Los médicos de familia piden inversión para avanzar hacia una «medicina algorítmica»
La SEMG considera que hay que modernizar la atención primaria y que es necesario implementar el seguimiento de los pacientes a través de la tecnología
Los médicos de familia creen que la atención primaria se tiene que modernizar y que se necesitan inversiones en nuevas tecnologías para poder implantar una buena teleasistencia del paciente y avanzar hacia la medicina algorítmica.
«No podemos hablar solo de nuevas tecnologías como algo que existe, sino dentro de un concepto mayor que es el de modernizar la asistencia», dice a THE OBJECTIVE Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Un tema que, como se expuso en el Congreso Nacional de Medicina General y de Familia, preocupa a los facultativos, que creen necesaria una mayor inversión en este ámbito.
Su objetivo, explica Armenteros, es implantar a lo largo de unos años una medicina algorítmica, con «algoritmos creados por y para profesionales, de forma que integrados en la historia clínica tengamos la certeza de que seguimos el camino adecuado, homogéneo y equitativo para que no haya diferencia de asistencia».
En concreto, lo que plantean es que exista un algoritmo que facilite a los médicos saber qué pasos deben dar en cada momento para el diagnóstico o tratamiento de un paciente. «Tener marcados los pasos a partir de determinados síntomas o signos nos va a ayudar a tener una medicina mejor, porque la capacidad de pequeños olvidos o de retraso en el diagnóstico, al estar todo plasmado en un algoritmo de proceso, se va a reducir», señala el portavoz de la SEMG.
Medicina algorítmica, pero no automatizada
Eso sí, Armenteros insiste en que este tipo de medicina ayudaría a reducir errores humanos pero no quiere decir que se automaticen los procesos ni se dejen en manos totalmente de la tecnología. «En primer lugar, el algoritmo no lo hace una máquina, y en segundo lugar, deja margen a la capacidad de cada médico de decidir en cualquier momento lo que aplica», señala. «Lo que no quedaría en el aire es la posibilidad de no hacerlo porque se te haya olvidado».
Así, se trataría de tener una guía estandarizada que se actualiza con los pasos a seguir según las características del paciente y la enfermedad, de manera que el médico no se salte pasos a la hora de mandar pruebas para diagnosticar o fármacos o pautas durante el tratamiento.
«Nos permitiría tener una mayor homogeneidad en el tipo de asistencia, siempre con la mayor evidencia y la mayor calidad», dice Armenteros, que insiste en que «no se convierte en una medicina robótica y automatizada, se convierte en una medicina en la que las últimas novedades de la ciencia se plasman dentro de un proceso diagnóstico y terapéutico integrado en la historia clínica».
‘Apps’ para implementar la teleasistencia
Otro aspecto que desde la SEMG consideran importante, señala Armenteros, es mejorar el teleseguimiento del paciente y llegar a un punto en el que este pueda formar parte del propio seguimiento de su enfermedad a través de las nuevas tecnologías.
La idea es contar con «plataformas integradas donde el paciente pueda gestionar su enfermedad y a la vez lo gestionemos nosotros de la misma manera y en el mismo momento», explica el especialista.
Así, «daríamos la autogestión de la enfermedad al paciente, el concepto de que no solo está en manos de los médicos y los fármacos, sino que también puede ver su evolución», añade.
Por ejemplo, podría ser el caso de un paciente con una insuficiencia cardíaca que todos los días tuviera que medirse la tensión y el peso. Estos datos, gracias al wifi de la báscula o el tensiómetro, irían directos a grabarse en la aplicación y tanto él como su médico de familia y especialistas podrían ir siguiendo su evolución y recibir alertas si algo no va bien.
Con esto, lo que proponen es «un cambio de asistencia, del modelo de consulta» y que el médico de familia se convierta en «el elemento aglutinador». Esto, afirma Armenteros, supondría un ahorro en la gestión del tiempo, del dinero y de los desplazamientos.
Inversión para que sea accesible
El riesgo de esto, apunta Armenteros, es que «se puede convertir en una medicina poco equitativa que solo los ricos tengan al alcance». Por eso, desde la SEMG insisten en que esto tiene que ser accesible a toda la población, para lo que tiene que cambiar «el sistema sanitario» y «el médico tiene que tener la capacidad de prescribir determinados aparatos de la misma manera que se prescribe un fármaco».
El portavoz de la sociedad médica asegura que «la inversión en este tipo de dispositivos y su buen uso supone un ahorro al sistema, al evitar empeoramientos y brotes en algunas patologías».
Sin embargo, lamenta que «lo que proponemos va muy por delante de lo que las autoridades sanitarias tienen en su cabeza» y denuncia que estas «se basan en conceptos teóricos cada vez más alejados de la realidad». «Por eso tenemos tantos problemas, porque se ha olvidado el papel del médico y lo que necesita el médico».