Saxenda, el medicamento para la obesidad: quién y cuándo está indicado tomarlo
Las redes sociales han popularizado este medicamento pero no todo el mundo puede usarlo y siempre hay que hacerlo con supervisión médica
Las redes sociales permiten la popularización de multitud de contenidos y productos. En los últimos meses, esta popularidad ha llegado a un fármaco para la obesidad: el Saxenda. Esto ha llegado al punto de que tiene su propio hashtag en TikTok, con casi 200 millones de visualizaciones.
Los usuarios que suben los vídeos bajo esta etiqueta cuentan día a día sus progresos con el fármaco y ensalzan sus propiedades «milagrosas» para producir una bajada de peso. Sin embargo, casi ninguna de estas publicaciones contienen avisos sobre la necesidad de tomarlo bajo supervisión médica y para quién está indicado.
El farmacéutico hospitalario del grupo de trabajo de Nutrición Clínica de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) Juan Carlos Pons señala a Newtral.es que este es un fármaco que «está de moda». «En los últimos meses varios médicos internistas con consulta privada nos han pedido información sobre él», asegura.
Es importante saber que este medicamento sí que esta aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), así como por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Esto se debe a que este medicamento, que se inyecta de forma diaria, «ha demostrado eficacia en una reducción de peso significativa» y ayuda a reducir el apetito. «Lo que produce es saciedad precoz», como ha señalado la jefa de sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Paz de Madrid, Noemí Gonzalez Pérez de Villar, al citado medio.
Esto se debe a que Saxenda consiste en una molécula llamada liraglutida, y esta imita las funciones de las hormonas GLP-1. «GLP-1 es un regulador fisiológico del apetito y de la ingesta de alimentos», aclara la farmacéutica hospitalaria Patricia Bravo, del mismo grupo de trabajo de la SEFH que Pons.
«La liraglutida se usa para tratar la diabetes tipo II pero, por cómo es su mecanismo, también puede utilizarse para perder peso», añade este. Es decir, al imitar las funciones de GLP-1, la liraglutida aumenta la saciedad y reduce las señales de hambre.
¿Para quién está indicado este fármaco?
Saxenda está indicado para personas con obesidad pero, como indican los especialistas, no es algo a lo que deba o pueda acudir cualquier persona que quiera perder peso. Además, quienes lo consuman deben hacerlo siempre bajo supervisión médica.
Tal y como aparece indicado en la ficha técnica de Saxenda de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), la prescripción de este medicamento se basa en el Índice de Masa Corporal (IMC). Este es una forma de medir la obesidad que relaciona el peso y la altura, y que se utiliza en la práctica clínica. No obstante, también está envuelto en cierta polémica entre los nutricionistas porque sobreestima muchos casos que no son obesidad.
A pesar de ello, es el que se emplea para decidir si este fármaco puede ser necesario o no para un paciente. En concreto, se receta a adultos cuya obesidad esté medida como un IMC de 30 o superior, o con sobrepeso (un IMC de entre 27 y 30) pero que también tengan problemas de salud relacionados. Algunos de estos pueden ser la diabetes, la presión arterial alta o niveles anormales de grasas en sangre.
Aunque este fármaco necesita de prescripción médica, Gonzáles señala que no está cubierto por la Seguridad Social, «como ningún fármaco para la obesidad».
Seguimiento médico y nutricional del paciente
Al igual que ocurre con todos los medicamentos, Saxenda puede provocar efectos secundarios y está contraindicado en determinadas enfermedades. Es por ello que los especialistas insisten en la importancia de la supervisión profesional durante el tiempo que se tome.
«Como cualquier otro fármaco, puede producir efectos adversos. En este caso hablamos de náuseas, malestar del estómago, y diarrea o estreñimiento, según el paciente. También hay casos en los que se puede producir inflamación de la vesícula biliar e hipertrigliceridemia, por tanto hay que seguir esos casos de cerca», asegura González.
Bravo también añade que, aunque estas contraindicaciones suelen ser sobre todo gastrointestinales, leves y transitorias, «se han descrito casos de pancreatitis aguda en los que debe suspenderse el tratamiento y ya no puede volver a utilizarse». «Además, no podemos olvidar que con este tipo de fármacos siempre hay un riesgo de sobredosificación», resalta la farmacéutica.
La supervisión médica y nutricional no solo es esencial por los efectos secundarios que puede producir el fármaco, sino también porque, aunque es eficaz para la pérdida de peso, no es «milagroso», como se está dando a entender en las redes. «Más allá del fármaco, el tratamiento necesita una disminución de la ingesta adicional. Y eso hay que supervisarlo», señala la endocrina.
A esto se le suma que en determinados grupos de población no es recomendable su uso debido a la falta de experiencia clínica. Este sería el caso de pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva clase IV, pacientes mayores de 75 años, y aquellos con insuficiencia renal grave e insuficiencia hepática.