España pierde población rural a un ritmo superior al de la media europea
Los datos de Eurostat muestran que la población en áreas urbanas ha crecido de media un 0,4% cada año, una cifra que en España es algo superior
En el periodo que va desde el año 2015 hasta 2020, la población de las zonas rurales en Europa cayó un 0,1% cada año, según las últimas cifras publicadas por Eurostat, que destaca que solo un 21% de la población de la Unión Europea vive en regiones rurales. La cifra de despoblación de estas áreas es bastante superior en España, donde se reduce un 0,7% interanual, según los cálculos hechos por Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos a raíz de las cifras detalladas de Eurostat sobre la población española dividida por grupos de edad en zonas rurales y zonas urbanas.
Además, los informes Rural Europe y Urban Europe de Eurostat destacan que la población en áreas predominantemente urbanas ha crecido de media un 0,4% cada año, una cifra que en España es algo superior y alcanza el 0,5%. En las regiones consideradas intermedias, ni rurales ni urbanas, «no se ha registrado casi cambio en la población», señalan desde el organismo europeo.
Destaca también que hay siete países miembros de la Unión Europea donde la media anual de cambio de población fue mucho mayor en las regiones predominantemente urbanas que en aquellas predominantemente rurales: Lituania, Estonia, Finlandia, Eslovaquia, Croacia, España y Rumanía.
Más en detalle, las regiones rurales con la mayor tasa de despoblación se dividen entre dos situadas en Croacia y una en Bulgaria. Las que más crecimiento han tenido están en Grecia y Alemania, con el tercer puesto para una española, El Hierro, con un crecimiento del 1.3%.
Zamora, la provincia más afectada de España
Si miramos en detalle el mapa de España, Castilla y León es la comunidad más afectada por la despoblación rural, con Zamora a la cabeza. Esta provincia, considerada predominantemente rural, pierde un 1,4% de población anualmente, según los datos de Eurostat consultados por THE OBJECTIVE.
Aunque es la que registra la cifra más elevada, todas las provincias de esta comunidad autónoma, consideradas rurales o intermedias, pierden población, con un mínimo de un 0,4%.
Más allá de Castilla y León, todas las provincias catalogadas como predominantemente rurales sufren una caída de la población. Es el caso de Ourense y Lugo, por ejemplo, así como del resto de Galicia, considerada zona intermedia, donde también hay caídas poblacionales en los años analizados.
En cuanto a los aumentos de población, se dan principalmente en las zonas urbanas y especialmente en las áreas costeras del sur y el este del país. Así, Cataluña experimentó un crecimiento de población en todas sus provincias, igual que ocurrió en la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y las provincias costeras de Andalucía.
La población rural desaparece y envejece
Además del problema que supone el éxodo rural, estas zonas se enfrentan también al envejecimiento de su población, lo que supone que la diferencia con las zonas urbanas será aún mayor en unos años.
Mientras que la población mayor de 65 años creció un 1,6% en las áreas urbanas e intermedias de la Unión Europea entre 2015 y 2020, la cifra fue del 1,8% en las zonas rurales. Al mismo tiempo, el número de residentes de entre 20 y 64 años descendió un 0,6% anual en estas regiones y un 0,7% el de los menores de 20 años, dos grupos de edad que crecieron en las ciudades, un 0,1% y un 0,3%, respectivamente. Esto «sugiere que esta gente dejó las áreas rurales para continuar su formación o buscar un trabajo», señala el informe de Eurostat.
En España, la población por debajo de los 20 años decreció un 0,85% anual entre 2014 y 2021 y el grupo de los 20 a los 64 años, un 0,86%, según destaca la organización agraria Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, que muestra su preocupación por esta situación de «abandono de las zonas rurales por parte de las generaciones más jóvenes para continuar su educación o en busca de trabajo».
Tienen especial preocupación por su sector, el de la agricultura y la ganadería, pues considera que es «fundamental defender a los productores para que puedan seguir haciendo su trabajo y dinamizando el medio rural». Insisten en que estas dos actividades económicas tienen un «importante papel en estas zonas para generar riqueza» y por eso, piden medidas que los ayuden a seguir adelante y ofrecer así opciones laborales a quienes abandonan hacia las ciudades por falta de oportunidades. Además, como muchos otros colectivos, insisten en la importancia de que se dote a estas regiones de «servicios públicos de calidad» para «poder fijar población». «Si no nos llega internet, no hay suficientes consultorios médicos y en muchas ocasiones nuestros pueblos están mal comunicados con transporte público. ¿Cómo vamos a hacer para evitar la despoblación?», denuncian.