Egilona abre el capítulo de la Edad Media española
La dos veces reina, fue una mujer atrapada entre dos culturas, entre dos épocas, goda y árabe, cristiana y musulmana
No es mucho lo que sabemos sobre Egilona, pero hay dos datos que son seguros: que fue esposa del rey godo don Rodrigo cuando éste pereció en combate frente a los invasores musulmanes en julio de 711 en la fatídica batalla de los Montes Transductinos (mal llamada batalla del Río Guadalete), y que poco después se casó de nuevo con Abd al-Aziz, hijo de Musa ibn Nusáir, quien fue el conquistador definitivo del reino visigodo de Spania y su primer valí (gobernador). Egilona, la dos veces reina, fue una mujer atrapada entre dos culturas, entre dos épocas, goda y árabe, cristiana y musulmana.
Podemos leer en la Crónica Mozárabe del 754: «Rodrigo marchó a las montañas transductinas para luchar contra los árabes y los moros y cayó en esta batalla al abandonarlo traidoramente el ejército godo […]. Y así, ignominiosamente, perdió su trono y su patria».
Por la Crónica mozárabe también sabemos que Abd al-Aziz quiso ocupar el trono de Spania y emanciparse del dominio califal, influenciado por el consejo de su esposa, Egilona, la viuda del rey Rodrigo. Esta última, después de haber contraído nupcias con el enemigo de su difunto esposo, siguió haciéndose llamar reginam Spanie (reina de España), lo que probablemente confirió a Abd al-Aziz respaldo y legitimidad suficientes como para plantear una ruptura con el poder omeya de Damasco. Recordemos que con al Ándalus se crea una nueva entidad política integrada como provincia del gigantesco imperio del califa de Damasco, y en esa nueva entidad pervivió durante décadas el nombre de Spania. Egilona, sin duda, tuvo que jugar un papel clave, destacándose como una figura de considerable influencia y poder.
José Soto Chica acaba de publicar la novela Egilona, reina de Hispania con la editorial Espasa, por lo que he aprovechado para hacerle algunas preguntas sobre esta reina tan desconocida. Soto, aparte de novelista, es historiador y uno de los mejores, un gran referente a la hora de estudiar la tardoantigüedad. Primero me aclara que la Edad Media española realmente empieza en el año 711, ya que «los visigodos son una continuación de la Roma tardía en Hispania, la prolongan culturalmente e incluso reivindican políticamente ser los herederos de Roma». Egilona es una reina que «abre el capítulo de la Edad Media española», al igual que «Isabel de Castilla es la que cierra ese capítulo y abre España al mundo moderno».
La reina Isabel es uno de los personajes más importantes de la historia de España, sin embargo, Egilona es una gran desconocida. Y tiene su explicación. Soto Chica afirma que Egilona es una figura muy incómoda: «Incómoda para los cristianos que la van a tener por una traidora al ser la esposa del último rey cristiano que combate y muere contra el invasor. E incómoda para los musulmanes, pues se casó con Abd al-Aziz, alguien que osó desafiar al califa de Damasco, por lo que se le va a vituperar y se le va a privar de sus éxitos, que fueron muchos. A Egilona no la perdonaron ni los cristianos ni los musulmanes. Y se cubrió de leyendas. Para los musulmanes fue una mujer fatal, una Salomé, una nueva Eva, una reina que arrastra a su segundo esposo a la perdición, tratándolo de llevar por el camino de la rebelión, queriéndolo incluso convertir al cristianismo».
Egilona fue una mujer importantísima y, aunque el feminismo hegemónico del siglo XXI muchas veces trata de afianzar la idea de que las mujeres del pasado siempre tuvieron un papel secundario lleno de opresión y de olvido, es una imagen que no se corresponde con la realidad: «La mujer siempre ha estado ahí y ha tenido un papel fundamental en la política y en la cultura. Otra cosa es que cierta historiografía haya intentado relegar y oscurecer su memoria, pero los hechos son los hechos. El número de mujeres importantes en el medievo hispano es muy numeroso: Gala Placidia (hija de un emperador hispano), Gosvinta, Baddo, Liuvigoto, Urraca I de León, Beatriz de Suabia, Berenguela… y, por supuesto, Isabel de Castilla».
Soto Chica matiza que no solo en el mundo hispano la mujer tuvo un papel destacado: «Ocurre en todo el mundo Mediterráneo, a un lado y al otro. Tienes, por ejemplo, a una Ana Comnena, hija del emperador, que trata de conseguir el poder para ella en contra de su hermano Juan, pero que también es experta en matemáticas, geometría, astronomía y una de las mejores historiadoras de todos los tiempos. Tienes también a Hildegarda de Bingen, doctora de la Iglesia, filósofa, que conoce la alquimia, compone música, que inventa idiomas… Poca gente sabe que en Fez en 859 se funda una universidad y que esa universidad la funda una mujer. Exacto, la primera universidad del mundo musulmán la funda una mujer. Y podríamos seguir y seguir…».
El mundo musulmán de los siglos VIII y IX era muy diferente al actual, y no tan diferente del mundo cristiano. ¿Le costó adaptarse a Egilona? Es una pregunta que todo medievalista que se precie tiene que afrontar. Soto Chica me responde: «El islam y el cristianismo, por lo tanto, la civilización visigoda y la civilización árabe del 711, estaban mucho más próximas culturalmente hablando de lo que estarían en 1492. El islam del 711 es una religión en formación, más cerca de sus raíces judías, cristianas, zoroastrianas y samaritanas. Pero, además, estamos hablando de un islam que proviene del norte de África en un ámbito latino, es decir, con población cristiana que habla latín. Muchos de los conquistadores que acompañaron a Musa y a Abd al-Aziz provenían del norte de África. Por lo tanto, el choque cultural, que lo hubo, no fue tan grande, mucho menor del que pudo haber en el siglo XV entre una orilla y otra del Mediterráneo».
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