Directores de colegios exigen retirar la votación entre valenciano y castellano: «Es inaceptable»
El colectivo muestra su oposición a la consulta del Govern sobre la elección de la lengua vehicular en la educación
Niñas yendo al colegio. | Archivo
El debate en la Comunidad Valenciana continúa, donde directores de colegios han expresado su firme oposición a la consulta sobre la elección de la lengua vehicular en la educación, prevista por la Conselleria de Educación para iniciar en noviembre. Según los directores, esta medida «alteraría el proceso de aprendizaje y adaptación del alumnado», lo cual consideran «inaceptable desde un punto de vista pedagógico». La Associació de Direccions d’Infantil i Primària de l’Escola Pública del País València (ADEP-PV) ha manifestado su «profundo desacuerdo» con la implementación de la Ley de libertad educativa, destacando que no se han tenido en cuenta las necesidades pedagógicas esenciales para una planificación educativa adecuada.
Una carga insostenible es lo que supone, según los directores, la resolución que regula esta consulta. Argumentan que impone una carga organizativa y burocrática «inalcanzable», especialmente en centros que carecen del personal administrativo necesario para gestionar estos procedimientos. Además, cambiar la lengua base de enseñanza a mitad del ciclo escolar es visto como «pedagógicamente injustificable», alertando sobre el impacto negativo en la red de libros de texto y otros recursos esenciales.
Los criterios de prelación para la asignación de grupos lingüísticos también han sido motivo de preocupación. La resolución establece que factores como tener hermanos en el centro o pertenecer a familias monoparentales o numerosas influirán en la asignación, lo que genera dudas sobre la verificación de la autenticidad de los datos. «Es inaceptable que factores externos decidan el proyecto lingüístico del alumnado», sostienen desde ADEP-PV, subrayando que esto compromete la equidad y la coherencia pedagógica.
Desafíos adicionales surgen con la necesidad de atender a familias sin acceso a medios electrónicos, ayudarlos a crear claves de acceso y garantizar la confidencialidad del voto. Además, los alumnos extranjeros sin NIE enfrentan aún más burocracia, lo que añade una carga insostenible en los centros. La participación de alumnado repetidor o aquellos que cambian de centro también es vista como problemática, ya que influirían en decisiones que no les afectarán directamente.
Problemas en la toma de decisiones se agravan al no respetar la decisión individual de cada progenitor, obligando a consensuar la elección de la lengua, incluso entre familias separadas o con desacuerdos, lo que añade más confusión y problemas. Además, la coexistencia de diferentes niveles educativos impartidos en diferentes lenguas en centros incompletos, CRAS y/o centros con organización multinivel, «generará desajustes organizativos y pedagógicos imposibles de gestionar con los recursos actuales».
