Los síntomas que te deben poner en alerta si hay un exceso de Zinc en tu alimentación
Una de las consecuencias que puede provocar un exceso de este mineral es reducir la capacidad de absorción del cobre
Suplementos de zinc. | Nathan Dumlao (Unsplash)
El zinc está involucrado en más de cien reacciones químicas del cuerpo, por lo que es un mineral esencial. Es crucial para el crecimiento, la síntesis de ADN y la percepción del gusto. Además, apoya la cicatrización de heridas, la función inmunológica y la salud reproductiva.
Según las autoridades sanitarias de EEUU, el nivel máximo diario de ingesta tolerable (IG) de zinc es de 40 mg para los adultos sanos mayores de 19 años. La IG es la cantidad diaria más alta recomendada de un nutriente y, en la mayoría de las personas, es poco probable que esta cantidad produzca efectos secundarios negativos.
Las principales fuentes de alimento que tienen un mayor contenido de zinc incluyen carne, pescado, mariscos y ciertos cereales fortificados. Las ostras son las que contienen la cantidad más alta, llegando hasta el 291% del valor diario en una porción de 85 g. No obstante, aunque algunos alimentos pueden proporcionar cantidades de zinc muy superiores a la ingesta tolerable, no hay casos conocidos de envenenamiento por este mineral debido a que se encuentra naturalmente en estos alimentos.
Pero esto no significa que no haya riesgo de que este envenenamiento ocurra. Puede pasar en aquellas personas que consumen suplementos dietéticos, incluidas las multivitaminas, o la ingesta accidental de productos domésticos que contienen zinc. También hay altas cantidades de este mineral en algunas cremas adhesivas para dentaduras postizas.
Las cantidades tóxicas de zinc, además, pueden absorberse de otras formas, como puede ser la exposición cutánea y la inhalación. Los niveles peligrosos de exposición pueden estar presentes en algunos trabajos industriales, como puede ser la metalurgia.
El envenenamiento por zinc puede aparecer de diferentes formas, dependiendo de la cantidad de mineral consumido y de si se hizo en un periodo de tiempo corto o durante uno más largo. Estos son algunos signos y síntomas potenciales de sobredosis de este mineral.
Náuseas y vómitos
Ambos son de los efectos secundarios más comunes sobre la toxicidad del zinc. Una revisión llevada a cabo en 2012 de 17 estudios sobre la efectividad de los suplementos de zinc para tratar el resfriado común descubrió que, aunque puede haber disminuido la duración del resfriado, también fue común que provocara efectos adversos. Es más, la revisión reveló que los participantes del estudio que recibieron zinc tenían un 64% más de riesgo de náuseas que las personas de los grupos de control.
No obstante, vomitar no implica que el cuerpo se pueda deshacer de las cantidades tóxicas de zinc. Aún es necesaria atención médica, no solo para tratar la toxicidad de este mineral, sino también para prevenir futuras complicaciones. Cuando una persona ha ingerido una cantidad tóxica de zinc también es posible que aparezca sangre en el vómito.
Dolor de estómago y diarrea
Otros de los síntomas que pueden apuntar a un envenenamiento por zinc son el dolor de estómago y la diarrea. Cuando una persona ha ingerido una cantidad tóxica de este mineral también puede presentar una diarrea acuosa. Esto es porque, al consumir cantidades dañinas, puede ocurrir irritación intestinal y sangrado gastrointestinal.
Síntomas similares a la gripe
Como ya se ha mencionado, la exposición al zinc puede tener lugar en lugares de trabajo industriales, sobre todo en aquellos que tienen que ver con la metalurgia. Los ejemplos incluyen soldadura, soldadura blanda y producción de aleaciones. Es posible que los trabajadores que respiran ciertos vapores metálicos inhalen cantidades de zinc que son tóxicas.
