Estos serán los perfiles profesionales del futuro ante la avalancha de jubilaciones que viene

Cuando se habla de profesiones con futuro, el foco suele ponerse en los avances tecnológicos que la sociedad experimenta y en cómo estos crearán nuevos puestos de trabajo y harán desaparecer otros. En este sentido, por ejemplo, en los últimos tiempos se ha producido una auténtica fiebre por la inteligencia artificial, con la aparición de centenares de cursos, másteres y hasta grados universitarios, una realidad basada en la esperanza de que esta tecnología constituya, en el ámbito laboral, una ventaja competitiva en un futuro cercano.

Sin embargo, el futuro del mercado de trabajo no está necesariamente marcado por los últimos hitos técnicos, sino que en ocasiones tiene que ver con transformaciones sociales más prosaicas. Es lo que ocurre, por ejemplo, con la pirámide poblacional. España lleva años instalada en un proceso de progresivo envejecimiento que cada vez se hace sentir más en el ámbito laboral. Así, nuestro país alcanzó en 2023 un hito demográfico sin precedentes al superar las 2,5 millones de personas en edad de jubilación. Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hablan de un fenómeno que marca el comienzo de una transformación en la demanda laboral, dando lugar a una creciente necesidad de profesionales especializados en el cuidado de la salud y servicios dirigidos a la tercera edad.

Ante este escenario, desde ILERNA, centro de Formación Profesional online con más de 50 años de experiencia en el sector educativo, destacan la importancia de prepararse para los desafíos que plantea esta nueva dinámica demográfica. Según la plataforma, los perfiles profesionales más demandados en los próximos años serán el de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería y el de Técnico Superior en Integración Social.

La tendencia del envejecimiento de la población en España presenta oportunidades significativas para aquellos que buscan carreras con propósito y crecimiento. Los Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería desempeñarán un papel crucial en proporcionar atención de calidad a las personas mayores, mientras que los Técnicos Superiores en Integración Social jugarán un papel vital en mejorar la calidad de vida y la inclusión de los mayores en la sociedad.

Formación profesional especializada para el futuro laboral

El ciclo formativo de Grado Superior de Integración Social ofrece diversas salidas profesionales que responden a las necesidades emergentes de una sociedad en transformación. Quienes completan este programa pueden emplearse como dinamizadores o educadores en residencias y centros sociales, desempeñando un papel muy relevante en el bienestar y la integración de diversos colectivos.

Por otro lado, el título de Técnico/a en Cuidados Auxiliares de Enfermería es una figura imprescindible en el proceso asistencial. Este ciclo formativo proporciona los conocimientos necesarios para trabajar en hospitales, centros sanitarios, centros de día para mayores o geriátricos, atendiendo a pacientes, preparando los diferentes materiales, dando apoyo psicológico y practicando curas auxiliares de enfermería.

Ocho de cada 10 estudiantes de ambos ciclos son mujeres

Se da la circunstancia de que estas profesiones, y en general casi todas las del ámbito socio-sanitario, están muy feminizadas. Según datos de ILERNA, un 80% de los estudiantes que optan al título de Técnico/a en Cuidados Auxiliares de Enfermería y al ciclo de Integración Social son mujeres, una cifra que refleja la prevalencia femenina en áreas relacionadas con la atención médica y social.

Además, ILERNA destaca que el perfil de edad de estas estudiantes se concentra principalmente entre los 25 y 40 años. Además, más de la mitad de los estudiantes —un 52%— procede directamente de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), mientras que un 48% cuentan con experiencia universitaria. Este equilibrio demuestra que estos programas atraen a perfiles muy dispares.

Lo cierto es que el sistema sanitario en conjunto se verá progresivamente presionado en los próximos años por el envejecimiento de la población, lo que llevará a su vez a un aumento de demanda laboral. Esta realidad se observa en la última convocatoria de plazas de Formación Sanitaria Especializada (FSE), que ha sido la mayor de la historia con 11.607 puestos abiertos por el Sistema Nacional de Salud. A pesar de ello, para algunos la cifra se queda corta. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid ha reclamado al Ministerio de Sanidad un incremento de las plazas no solo para MIR, sino para otras categorías como los EIR (Enfermero Interno Residente) o Psicología Clínica (PIR).