Desarticulada una organización criminal dedicada a la distribución de drogas
La Guardia Civil, en el marco de la operación denominada ‘Perillan’ llevada a cabo en las provincias de Tarragona, Madrid, Guipúzcoa, Álava y Navarra, ha desarticulado una organización criminal dedicada a la distribución de sustancias estupefacientes a nivel nacional e internacional. Entre las dos fases en las que se ha desarrollado la operación han sido detenidas 20 personas, seis de ellas en Tarragona, cinco en Madrid, dos en Guipúzcoa, una en Álava, cuatro en Pamplona y dos más en las localidades navarras de Torres de Elorz y Lecumberri.
La Guardia Civil, en el marco de la operación denominada ‘Perillan’ llevada a cabo en las provincias de Tarragona, Madrid, Guipúzcoa, Álava y Navarra, ha desarticulado una organización criminal dedicada a la distribución de sustancias estupefacientes a nivel nacional e internacional. Entre las dos fases en las que se ha desarrollado la operación, los agentes del Instituto Armado han detenido a 20 personas, han practicado registros domiciliarios y han intervenido más de 56 kilos de speed, 300 gramos de heroína, dos kilos de hachís y 65.000 euros en metálico.
Los agentes también han intervenido seis vehículos de alta gama, una pistola marca Glock del calibre 9 mm, una pistola HK de 6,35 mm, un fusil de asalto, una escopeta de repetición junto con diversa munición y material para la producción corte y distribución de drogas.
Ramas de la organización
Una parte del grupo desarticulado estaba especializado en el tráfico de speed y hachís. Para ello adquirían importantes cantidades de sendas sustancias estupefacientes directamente a organizaciones asentadas en Holanda y Marruecos y, tras introducir la droga en España, la transportaban a la Comunidad Foral en vehículos equipados con dobles fondos.
La segunda rama de la organización, especializada en el tráfico de heroína, introducía la droga procedente de Pakistán vía Barcelona, bien a través del puerto o bien a través del aeropuerto, para posteriormente trasladarla hasta Tarragona donde la organización disponía de varios lugares para almacenarla y tratarla. Por último era transportada a Navarra.
La tercera rama de la organización, especializada en el tráfico de cocaína, disponía de un local comercial en el barrio madrileño de Vallecas, desde el que se distribuía la droga prácticamente las 24 horas del día. Esta rama adquiría la droga directamente en Perú o Ecuador introduciéndola en España vía Barajas.
Los cabecillas de cada una de las ramas eran los encargados de negociar directamente el precio de la droga así como la manera de introducirla en la Comunidad Foral, gracias a sus conexiones internacionales. Se tiene constancia que en alguna ocasión se intercambiaban entre las ramas la droga como método de pago a sus respectivos proveedores.
Amenazaban de muerte a sus deudores
La organización no dudaba en exigir a sus clientes, bajo amenazas de muerte, el pago de las deudas contraídas empleando para ello la exhibición de las armas intervenidas. Varios de los detenidos poseen numerosos antecedentes policiales por diversos hechos.
Los detenidos empleaban múltiples medidas de seguridad, entre las que se pueden destacar el empleo de vehículos lanzadera para las entregas de mayor relevancia y vehículos con dobles fondos. Además utilizaban vehículos a nombre de terceras personas, los cuales dejaban estacionados en la vía pública con la droga cargada varios días. Una vez que se aseguraban de que el vehículo no estaba marcado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, lo recogían con una llave que previamente se le había hecho llegar al encargado del transporte.
Los detenidos, una vez instruidas las diligencias policiales correspondientes, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº4 de los de Pamplona, que ha decretado el ingreso en prisión y sin fianza de siete de ellos.