La carne de laboratorio quiere llegar a Europa: Suiza recibe la primera solicitud del continente
Una empresa israelí quiere comercializar sus productos en Suiza de la mano de una gran cadena de supermercados
La carne de laboratorio quiere hacerse un hueco en Europa. Tras la aprobación de este tipo de productos en Estados Unidos, Israel y Singapur, la empresa Aleph Farms ha presentado la primera solicitud para comercializar su carne ante la Oficina Federal de Seguridad Alimentaria y Asuntos Veterinarios de Suiza, que ahora tendrá que analizar si este alimento cumple las condiciones para salir al mercado.
El objetivo, explica la empresa, que tiene su sede en Israel, es vender la carne de su marca Aleph Cuts en el país, en colaboración con la cadena de supermercados Migros, «que ha sido fundamental en el asesoramiento sobre el proceso de aprobación específico en este país».
Junto a Migros, han realizado una investigación de mercado y aseguran que el 74% de los consumidores suizos están abiertos a probar la carne cultivada en laboratorio y lo harían principalmente «por curiosidad y por un deseo de alinearse con los principios de sostenibilidad y bienestar animal».
Desde Aleph Farms explican que la compañía está apoyándose en la experiencia y la infraestructura de los líderes en producción alimentaria, como Migros, que lleva invirtiendo en la compañía desde el año 2019, para acelerar el proceso y el crecimiento de la empresa y lograr la comercialización en más países.
Además de la comercialización en los supermercados, como parte del acuerdo con Migros, Aleph Farms se ha comprometido a desarrollar una estrategia para, si logran la aprobación de las autoridades, distribuir y comercializar la carne de Aleph Cuts en canales de gastronomía sofisticada en Suiza.
Por el momento, el estado de la solicitud, consultada por THE OBJECTIVE, aparece como «en proceso», por lo que todavía no hay más información sobre el sentido de la decisión que puede tomar Suiza.
¿Qué es exactamente la carne de laboratorio?
Este tipo de carne es un alimento creado en un laboratorio a partir de células o tejidos de animales. Para elaborarla hay que llevar a cabo un «proceso complejo y caro», según explica la organización de consumidores OCU, que explica que «hay que extraer las células del animal, aislarlas y purificarlas eliminando posibles contaminantes, añadir los compuestos necesarios», entre otras acciones que se dividen en cuatro etapas: selección, aislamiento y preparación de las células; multiplicación celular en un biorreactor a gran escala; extracción de los tejidos o células y procesado del producto final.
Aunque la investigación para crear este alimento comenzó a principios de los años 2000, el desarrollo final se presentó al público en 2013, cuando un grupo de investigadores de la Universidad de Maastricht, en Países Bajos, presentó una hamburguesa de ternera hecha con esta técnica en una conferencia de prensa en Londres.
La primera carne de laboratorio en comercializarse fueron unos nuggets de pollo en Singapur y en la actualidad, al menos 76 empresas, según señala un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) están desarrollando alimentos similares, entre los que también hay pescado, desde 2013 en 22 países diferentes.
Aprobada solo en tres países
Tras la aprobación en Singapur por primera vez, solo Israel y Estados Unidos han dado el mismo paso y han permitido la comercialización de algún tipo de carne cultivada en laboratorio en los últimos años. Este último lo hizo hace tan solo unos meses, a finales del año 2022.
Además, en Europa se ha dado un paso que, aunque aún lejano a la comercialización de cara al público, acerca la posibilidad de hacer realidad su disponibilidad para los consumidores. El Gobierno de Países Bajos anunció en julio la aprobación de la degustación en entornos controlados en colaboración con dos productores de carne cultivada, Meatable y Mosa Meat. Una noticia que llega después de la creación de un código de buenas prácticas para el sector.
Para que se aprobara su venta en la Unión Europea, primero tendría que tener una evaluación positiva por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que ya avisó en mayo de que la carne de laboratorio estaba lista para revisarse científicamente. Después, cada empresa deberá presentar una solicitud de autorización a la Comisión Europea.
Dentro de la Unión Europea, el panorama difiere mucho entre países. Desde la apertura que se ha visto en Países Bajos, por ejemplo, hasta situaciones opuestas como la de Italia, donde en abril se aprobó un proyecto de ley para prohibir su producción, comercialización y uso en el país.
Está por ver si Suiza se convierte en el primer país en venderla, pero a la carne de laboratorio aún le queda camino por recorrer para hacerse un hueco en los lineales del supermercado.