La Rey Juan Carlos adjudica de forma endogámica el 70% de sus plazas de profesor
La universidad ha repartido este curso 246 contratos de ayudante doctor; 175 han ido a parar a candidatos de la casa
Dos docentes de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) denuncian que este centro adjudica plazas de profesor de forma endogámica. Así, de los últimos 246 contratos que esta universidad pública ha asignado, en 175 ocasiones los beneficiados han sido docentes que ya trabajaban en la URJC. Así se detalla en un listado al que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE y en el que se detalla los adjudicatarios de estas plazas.
Este reparto entre los candidatos de la casa es contrario a la ley de universidades, aprobada el año pasado por el Gobierno, que establece que los procedimientos de selección de personal docente e investigador deberán estar regidos por los principios de «igualdad, mérito y capacidad» (art. 86). El espíritu de la norma, por tanto, prohíbe que los centros hiper-perfilen las plazas públicas de profesor para favorecer a sus propios aspirantes.
Sin embargo, la URJC se aferra a la disposición transitoria del Real Decreto 678/2023 para continuar con esta práctica. La disposición en cuestión permite a las universidades seguir perfilando la descripción de la plaza hasta que no se apruebe un nuevo listado de especialidades de conocimiento. «Perfilar las plazas es absolutamente legal», alegaron a THE OBJECTIVE desde la URJC cuando desde este periódico se les confrontó por esta cuestión a finales de junio.
El resultado es que la URJC sacó a concurso en septiembre una convocatoria masiva de 319 plazas de profesor ayudante doctor, que en un 71% de los casos se han adjudicado a educadores que ya habían dado clase en esta universidad (sin contar otras 73 plazas desiertas o aún sin conceder). Un modus operandi que, si bien es legal de forma transitoria, los dos docentes de la URJC consultados por este diario no dudan en calificar de «endogámico» y dirigido a instaurar un sistema «clientelar» en este centro público. Las mismas fuentes apuntan a que ha provocado que la URJC haya desaparecido de la última edición del ranking de Shanghai (ARWU), que incluye a las mil mejores universidades del mundo.
De la ilegalidad a la endogamia
Entre los 288 docentes de la URJC beneficiados hay dos grandes grupos: los que tenían contrato de profesor visitante (143) y los que eran profesores asociados (el resto). Sobre los profesores visitantes, THE OBJECTIVE ya informó de que la URJC ha repartido cientos de plazas de este tipo de forma ilegal desde 2008. La irregularidad se deriva de que tanto la antigua como la actual ley de universidades establecen que la figura del profesor visitante debe reservarse a docentes de otros centros y de reconocida trayectoria en su campo. La URJC, sin embargo, la usó para contratar a profesores que ni venían de otra universidad ni tenían reconocido prestigio (es más, muchos incluso no contaban con el título de doctor cuando accedieron a la plaza).
La entrada en vigor de la LOSU, sin embargo, puso en peligro cientos de contratos a dedo de profesores visitantes de la URJC. El Rectorado decidió entonces facilitar la transición de estos docentes de la figura de profesor visitante a la de ayudante doctor, mediante una convocatoria de plazas públicas. Así lo atestigua un correo electrónico al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE en el que el vicerrector de Profesorado, Carlos Cuesta, aseguraba a los docentes que estos podían tener «plena confianza en su situación».
Si bien Cuesta no dice explícitamente que las plazas se vayan a conceder a los profesores afectados, el posterior reparto de estas ha favorecido mayoritariamente a docentes de la URJC. Esta adjudicación —denuncian los dos profesores citados arriba— se ha realizado mediante la hiper-perfilación de las plazas y la composición de tribunales en los que participaban profesores de la propia URJC, todos presididos por el vicerrector Cuesta.
Favorecer a candidatos con menos currículum
El otro gran grupo de favorecidos para las plazas de ayudante doctor se ha contado entre quienes ejercían como profesores asociados. En estos casos, la URJC ha aprovechado que la nueva ley de universidades establece que el único requisito para contratar a una persona como ayudante doctor es que tenga un doctorado. De esta forma, se elimina la obligación previa —bajo la antigua ley— de que, además, estuvieran acreditados ante la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación).
Esta circunstancia tiene como consecuencia que los candidatos ya no se ven obligados a presentar una acreditación cargada de publicaciones, estancias académicas o sexenios de investigación. Por tanto, ante un tribunal no independiente, la URJC ha ido escogiendo a dedo a los aspirantes de la casa, pese a que otros candidatos tuvieran un currículum más completo.
Doctorandos ilegales
Otra situación irregular que el rector reconoce en su correo electrónico del 30 de mayo es que en la URJC hay personas que estudian allí el doctorado y que, al mismo tiempo, imparten docencia como visitantes. Esto contraviene el Real Decreto 898/1985, que deja claro que «todo profesor universitario tendrá prohibido matricularse como alumno en cualquiera de los centros donde imparta docencia».
A pesar de ello, Cuesta se dirige en su e-mail a este grupo de profesores asegurándoles que podrán presentarse a una convocatoria especial de contratados predoctorales.