Un cuarto de los universitarios se ha planteado dejar la carrera por problemas de ansiedad
Además, el 25% de los estudiantes tiene problemas para conocer gente nueva y el 20% sufre soledad
Hace ya algún tiempo que se acuñó la expresión ‘generación de cristal’ para hablar de los jóvenes actuales. En efecto, muchos de los chavales en edad de instituto hasta los que han entrado recientemente al mercado laboral comparten una común fragilidad ante las dificultades. Es así como cada vez son más frecuentes los problemas de salud mental en población joven a la hora de encarar problemas relacionados con la familia, las amistades, el entorno académico o el trabajo.
En esta tendencia jugó un papel fundamental, para mal, la pandemia del covid. Los meses de confinamiento golpearon con particular fuerza a una cohorte de edad donde las relaciones sociales son particularmente importantes. La situación sanitaria, además, también alteró el ritmo académico, un hiato del que muchos jóvenes parecen no haberse recuperado por completo. Cabe recordar que el Gobierno aprobó ya en 2021 el Plan de Acción 2021-2024 Salud Mental y covid-19 para atender al impacto provocado por la pandemia, dotado con 100 millones de euros.
Ansiedad y soledad
Ese programa del Ejecutivo tenía previsto extenderse hasta este año, pero, llegado el 2024, parece evidente que los problemas persisten a pesar de los esfuerzos de las administraciones. Es lo que parece indicar un reciente estudio que apunta a que el 37% de los estudiantes universitarios en nuestro país sufre estrés o ansiedad. Esto, además, se traduce en que el 23% del total también ha considerado dejar la carrera.
En efecto, según datos aportados por Nido Living, operador y gestor de residencias de estudiantes en seis países europeos, entre ellos España, algo más de un tercio de los universitarios españoles sufre estrés o ansiedad. Una cifra que se dispara hasta el 50% en el caso de Dinamarca o el 52% en Irlanda.
Pero la ansiedad no es el único problema al que se enfrentan los estudiantes de nuestro país. El 34% manifiesta encontrar dificultades para encontrar un equilibrio entre el trabajo y sus responsabilidades académicas; el 25% tiene problemas para conocer gente nueva; y el 20% sufre soledad. Además, el 7% de ellos experimenta algún tipo de discriminación y el 2% afirma sufre bullying.
El 23% se plantea dejar la carrera
A estas problemáticas se suma el hecho de que el 27% de los universitarios españoles asegura que su universidad no se preocupa por su bienestar, un porcentaje muy superior al observado en los encuestados de otros países como Dinamarca (11%) o Irlanda (7%). Otras dificultades de los estudiantes de nuestro país tienen que ver con la capacidad para hacer amigos (16%), con echar de menos su hogar (14%), con la socialización (14%), con problemas de sueño (14%) o con la soledad (10%).
Todo lo anterior tiene como resultado una de las principales conclusiones de la encuesta, que el 23% de los estudiantes españoles se ha planteado «seriamente» abandonar la universidad. Un contundente dato en el que ha podido influir la mayor dificultad académica que los universitarios están encontrando en los últimos tiempos. Y es que, tal y como informó THE OBJECTIVE, durante el curso 2021-2022 (el último del que hay datos), se registró la mayor tasa de suspensos de los últimos siete años en las aulas universitarias españolas.
En efecto, si bien la exigencia académica se redujo notablemente en los cursos 2019-2020 y 2020-2021 por efecto de la pandemia del covid, en septiembre de 2021 los profesores dieron por terminada la situación de excepcionalidad. Esto causó que los universitarios suspendieran el 22,5% de los créditos, la cifra más alta de los últimos siete años, lo que a su vez bien pudo traducirse en mayores niveles de ansiedad para muchos estudiantes.
Beneficios de las residencias
Ante estos desafíos a los que se enfrentan los universitarios, desde Nido Living proponen el vivir en residencias como un factor para contrarrestar la ansiedad o la soledad. Según la encuesta que han realizado a estudiantes españoles, el 75% de ellos considera que vivir en una residencia o colegio mayor tiene un impacto positivo en su bienestar.
Según explica Blanca Medina, manager de una de las residencias que esta empresa gestiona en Madrid, este tipo de alojamientos «permite a los estudiantes maximizar la experiencia universitaria, pero también vivir en un espacio comunitario donde puedan desarrollarse como individuos y como profesionales, situando su salud mental como una prioridad».