Esta inhalación puede provocar síntomas parecidos a los de la gripe: fiebre, escalofríos, tos, dolor de cabeza y fatiga, por ejemplo. Estos síntomas aparecen en muchas ocasiones, incluso en otras toxicidades minerales. Como resultado de esto, diagnosticar una intoxicación por zinc puede ser más difícil.
Colesterol bueno bajo
El colesterol HDL (el conocido como colesterol bueno) reduce el riesgo de enfermedades cardiacas ya que elimina el colesterol de las células. Esto previene, a su vez, la acumulación de placa que obstruye las arterias. Según las autoridades sanitarias, en adultos es recomendable un HDL superior a 40 miligramos por decilitro (mg/dL) en el caso de los hombres y 50 mg/dL para las mujeres. Cuanto más bajos estén los niveles, más riesgo habrá de desarrollar una enfermedad cardiaca.
Según una investigación publicada en el National Institutes of Health sobre este mineral, tomar zinc en cantidades superiores a las recomendadas puede tener efectos en el cuerpo que lleven a unos niveles de HDL bajos. No obstante, algunos estudios también indican que los suplementos de este mineral pueden mejorar los niveles de colesterol en personas que tienen problemas de salud como la obesidad o la diabetes.
Esta investigación demostró que tomar zinc en cantidades estándar, no superando lo recomendado, disminuye el colesterol LDL (el malo) y aumenta el HDL. Aunque hay diversos factores que afectan a los niveles de colesterol, estos hallazgos son algo a tener en cuenta para quienes tomen suplementos de zinc con regularidad.
Infecciones frecuentes por el consumo de zinc
El zinc tiene un papel muy importante en la función del sistema inmunológico y, por tanto, la deficiencia del mismo puede afectarla. No obstante, puede suprimir su respuesta inmunológica, como destaca un trabajo de Nutrients sobre este mineral. En estudios de probeta, un exceso de zinc disminuyó la función de las células T, un tipo de glóbulo blanco. Estas células tienen un papel fundamental en su respuesta inmunológica ya que se unen y destruyen patógenos dañinos.
Cambios en el gusto
El zinc es un mineral importante para el sentido del gusto. Es más, en caso de tener deficiencia puede dar lugar a hipogeusia, una disfunción en la capacidad para saborear. Por otra parte, los suplementos, sobre todo las pastillas y los jarabes, pueden provocar mal sabor de boca. Este síntoma se ha descubierto en estudios que investigan la eficacia de los suplementos de zinc para tratar el resfriado común.
Además, algunos estudios sugieren que los suplementos de zinc pueden reducir el tiempo necesario para superar el resfriado común. No obstante, es necesaria precaución en caso de optar por esta medida. Las dosis de zinc que proporcionan algunos remedios para el resfriado pueden estar por encima de la IG de 40mg por día. Además, también es común que aparezcan efectos secundarios.
Deficiencia de cobre
Por último, algo también peligroso es que las dosis de zinc por encima del valor recomendado pueden interferir con la capacidad del cuerpo para absorber cobre. Con el tiempo, esto puede provocar que este último sea deficiente en el cuerpo, y es un mineral esencial.
El cobre ayuda en la absorción y el metabolismo del hierro, por lo que es necesario para que se formen los glóbulos rojos. También interviene en la formación de glóbulos blancos. Los glóbulos rojos son los encargados de transportar el oxígeno a través del cuerpo, mientras que los blancos son fundamentales para su función inmunológica. La deficiencia de cobre provocada por el zinc, además, está asociada a varios trastornos sanguíneos:
- Anemia por deficiencia de hierro: es la falta de glóbulos rojos sanos debido a cantidades insuficientes de hierro en el cuerpo.
- Anemia sideroblástica: falta de glóbulos rojos sanos por la incapacidad de metabolizar el hierro de forma correcta.
- Neutropenia: falta de glóbulos blancos sanos por una interrupción en su formación.
Antes de tomar cualquier suplemento de cobre, o en caso de tener alguna condición de salud asociada a una deficiencia del mismo, es necesario consultar con un médico.
