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Educación

Los estudiantes con necesidad de apoyo se duplican en una década: ya hay casi un millón

Los alumnos que precisan refuerzo educativo han pasado del 5,3% en el curso 2012-2013 al 12% actual

Los estudiantes con necesidad de apoyo se duplican en una década: ya hay casi un millón

Un 12% de los alumnos españoles recibió apoyo escolar en el curso 2022-2023. | Ilustración: Alejandra Svriz

El número de alumnos con necesidad de apoyo escolar cada vez va a más en el sistema educativo español. En el curso 2022-2023, la cifra total de estudiantes en esta situación se quedó cerca del millón, lo que representa el 12% del total de alumnado. Este porcentaje supone dos puntos más que en el curso anterior y más del doble que hace sólo una década, cuando los escolares que precisaron apoyo apenas representaban el 5,3%.

Esta tendencia queda reflejada en los sucesivos informes de ‘Enseñanzas no universitarias. Alumnado con necesidad específica de apoyo educativo’, correspondientes a los últimos diez años y analizados por THE OBJECTIVE. En concreto, el número de estudiantes que necesitó apoyo en clase en el curso 2022-2023, últimos datos disponibles, ascendió a 966.924, por los 420.686 del año escolar 2012-2013.

Según los datos de Educación, además, la necesidad de apoyo está más presente en los varones. Concretamente, en un 61,6% de los casos son ellos precisan esta ayuda, por el 38,4% de las chicas. No es la única brecha de género educativa en contra de ellos. Los varones sufren más fracaso y abandono escolar, y están menos presentes en la enseñanza universitaria.

Más alumnos con necesidades especiales

Asimismo, también ha subido de forma significativa la cifra de alumnos que presentaron necesidades educativas especiales: el curso pasado fue de 262.732 (lo que representa el 3,3% del total de escolares españoles), mientras que hace una década era de 160.305 (2% del alumnado). También aquí hay más varones (70,1%) que alumnas.

De esos pupilos con necesidades particulares, el 84,2% se encuentra escolarizado en centros ordinarios —hablamos, por ejemplo, de trastornos del espectro del autismo (29,7%), intelectuales (26,1%) o los de conducta (13,5%)—, mientras el 15,8% restante está en centros y unidades de educación especial específica.

Por comunidades, si bien existen variaciones, en la mayoría de ellas se supera el 80% de alumnado escolarizado en centros ordinarios. Lidera el ranking Galicia, con el 91,3%, por el 73,1% de Canarias en el extremo contrario. El resto de autonomías por encima de la media en porcentaje de estudiantes con necesidades especiales matriculados en centros específicos son País Vasco (16,1%), Cataluña (17,1%), Castilla y León (17,1%), Madrid (17,7%), Extremadura (18,7%), Cantabria (21,2%), Aragón (21,9%), Comunidad Valenciana (23,8%) o Navarra (23,9%).

El uso de pantallas y el bajón en PISA

Volviendo a los alumnos con necesidad de apoyo escolar, una de las explicaciones de que el número de ellos se haya disparado en la última década podría encontrarse en la generalización del uso de pantallas en las aulas.

Tal y como ha ido publicando THE OBJECTIVE, distintos estudios científicos e informes de organismos internacionales vienen tiempo advirtiendo de los riesgos de la tecnología para el aprendizaje. El más evidente de ellos son las distracciones, pero el problema va más allá de las pérdidas de atención. Por ejemplo, la OCDE alertó en un reciente documento de que el uso de móviles, tablets o portátiles en clase baja el nivel en matemáticas. Dicho en positivo, un estudio publicado en Noruega este mismo año ha recogido los beneficios de prohibir los ‘smartphones’ en los colegios, entre los que se encuentran la mejora de las calificaciones y la reducción del bullying.

La necesidad del refuerzo educativo queda demostrada por el bajón generalizado que los alumnos españoles han experimentado en los resultados del informe PISA en los últimos años. Según la última edición, publicada el pasado diciembre, nuestros estudiantes han ido bajando el nivel ininterrumpidamente desde 2015 tanto en comprensión lectora como en matemáticas. En la primera competencia, hay que remontarse a 2006 para observar un resultado peor, mientras que, en la segunda, no se ha visto nunca un desempeño tan bajo. En ciencias, la situación ha mejorado ligeramente desde 2018, pero aquel año marcó el mínimo histórico, por lo que tampoco puede hablarse de buenas noticias.

A la vista de estos datos, queda clara la conveniencia de apoyar más al alumnado. Tras la publicación del informe PISA, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció un plan de refuerzo en lectura y matemáticas. Un proyecto, sin embargo, que tal y como contó THE OBJECTIVE se encuentra ahora en el aire tras la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado.

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