden a las autoridades sanitarias que se responsabilicen de informar a la población sobre los riesgos de esta práctica, así como que en la ley antitabaco que prepara el Gobierno se equipare «la reglamentación del tabaco a estos nuevos productos, como las cachimbas, los cigarrillos electrónicos, tabaco calentado», tanto en precio como en prohibiciones.
«Creo que ahora mismo estamos en un punto clave en cuanto a que salga adelante la nueva ley antitabaco y que contemple todas estas medidas», dice Rábade. «Si conseguimos que la nueva ley antitabaco contemple todas estas medidas y se hagan cumplir, probablemente podemos conseguir que las próximas generaciones estén libres de nicotina».
Las cachimbas, también con cannabis
Pero no es solo el consumo de tabaco en estas pipas de agua, a veces utilizadas con alguna sustancia alcohólica, lo que preocupa a los expertos, sino que también se sitúan «en niveles preocupantes» las tasas de consumo de cannabis en cachimba, según el estudio.
En concreto, un 8,5% de los encuestados, que son menores de 12 a 18 años, declararon haber fumado cannabis en cachimba al menos una vez en el último año. «La evidencia sugiere que un porcentaje importante de jóvenes usuarios de cachimbas (23%), las utilizan también para el consumo de otras sustancias, generalmente marihuana o hachís», añade el estudio.
A diferencia del tabaco, no hay tanto consumo de cannabis en los grupos de edad más reducida, pero «el incremento con la edad es más notorio». «A pesar de que los valores mayores se corresponden con el grupo de 17-18 años, cabe destacar el incremento experimentado en el tránsito de los 12-13 años a los 14-16, con tasas siete veces mayores de consumo de tabaco y 12 veces de cannabis», según los datos del informe.
Datos preocupantes si tenemos en cuenta que «el uso de la cachimba no solo supone un efecto más rápido y de mayor intensidad del cannabis, sino que se relaciona directamente con el nivel de dependencia, además de con una mayor incidencia de patologías respiratorias».