Cómo curar la ansiedad o los ataques de pánico para siempre en cuatro sencillos pasos
Rafael Santandreu, uno de los psicólogos más prestigiosos del país, ha creado el método definitivo para vivir ‘Sin miedo’
La persona puede llegar a ser "libre, poderoso y feliz" | Pixabay
Existe un método definitivo que promete poner fin a cualquier miedo agudo sin necesidad de recurrir a los fármacos. Ya sean ataques de ansiedad, de pánico, obsesiones (TOC), hipocondría, timidez o cualquier otro temor irracional, con su aplicación, se podrá reconfigurar el cerebro y convertir a la persona en un ser «libre, poderoso y feliz». Así lo explica el autor y psicológo, Rafael Santandreu en su libro Sin miedo (Grijalbo).
¿En qué consiste el método de los cuatro pasos?
El método de Rafael Santandreu se compone de cuatro pasos: «afrontar», «aceptar», «flotar» y «dejar pasar el tiempo».
Los dos primeros pasos implican enfrentarse diariamente al miedo y a los síntomas, así como aceptarlos completamente. Es importante perder el miedo al malestar, comprendiéndolo a fondo y estableciendo una relación de amistad con él.
El paso de «flotar» ocurre cuando la persona comienza a sentirse cómoda dentro de su malestar, aprendiendo a convivir con él de manera más tranquila. Por último, «dejar pasar el tiempo» implica no tener prisa y perseverar a lo largo de semanas o meses hasta que la ansiedad y el miedo irrancional comiencen a disminuir gradualmente.
Entregarse para sanar
Santandreu enfatiza que la clave para superar la ansiedad es enfrentarla directamente. Para curar por completo hay que experimentar los síntomas: sentir las palpitaciones, los temblores y mareos, una y otra vez, con la seguridad de que muchas personas han pasado por lo mismo y han salido adelante.
El paciente debe intentar rendirse y relajarse dentro del torbellino de emociones. Muchas personas logran hacerlo al distraerse con actividades como leer o limpiar. La clave es permanecer en este lugar el tiempo necesario hasta que la mente deje de experimentar el miedo. Según Santandreu, la verdadera fortaleza y transformación ocurren cuando optamos por enfrentar el miedo en lugar de huir de él.
Exponerse al miedo
A menudo, el trastorno de ansiedad se diagnostica junto con un fénomeno llamado agorafobia. Este fénomeno tiene que ver con el miedo a los espacios abiertos. Sin embargo, Santandreu está convencido de que el paciente no teme a los espacios abiertos en sí. Teme a todo lo que implique alejarse de su casa por miedo a que el ataque de ansiedad llegue en un espacio no conocido.
De ahí que las personas con ataques de ansiedad piensen que el lugar más seguro es su casa, donde puede recibir ayuda de forma inmediata ya sea de un familiar o de una ambulancia. Es muy habitual que los pacientes experimenten miedo a conducir, a viajar, a asistir a conciertos, a las aglomeraciones, etc.
La solución es hacer lo contrario. Evitar las situaciones temidas solo alimenta los temores irracionales. Por eso hay que alejarse de casa, conducir, asistir a conciertos e ir a lugares muy concurridos. En definitiva, dejar de protegerse, exponerse al miedo, experimentarlo y comprobar que al final, nunca pasa nada.
Santandreau hace hincapié en que «no nos vamos a morir, ni a volvernos locos ni nada por el estilo. Se trata solo de sensaciones desagradables sin importancia, y si aprendemos a no tenerles miedo, desaparecerán por completo».
Para curar, hay que buscar la ansiedad intencionadamente
Para llevar la delantera, según el psicológo, existe una estrategia que implica ir en busca de la ansiedad todos los días. Programar un momento del día para exponerse a las posibles sensaciones de forma voluntaria. Eso sí, la exposición debe ser lo más intensa posible.
Tras realizar exposiciones programadas durante un período de tiempo, Santandreu está convencido de que llega un momento en el que ocurre una curación completa, casi como si de tratara de un milagro.
