Técnicas y ejercicios mentales para fortalecer la memoria
Un estilo de vida saludable, la música o la lectura son algunos de los factores más beneficiosos
Fotos y diferentes recuerdos | Jon Tyson (Unsplash)
La pérdida de memoria es uno de los principales síntomas de enfermedades como la demencia y el alzhéimer, ambas neurodegenerativas y asociadas a la vejez. No obstante, existen otros hechos que pueden afectar a la capacidad de almacenar recuerdos, incluso en las personas jóvenes.
La pandemia dio lugar al descubrimiento de nuevos fenómenos, como la «niebla mental». Esta afectó también a jóvenes y adultos de mediana edad y les dificultaba la capacidad de pensar y de recordar cosas sencillas. El origen de esto fue el encierro y el ambiente cargado de estresores que supusieron los casi dos años de alerta sanitaria y el confinamiento.
La memoria parece ser algo que cada vez preocupa más a las personas y, aunque no hay que ganar ningún concurso de recordar cosas, sí que es importante poder trabajar y ejercitar la capacidad de almacenar y generar nuevos recuerdos. Así será posible dilatar la pérdida de memoria para poder tener una mejor calidad de vida en la vejez o, al menos, más autónoma.
Factores de riesgo en la pérdida de memoria
El neurólogo de la Clínica Alemana Felipe Vial explica en La Tercera que, al hablar de pérdida de memoria, existen diversos factores de riesgo. Estos están divididos entre tratables y no tratables; estos últimos son los relacionados con la edad y, por tanto, son irreversibles.
Por otra parte, entre las tratables están aquellas causas que «si no se manejan van a producir un daño crónico en el cerebro, al igual que en otros órganos. Por ejemplo, la hipertensión arterial, el colesterol alto, la obesidad, una diabetes mal cuidada o los constantes golpes en la cabeza son riesgosos, como se ha visto en boxeadores».
Es en este grupo donde entrarían también las consecuencias que han tenido el confinamiento y la pandemia en la salud mental de las personas, independientemente de su edad. La ansiedad, el estrés y la depresión que provocan situaciones como esa terminan por mermar la capacidad neuronal y, con esto, afectan también a la memoria.
Camila Calfío es doctora en Biotecnología e investigadora del Centro Internacional de Biomedicina (CCI), lugar en el que estudia métodos para combatir el Alzheimer. Explica, en el mismo medio, que «el estrés provoca que se libere cortisol, una hormona que en altas concentraciones, y con alta permanencia en el tiempo, se vuelve tóxica, matando a las neuronas. Así es cómo se van perdiendo recuerdos. Y cuando muere una neurona no es como la piel; al contrario, es muy difícil que se regenere». Por eso, «hay que tratar de mantener un equilibrio en la vida, y cuando haya un agente estresor uno lo pueda sobrellevar lo mejor posible».
Un estilo de vida saludable tiene impacto en la memoria
Uno de los consejos básicos para llevar una buena alimentación es el consumo de: verduras, frutas, legumbres y preferir las carnes blancas a las rojas. Además, es aconsejable evitar los alimentos con poco aporte nutricional y alto aporte calórico de azúcares, grasas saturadas y sodio.
En cuanto al ejercicio, los expertos mantienen que unos 30 minutos de actividad física diaria son suficientes para obtener múltiples beneficios para la salud. «A los adultos mayores les diría que se mantengan activos física y cognitivamente. Y a los jóvenes, les recordaría que algún día llegarán a viejos y es mejor cuidarse desde temprano», señala Vial.
Leer y escuchar música
Según los expertos, un buen libro o un álbum musical son un gran estimulante para el cerebro. Hay algunas melodías que pueden ayudar a relajar y liberar estrés, igual que ocupar el tiempo con una buena historia. Además, Calfío destaca que «imaginar lo que vas leyendo es súper bueno».
Las matemáticas son buenas para ejercitar la memoria
Aunque haya quienes nunca han sido muy buenos en esta asignatura, la resolución de problemas expresados en números es una forma muy buena de hacer trabajar el cerebro y fortalecer las conexiones neuronales. «Significa que tienes que recordar cómo se debe resolver un ejercicio», explica Calfio. Otra forma de hacerlo es jugando sudokus ya que, al final, son como un puzzle matemático.
Probar la capacidad de reconocimiento
Esto es especialmente importante en personas mayores. Una forma de trabajar la memoria es reconociendo señalizaciones de tráfico, rostros en fotografías o vídeos o recordando números de teléfono. Todo esto permite mantener el contacto con los recuerdos. «Mientras más tiempo se pase sin trabajar los recuerdos, más difícil será luego recuperarlos», explica Calfío. Otra recomendación es hacer puzzles, sopa de letras o rompecabezas de distinto tipo.
