El Ayuntamiento de Barcelona y la entidad social Hàbitat3 comprarán la Casa Orsola
Este edificio se ha convertido en símbolo de la lucha de los inquilinos contra la especulación en el ámbito de la vivienda

Cientos de personas se concentran ante la Casa Orsola para evitar el desahucio de un vecino. | Quique García (EFE)
El Ayuntamiento de Barcelona y la entidad del Tercer Sector Hàbitat3 han llegado a un acuerdo para comprar, a través de una fórmula social colaborativa, la Casa Orsola de la capital catalana, convertida en símbolo de la lucha de los inquilinos contra la especulación en el ámbito de la vivienda.
El Ayuntamiento de Barcelona ha informado de que esta mañana a las 11:00 horas el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, y la presidenta de Hàbitat3, Carme Trilla, explicarán los detalles de la operación. En la rueda de prensa convocada por el consistorio participarán también la primera teniente de alcaldia, Laia Bonet, el síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, y el comisionado de Vivienda, Joan Ramon Riera.
En una rápida reacción al anuncio de la compra de la casa Orsola, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha señalado en su cuenta de X que celebra la decisión del alcalde Jaume Collboni, como «resultado de las movilizaciones sociales, la mediación, el diálogo y el compromiso político».
Precisamente, Rodríguez expresó ayer que la paralización del desahucio del profesor de 49 años de Barcelona, Josep Torrent, que podrá seguir viviendo en la Casa Orsola en el que ha sido su piso durante 22 años, es un caso que representa «el mejor ejemplo» de por qué hay que intervenir el mercado.
En una intervención en Soria, la ministra aseguró que este caso «se está siguiendo con mucha atención» desde el Gobierno y ejemplifica la casuística que está provocando el problema de la vivienda en España, que «no se circunscribe a la población mas vulnerable» sino que personas con empleos dignos «encuentran dificultades para conseguir una vivienda a precio de mercado».
Las dos fincas de la Casa Orsola (el número 137 de la calle Calàbria y el 122 de la calle Consell de Cent) fueron adquiridas en octubre de 2021 por el fondo Lioness Inversiones, que al mes siguiente notificó a los inquilinos que debían abandonar los pisos una vez finalizaran sus contratos.
La noticia encendió las alarmas entre la comunidad, que acusa a la nueva propiedad de «echar a inquilinos para crear alquileres de temporada por el triple de precio» y que lleva tres años visibilizando su situación junto con el Sindicato de Inquilinos. «Si en el momento de la compra, en las dos fincas había 27 familias de inquilinos viviendo (entre contratos indefinidos y alquileres de duración habitual), ahora solo hay 18 pisos habitados, cinco de los cuales tenemos procedimientos judiciales abiertos donde se pide nuestro desahucio», aseveró Josep Torrent en una carta emitida el pasado 27 de enero.
La presencia de cientos de vecinos el pasado 31 de enero delante de la Casa Orsola hizo que se pospusiera el desalojo de Josep Torrent previsto para ese día hasta la madrugada del martes 4 de febrero, pero una nueva concentración volvió a aplazarlo al 18 de febrero. Durante este paréntesis, el alcalde Collboni dio luz verde al síndic de Greuges de Barcelona para actuar como mediador en las negociaciones para ‘garantizar el derecho a la vivienda a los inquilinos de la Casa Orsola’.