Por qué es peligroso para la salud íntima usar ropa interior negra
Los tintes empleados para teñir el tejido de la ropa interior en tonos oscuros pueden causar irritación en la vulva y desencadenar alergias
Las infecciones vulvovaginales son comunes en aproximadamente el 75% de las mujeres en algún momento de sus vidas. Estas infecciones constituyen alrededor del 20% de las consultas ginecológicas tanto en atención primaria como en atención especializada, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.
En ocasiones, la inflamación en la zona vulvar o vaginal no se debe a una infección, sino que puede tener su origen en una irritación o una reacción alérgica.
Vaginitis alérgica o irritativa
La vaginitis de origen alérgico o irritativo puede aparecer por diferentes causas. Entre ellas, por el uso de ciertos materiales en la ropa interior, por la aplicación de productos de higiene íntima, por el látex de preservativos, por las compresas, cosméticos o detergentes empleados para lavar la ropa.
Para tratar el problema, es importante identificar el motivo que causa la alergia y evitar su uso en la medida de lo posible.
Ropa interior negra
A las lista de factores irritantes que pueden causar vaginitis, debemos sumar el uso de ropa interior negra. Los ginecólogos advierten sobre los posibles problemas que pueden surgir al usar braguitas de colores oscuros de forma regular.
La exposición a productos químicos es mayor en la ropa de tonos oscuros en comparación con las prendas blancas o de colores claros. Los tintes empleados para teñir el tejido de la ropa interior en tonos negros, azules u otros colores oscuros pueden causar irritación en la vulva y desencadenar alergias o sensaciones de picor.
Por ello se recomienda el uso de ropa interior de color claro para todos los días y dejar la oscura para ocasiones excepcionales.
Recomendaciones para cuidar la salud íntima
Afortunadamente, existen procedimientos muy fáciles que se pueden seguir para cuidar la zona íntima y prevenir la vaginitis:
- Mantén una buena higiene: lava la zona con agua tibia y un jabón suave y sin fragancia. Evita el uso de productos perfumados o irritantes que puedan desequilibrar el pH vaginal.
- Evita lavados vaginales: no es necesario limpiar el interior de la vagina, ya que tiene su propio mecanismo de autolimpieza. Las duchas vaginales pueden alterar la flora vaginal y aumentar el riesgo de infecciones.
- Usa ropa interior de algodón 100%: opta por prendas íntimas de algodón transpirable, ya que permiten una mejor ventilación y absorción de la humedad, reduciendo así el riesgo de irritación. La aparición afecciones es más probable si se usan tejidos sintéticos.
- Evita ropa ajustada: el uso de ropa ajustada y de materiales sintéticos puede crear un ambiente húmedo y propicio para el crecimiento de bacterias. Opta por prendas holgadas y transpirables.
- Cambia la ropa húmeda: después de hacer ejercicio o nadar cambia rápidamente la ropa húmeda para mantener la zona genital seca.
- Practica una buena higiene sexual: es importante utilizar preservativos para evitar las infecciones de transmisión sexual y orinar después de mantener relaciones sexuales para eliminar bacterias.
- Evita el uso excesivo de antibióticos: los antibióticos pueden alterar el equilibrio natural de bacterias en la vagina y aumentar el riesgo de vaginitis. Úsalos solo cuando sean necesarios y bajo supervisión médica.
- Mantén un sistema inmunológico saludable: una dieta equilibrada, ejercicio regular, descanso adecuado y manejo del estrés pueden fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a prevenir infecciones.
- Usa detergentes suaves y neutros: lavar la ropa interior con este tipo de detergentes reducirá el riesgo de padecer enfermedades en la zona íntima.
Dermatitis por contacto textil
Este problema de irritación en la zona íntima también puede ocurrir en otras partes del cuerpo y se conoce como dermatitis por contacto textil.
La irritación se debe a los tintes, pegamentos, resinas con formaldehído y aditivos químicos utilizados en la fabricación de telas. Además, las prendas pueden acumular polvo o bacterias durante su almacenamiento, por lo que se recomienda lavar la ropa antes de usarla para evitar el contacto directo con nuestra piel.