La 'curva de la felicidad' se invierte: los jóvenes ya son más infelices que sus padres
Un estudio publicado por PLOS One demuestra que la famosa ‘curva de la felicidad’ ha desaparecido

Un joven abrazando a sus padres. | Freepik
Desde hace décadas, centenares de estudios sobre el desarrollo de la felicidad humana han defendido un mismo argumento: sigue una forma de U con la edad, disminuyendo en la mediana edad y repuntando tras la jubilación. Sin embargo, una investigación publicada el pasado 27 de agosto en la revista PLOS One ha encontrado un nuevo patrón que demuestra más bien lo contrario. Por primera vez, la curva de la felicidad está transformándose, y los jóvenes de 22 años de media ya se sienten más miserables que sus padres.
El estudio está basado en datos de encuestas realizadas a más de 10 millones de personas de Estados Unidos y 40.000 británicos, y las conclusiones son bastante claras. Para entender este argumento es necesario comprender cómo están creciendo las generaciones más jóvenes. «Este cambio en la curva de felicidad no se debe a que las personas de mediana edad se vuelvan repentinamente más alegres. Al contrario, los jóvenes de finales de la adolescencia y principio de la veintena (actual generación Z) son mucho más propensos a la desesperación y la ansiedad que sus contrapartes de décadas anteriores», expresa un experto que ha participado en la investigación.
La salud mental es clave para comprender este cambio. En el escrito, los investigadores explican que muchos jóvenes conviven con una mala salud mental en su día a día, lo que provoca una desesperación y frustración, empeorando su calidad de vida. Las mujeres jóvenes, según el texto, son las más propensas a sufrir este tipo de síntomas.
Históricamente, la crisis de la mediana edad se basa en una serie de argumentos relacionados con el estancamiento laboral, la presión familiar, el envejecimiento físico… Ahora, la llamada «joroba de malestar» ha desaparecido, y los jóvenes son los más infelices, con una tendencia a mejorar con el paso de los años. Los autores de este estudio, llamado El deterioro de la salud mental de los jóvenes y la desaparición global de la joroba de infelicidad en la edad afirman que estas conclusiones son cuanto menos preocupantes por varios motivos. El primero de ellos tiene que ver con la relación entre la salud mental y la física. Está demostrado científicamente que las personas con depresión tienen un proceso de cicatrización de heridas más lento. Además, el empeoramiento de la salud mental es una de las principales razones del aumento de los ingresos hospitalarios entre los jóvenes.
El incremento de jóvenes con depresión está estrechamente vinculado a un mayor uso de antidepresivos. En Estados Unidos, el número de pacientes jóvenes que se medican ha aumentado considerablemente tras la pandemia de la covid-19, y en Reino Unido «la prescripción de antidepresivos en niños de entre 12 y 17 años se duplicó entre 2005 y 2017». Otro de los grandes indicativos de que la felicidad de los jóvenes está decayendo es la tasa de suicidios. En Estados Unidos, el suicidio es la cuarta causa principal de muerte de personas de entre 15 y 29 años, y los numerosos informes recopilados por los autores de esta investigación muestran un crecimiento gradual del número de muertos por esta causa. Por estas y otras razones, expuestas en la investigación, sus autores exigen que se trace «un mapa de tendencias de malestar subjetivo a lo largo del tiempo, por edad y sexo, en EEUU y Reino Unido».
Los resultados de esta macroinvestigación provienen de grandes encuestas de salud mental, como el BRFSS en Estados Unidos, que hace cientos de miles de entrevistas al año, los registros nacionales británicos y el Global Mind Project en 44 países. Es decir, los autores del estudio no han generado encuestas nuevas, sino que han trabajado con encuestas masivas ya publicadas.
Resultados
Tras analizar, interpretar y comparar los datos recopilados por cientos de encuestas realizadas en muchos países, aunque principalmente en Estados Unidos y Reino Unido, los resultados de esta investigación han sido los siguientes.
- En Estados Unidos, la tendencia de desesperación conforme a la edad muestra un evidente empeoramiento entre los más jóvenes. La siguiente tabla muestra dos periodos, uno de 2009 a 2018 (la línea azul) y el otro de 2019 a 2024 (la roja). En este caso se evidencia la desaparición de esa curva de desesperación con la edad, incrementándose la tasa de malestar en las nuevas generaciones.

Reino Unido, por su parte, muestra tendencias de desesperación muy similares a las de Estados Unidos. El perfil de infelicidad disminuye, al igual que en EEUU con la edad en los últimos años. Aunque los resultados de personas de 40 o más años no muestren cambios significativos, los jóvenes sí sufren unos niveles de infelicidad más altos.

¿Cómo de infelices son los jóvenes españoles?
El estudio incorpora encuestas de otros países de Oriente Medio, África, América Latina, Asía y Europa. La inclusión de estos otros lugares permite a los autores llegar a una conclusión general sobre la joroba de infelicidad, ya que los patrones y datos analizados son muy similares en todo el mundo. España aparece en el apartado de resultados globales del estudio, que recopila datos del Global Mind Project (2020-2025).
En esta tabla, se muestra el porcentaje de personas con «angustia o malestar psicológico» de muchas partes del mundo, entre ellas España. Según los datos recopilados, un 13,6% de los españoles de entre 18 y 24 años se consideran en situación de malestar psicológico grave. En las siguientes franjas de edad, el porcentaje disminuye gradualmente, siendo casi la mitad entre los 35 y 44 años. El porcentaje más bajo lo registra la franja de los 65 a los 74 años, que supera ligeramente el 1%. Por tanto, esta conclusión puede aplicarse también a este país, ya que la conocida curva de felicidad desaparece en este último análisis.
El tamaño de la muestra en España ha sido de 47.956 personas, y los resultados concluyen que un 7% de los españoles afirman no tener una buena salud mental.

Aunque no haya una conclusión rotunda sobre las causas que han provocado este aumento de la infelicidad en generaciones tan jóvenes, hay algunas que, según los expertos, son un claro determinante, como las presiones académicas y sociales de los jóvenes, el uso excesivo de redes sociales, la inestabilidad económica o la falta de apoyo emocional y estigmatización de la salud mental. En el estudio, señalan que la relación entre el uso de smartphones y el empeoramiento de la salud mental es de hecho causal.