El 'lomo y queso' y otros tres bocadillos que potencian el riesgo de cáncer de colon
Los expertos concluyeron que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%
En España somos muy de bocadillos. Entre pan y pan podemos meter de todo, sobre todo, carne procesada, pero no deberíamos acostumbrarnos a que sustituyeran una comida. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, que forma parte del Organización Mundial de la Salud, ya alertó en 2015 del grado de carcinogenicidad que supone consumir carne roja y carne procesada y el riesgo a padecer un cáncer de colon y recto. Un total de 43.581 nuevos casos fueron diagnosticados con este cáncer en 2021, el más común seguido del de próstata y mama.
Bocadillo de lomo y queso
Este bocata es uno de los clásicos y más solicitados, pero debemos tener en cuenta que el lomo forma parte de ese grupo de carne procesada que se clasificó como carcinógena para los humanos, basada en evidencia suficiente en humanos de que el consumo de carne procesada causa cáncer colorrectal. Cuando hablamos de carne procesada nos referimos a aquella que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación.
Pepito de ternera
Este bocadillo originario de España que suele prepararse con pan francés y carne de ternera a la plancha o frita en aceite está en la lista por ser carne roja, también perjudicial para nuestro colon según el CIIC. «Después de una revisión exhaustiva de la literatura científica acumulada, un Grupo de Trabajo de 22 expertos de 10 países, convocados por el Programa de Monografías del CIIC, clasificó el consumo de carne roja como probablemente carcinógeno para los humanos, basado en evidencia limitada de que el consumo de carne roja causa cáncer en los humanos y fuerte evidencia mecanicista apoyando un efecto carcinógeno.
Esta asociación se observó principalmente con el cáncer colorrectal, pero también se han visto asociaciones con el cáncer de páncreas y el cáncer de próstata», cuenta la OMS en su web.
Bocata de jamón serrano
Uno de los más típicos españoles por el producto y que se ha defendido como saludable, pero el jamón serrano también se considera carne procesada por lo que es perjudicial para nuestro colon. «La mayoría de las carnes procesadas contienen carne de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves, menudencias o subproductos cárnicos tales como la sangre», cuenta la OMS.
Perrito caliente
Un formato de pan con salchicha que hemos adoptado como nuestro pero originario de Alemania que viajó a Estados Unidos por los emigrantes. Las frankfurters también son carne procesada, en este caso, envuelta en un pan de bollo que tampoco es lo más saludable.
Los efectos del consumo de carne roja
Los datos son alarmantes. Los expertos concluyeron en este estudio que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. «Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida», dijo el doctor Kurt Straif, Jefe del Programa de Monografías del CIIC. «En vista del gran número de personas que consumen carne procesada, el impacto global sobre la incidencia del cáncer es de importancia para la salud pública», añadió.
«Estos hallazgos apoyan aún más las actuales recomendaciones de salud pública acerca de limitar el consumo de carne», dijo el doctor Christopher Wild, director del CIIC. «Al mismo tiempo, la carne roja tiene un valor nutricional. Por lo tanto, estos resultados son importantes para permitir a los gobiernos y a las agencias reguladoras internacionales realizar evaluaciones de riesgo, a fin de balancear los riesgos y beneficios de consumir carne roja y carne procesada, y poder brindar las mejores recomendaciones dietéticas posibles», indicó.
Para llegar a estas conclusiones se consideró más de 800 estudios que investigaron asociaciones para más de una docena de tipos de cáncer con el consumo de carne roja y de carne procesada en muchos países y poblaciones con dietas diversas.