España, a la cola de Europa en muertes relacionadas con el consumo de alcohol
Los países mediterráneos sufren menos enfermedades y fallecimientos a causa de esta sustancia
España se situó en la cola de los países europeos con más tasas de muertes por enfermedades y desórdenes mentales relacionados con el consumo de alcohol en toda Europa en el año 2020. Mientras Eslovenia, Polonia y Dinamarca lideran este ranking con datos hasta 34 veces superiores a los españoles, los territorios mediterráneos –España, Chipre, Malta, Italia y Grecia- son los que se sitúan en una mejor posición.
La información proviene de Eurostat, que en el mes de octubre ha publicado su estadística sobre las muertes relacionadas con el abuso de alcohol en todos los territorios comunitarios y afirma que en el año de la pandemia del Covid-19 los españoles se mantuvieron en la zona baja de la tabla con una media de 0,5 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la media de la UE -3,6- y a una distancia muy superior a la registrada en naciones como Eslovenia -17,33-, Polonia -10,5- o Dinamarca -7,32-.
El alcohol, un peligro para la salud
Las muertes por esta enfermedad no son una cuestión menor y se repiten alrededor de todo el globo. La Organización Mundial de la Salud alertaba de que trataba de la sustancia psicoactiva más consumida a nivel mundial y que sus efectos, a corto y a largo plazo, eran nocivos para la salud del consumidor.
También señala puede provocar al menos 200 tipos de enfermedades y trastornos, entre los que se encuentran los mentales ya mencionados así como otros físicos tales como mentales y comportamentales, incluido el alcoholismo e importantes enfermedades no transmisibles tales como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares; por no hablar de los efectos que puede tener sobre el feto si quien lo consume está embarazada. De esta forma, puede afirmarse -y así lo explica el Gobierno de España- que no existe un consumo mínimo recomendable.
En lo que refiere a muertes, la OMS atribuye al alcohol más del cinco por ciento. Las defunciones por el consumo de esta sustancia pueden producirse o bien por los efectos que esta tiene en la salud del consumidor o por los efectos físicos que provoca, que pueden llevar a accidentes de tráfico, a caídas o lesiones de enorme gravedad. El informe del organismo alerta además de que se ha establecido una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y la incidencia y el desenlace de enfermedades infecciosas como la tuberculosis y el VIH/Sida.
Demencia, alzhéimer…
Volviendo al informe de Eurostat, destacar que el desarrollo de enfermedades como la demencia se ven espoleadas por el habitual consumo de estas sustancias: «Esta enfermedad destaca en el número total de muertes relacionadas con trastornos mentales y del comportamiento. En 2020, entre todas las muertes por trastornos mentales y del comportamiento, la demencia fue responsable de 32,6 muertes por cada 100 000 habitantes, un notable repunte si se compara con 2011 (23,3 muertes por cada 100 000 habitantes). La demencia es la principal causa de muerte por trastornos mentales y del comportamiento entre las personas mayores de 65 años».
En lo relativo al caso español, el Gobierno ya se pronunció sobre los hábitos de consumo de los ciudadanos españoles en un informe que puede consultarse en este enlace. En él, defienden que empezamos a beber a los 14 años de media (tanto en hombres como en mujeres, aunque en este último sector de la sociedad se da un mayor consumo promedio) y que el 77,9 % de los estudiantes de esta edad hasta los 18 años reconoció haber consumido alcohol alguna vez en la vida. En la población general de entre 15 a 64 años, el consumo es elevado, ya que el 93% de los encuestados reconoce que ha consumido alcohol alguna vez en su vida, mientras que el 77,2% lo habían hecho durante el último año y el 63% durante el último mes. Este indicador no ha disminuido en los últimos veinte años.
Con los datos de Eurostat y el informe del Ministerio de Salud en la mano, puede afirmarse que el consumo de alcohol de los españoles durante el año de la pandemia fue menor que el del curso anterior. El texto del Ejecutivo resalta que este descenso se produjo en ambos sexos y en todos los rangos de edad, aunque destaca que, en especial, «se redujeron los episodios de consumo intensivo en los grupos más jóvenes», es decir los conocidos como «botellones». El Gobierno señala en este informe que el confinamiento y las posteriores medidas sobre la movilidad y la reunión de los ciudadanos prueban que los planes «de prevención ambiental que disminuyen la oferta y disponibilidad son eficaces para reducir el consumo de alcohol, sobre todo entre jóvenes y menores».