Los trabajadores de Gopuff se movilizan contra los despidos: «Estamos dispuestos a ir a juicio»
La empresa anunció a principios de agosto el cierre de sus tiendas en España y el despido colectivo de 188 empleados, algo que los trabajadores tratan de evitar
A principios de agosto, la multinacional Gopuff, que funcionaba en España desde abril de 2021, anunciaba que cerraba las cinco tiendas que tenía en Madrid, lo que suponía su salida del país y, con ella, el despido de 188 trabajadores, con los que empezaron una ronda de consultas que se mantiene todavía hoy, pues estos no aceptan las condiciones ofrecidas por la empresa y buscan evitar el cierre.
Tras este anuncio, los empleados, que no contaban con ningún tipo de representación hasta el momento, decidieron unirse para tratar de evitar el cierre de las tiendas y, en caso de que esto no se logre, llegar a un acuerdo que «les deje en una situación digna», según explican a THE OBJECTIVE dos de los portavoces de la asamblea de trabajadores.
«La negociación se encuentra bastante estancada», dice Alejandro Romero, presidente de la comisión de los trabajadores. Mientras que ellos plantean una reorganización de la empresa para evitar el cierre y los despidos, Gopuff ofrece una indemnización de 30 días por año trabajado a cada uno de ellos, con un mínimo de 1.500 euros por persona, una oferta que la comisión ha rechazado.
Implementar el plan de negocios de Gopuff
«La intención de la asamblea de trabajadores es que se implemente el plan de negocios que hizo la empresa en junio de este año, en el que el director decía que la empresa tenía viabilidad, buscaba la rentabilidad de aquí a 2026», dice Pau Belda, portavoz de los trabajadores, en declaraciones a este diario.
La comisión explica que hay un plan de negocio, presentado en junio, que afirma que la empresa es viable en un periodo que va hasta 2026, pero que poco después se ordenó hacer un informe técnico «para echar por tierra» estos datos.
Desde la compañía señalan que la situación económica en España no es propicia para mantener el negocio, mientras los trabajadores argumentan que «este informe se hizo en junio, que ya estábamos en esta situación y se tuvo en cuenta», comenta Romero. Opinan que «desde el primer momento, nunca han querido invertir en España» y querían cerrar desde un principio.
«Si tenemos que ir a juicio, iremos a juicio»
La primera propuesta de la empresa para el despido colectivo fue ajustarse al mínimo que establece la ley, es decir, una indemnización de 20 días por año trabajado a cada trabajador. Algo que la comisión rechazó directamente porque, según afirma Romero, eso dejaría a al menos 125 de los trabajadores «con el agua al cuello a mitad del mes de septiembre, sin poder pagar el alquiler, en una situación de miseria total».
La segunda oferta, cuentan los portavoces, fue de 30 días por año trabajado y un mínimo de 1.500 euros de para cada trabajador, y también fue rechazada por los trabajadores. «Lo que queremos es una indemnización igual en meses para todos, independientemente de la antigüedad que lleves, porque hay gente que lleva a lo mejor cinco meses, y la empresa no se está yendo porque no tenga fondos», explica el presidente de la comisión. «Por lo menos que a la gente la dejen en una situación digna y no de precariedad como los van a dejar».
Tras la última reunión, en la que tampoco se llegó a un acuerdo, la empresa decidió tomarse unos días para anunciar su decisión. Una vez que le transmita su propuesta, los trabajadores votarán en la asamblea si la aceptan, explica Belda.
En caso de que no, «estamos dispuestos a ir hasta el final, y si tenemos que ir a juicio, iremos a juicio», añade Romero. «Tenemos muchas cosas por las que denunciar a la empresa, no creo que les interese y económicamente es una cantidad insignificante para lo que se han gastado en otras cosas».
Hace referencia a las numerosas quejas que los riders y los mozos de almacén han hecho durante el periodo en el que la empresa ha operado en España, desde febrero de 2021. «Lo que hemos estado denunciando es el tema de la falta de medidas de seguridad, los bajos salarios, hay una circunstancia muy importante que son los seis meses de periodo de prueba que habían impuesto por contrato», enumera Pau Belda. Esto último, asegura, «lo han utilizado para echar a más de la mitad de la plantilla, en lo que para nosotros es un despido colectivo encubierto».
Avisar y apoyar a sus compañeros en Francia
Gopuff, que fuera de España compite al nivel de otras grandes empresas del sector como Glovo, Gorillas o Getir, está llevando a cabo un plan similar en Francia, donde planean cerrar sus 25 establecimientos, y en Luxemburgo, donde tienen la sede central europea y quieren reducir a un 25% su plantilla de 50 empleados.
Dado que el periodo de consultas por el despido colectivo finaliza en España antes de que los trabajadores franceses lleguen a este punto, los empleados de Gopuff han querido mostrar su apoyo a sus compañeros con una concentración delante de la embajada de Francia en Madrid.
«Hacemos esto un poco porque entendemos que ellos están en el mismo momento que nosotros hace un mes y queremos advertirles, que les llegue el mensaje de lo que les va a pasar y que se intenten unir lo antes posible», explica Romero. «Queremos solidarizarnos con ellos y si podemos unirnos antes de que acaben nuestras negociaciones y poder hacer más fuerza así».