¿Por qué duelen los oídos en el avión? Consejos eficaces para evitar esta molestia
Aunque no es lo habitual, existe la posibilidad de que los cambios de presión ocasionen la ruptura del tímpano
La experiencia de viajar en avión a menudo se ve ensombrecida por un inconveniente tan común como incómodo: el dolor de oídos.
Esta molestia que experimentan muchos pasajeros, especialmente durante el despegue y el aterrizaje, puede convertirse en un gran problema que lleve incluso a tomar la decisión de evitar este medio de transporte en la medida de lo posible.
¿Qué hay detrás del dolor de oídos en el avión?
Cuando nos preparamos para despegar o aterrizar en un avión, a menudo nos enfrentamos a una molestia incómoda: el dolor de oídos. Este problema puede variar de persona a persona, pero sus causas son diversas y pueden tener un impacto significativo en nuestra experiencia de vuelo. Aquí te presentamos algunas de las razones más comunes detrás de este dolor:
- Presión del aire: durante los cambios de altitud en el despegue y aterrizaje, la rápida variación en la presión del aire puede desencadenar dolor en los oídos.
- Bloqueo del conducto auditivo: la acumulación de cera, la inflamación de la trompa de Eustaquio o infecciones pueden obstruir el flujo de aire, generando molestias durante el vuelo.
- Presión desigual: la falta de equilibrio en la presión del aire entre el oído medio y el entorno puede causar dolor e incomodidad.
- Altitud elevada: a medida que ascendemos, la disminución de la presión del aire puede provocar sensaciones dolorosas en los oídos.
- Sensibilidad individual: algunas personas son más susceptibles a los cambios de presión y pueden experimentar dolor incluso en vuelos cortos.
Además de estas causas comunes, existen otros factores menos frecuentes que también pueden contribuir al dolor de oídos en vuelos, como infecciones previas, acumulación de cera, enfermedades del oído, problemas de sinusitis, obstrucción nasal, alergias, historial de buceo reciente, lesiones en el oído y el uso excesivo de auriculares.
Consejos para evitar el dolor de oídos en los vuelos
El dolor de oídos puede llegar a ser muy frustrante para muchos viajeros, pero existen estrategias que pueden ayudar a mitigar este malestar:
- Masticar chicles: durante el despegue y el aterrizaje, masticar chicle puede ayudar a equalizar la presión en los oídos y aliviar el malestar.
- Usar tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido: reducir el ruido del avión y minimizar la presión del aire en los oídos puede ser efectivo al utilizar tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido.
- Mantenerse hidratado: beber suficiente agua antes y durante el vuelo ayuda a mantener los senos nasales y los conductos de los oídos hidratados, lo que puede reducir el malestar.
- Realiza movimientos de mandíbula y garganta: bostezar, mover la mandíbula y tragar con frecuencia pueden ayudar a despejar los conductos de los oídos y aliviar la presión.
- Aplicar calor: utilizar compresas tibias o un paño caliente sobre los oídos puede aliviar el dolor durante el vuelo.
- Mantener la boca cerrada: especialmente durante el descenso ya que puede prevenir obstrucciones en los conductos de los oídos y ayudar a igualar la presión.
- Controla el consumo de alcohol y cafeína: estas sustancias pueden deshidratar el cuerpo y agravar el dolor de oídos, por lo que es recomendable limitar su ingesta antes y durante el vuelo.
Además, al viajar con niños, es útil animarles a abrir y cerrar la boca durante el despegue y el aterrizaje. Proporcionarles un biberón, chupete o amamantar durante estos momentos, puede ayudar a minimizar el impacto en sus oídos y garantizar un vuelo más cómodo para todos.
¿Se puede llegar a romper el tímpano?
Aunque no es lo habitual, existe la posibilidad de que los cambios de presión durante el despegue y el aterrizaje puedan ocasionar una ruptura del tímpano. Para mitigar este riesgo, se aconseja emplear técnicas como masticar chicle, bostezar o utilizar tapones para los oídos con el fin de equilibrar la presión de manera efectiva.
Siempre lo más recomendable es consultar el problema con un especialista médico para obtener orientación específica.