El Papa hace un alegato contra las armas y pide el fin de la guerra entre Israel y Hamás
«¿Cómo se puede hablar de paz si la producción, la venta y el comercio de armas aumentan?», ha criticado
El papa Francisco se ha referido a la situación en Oriente Próximo en su mensaje de Navidad, en el que ha hecho un alegato contra las armas y ha reclamado que «no se siga alimentando la violencia y el odio, sino que se encuentre una solución a la cuestión palestina por medio de un diálogo sincero y perseverante entre las partes, sostenido por una fuerte voluntad política y el apoyo de la comunidad internacional». «Hermanos y hermanas, recemos por la paz en Palestina y en Israel», ha dicho.
Así lo ha puesto de manifiesto desde la logia central de la basílica vaticana, a la que se ha asomado para leer el mensaje de Navidad e imponer, posteriormente, la bendición urbi et orbi a todos los que han escuchado su mensaje. Unas 70.000 personas han seguido en directo este año su mensaje, según fuentes Vaticanas.
De este modo, ha deseado que llegue la paz en Israel y Palestina, «donde la guerra sacude la vida de esas poblaciones». «Un abrazo a ambas, en particular a las comunidades cristianas de Gaza, la parroquia de Gaza, y de toda Tierra Santa», ha dicho.
También ha suplicado que cesen las operaciones militares, con sus «dramáticas consecuencias» de víctimas civiles inocentes, y que se remedie la «desesperada» situación humanitaria permitiendo la llegada de ayuda. Y ha advertido de que para decir «no a la guerra», es necesario decir «no a las armas». «¿Cómo se puede hablar de paz si la producción, la venta y el comercio de armas aumentan? Hoy, como en el tiempo de Herodes, las intrigas del mal, que se oponen a la luz divina, se mueven a la sombra de la hipocresía y del ocultamiento. Cuántas masacres, debidas a las armas, ocurren en un silencio ensordecedor, a escondidas de todos», ha lamentado.
En este sentido, ha pedido que se conozca cuántos fondos se destinan a armamento y que se hable y se escriba sobre ello para que «se conozcan los intereses y los beneficios que mueven los hilos de las guerras».
Belén «en los corazones»
Francisco ha comenzado su mensaje de Navidad acordándose de Belén, como hizo también en la homilía de la Misa de Nochebuena. «La mirada y el corazón de los cristianos de todo el mundo se dirigen hacia Belén. Allí, donde en estos días reinan dolor y silencio, resonó el anuncio esperado durante siglos. Les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor», ha exclamado.
El Papa ha presidido su undécima Navidad en el Vaticano y en sus discursos públicos está muy presente la situación en Oriente Próximo y estos días, en concreto, las dificultades para que los cristianos de Tierra Santa celebren la Navidad. De hecho, en la homilía de la Misa de Nochebuena, celebrada este domingo, el Pontífice comenzó con un recuerdo a la ciudad de Belén, en Cisjordania, vacía estos días de peregrinos y sin signos de celebración.
El pontífice se ha preguntado en su mensaje cuántas matanzas de inocentes hay en la actualidad en el mundo: en el «vientre materno, en las rutas de los desesperados que buscan esperanza, en las vidas de tantos niños cuya infancia está devastada por la guerra». «Son los pequeños Jesús de hoy. Estos niños cuya infancia es devastada por la guerra, por las guerras. Decir sí al Príncipe de la Paz significa decir ‘no a la guerra’, y esto con valentía, decir no a la guerra, a toda guerra, a la misma lógica de la guerra», ha reflexionado.
La paz en Ucrania
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En su mensaje de Navidad, el Papa se ha acordado también de Ucrania, para la que ha «implorado» la paz. «Renovemos nuestra cercanía espiritual y humana a su martirizado pueblo», ha instado.
Además, se ha dirigido a la población de la «martirizada Siria, como también a la de Yemen, que «sigue sufriendo», y al pueblo libanés para que «pueda recuperar pronto la estabilidad política y social», y a Armenia y Azerbaiyán, para que llegue la paz definitiva entre ambas.
Pero también se ha referido a las «tensiones» y «conflictos» que perturban a las regiones del Sahel, el Cuerno de África y Sudán, como también a Camerún, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Al igual, que de la península coreana, para la que ha pedido que se den vínculos fraternos, abriendo vías de diálogo y reconciliación que puedan crear las condiciones para una paz duradera.