España aumenta las emisiones de CO2 en un 18% respecto a 1990
Las emisiones de CO2 aumentaron en España en un 18% desde 1990 y un 4,46% en 2017 respecto al año anterior, lo que supone el mayor incremento anual desde la aplicación del protocolo de Kioto en 2005, según el informe “Evoluciones de las emisiones de gases de efecto invernadero en España (1990-2017) de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC. OO.).
Las emisiones de CO2 aumentaron en España en un 18% desde 1990 a 2017 y un 4,46% entre 2016 y 2017, lo que supone el mayor incremento anual desde la aplicación del protocolo de Kioto en 2005, según el informe Evoluciones de las emisiones de gases de efecto invernadero en España (1990-2017) de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO).
El secretario de Medio Ambiente del sindicato, Mariano Sanz, ha explicado que el aumento de las emisiones se debe a un mayor uso y procesado de combustibles fósiles destinados a la generación de electricidad. El uso del carbón empleado para producirla, por una parte, y del gas natural en las centrales de ciclo combinado, por otra, creció un 21% y 32% en 2017 respecto al año anterior, respectivamente. Asimismo, el consumo de petróleo en España subió un 0,5% y el de gas natural en un 10%.
El consumo de energía generada por combustibles fósiles supuso el 76% de las emisiones de CO2 a la atmósfera en nuestro país en 2017, seguido por los procesos industriales como cementeras, industria química y metalúrgica (10%), la agricultura y ganadería (10%) y la gestión de residuos (4%).
Begoña María-Tomé, responsable del área de Cambio Climático del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) de CCOO, ha señalado que el repunte de las emisiones en 2017 se debe a que “la recuperación económica no ha conseguido una mayor penetración de energías renovables en el mix energético”, por lo que España sigue siendo “muy dependiente de los combustibles fósiles”.
María-Tomé ha añadido que el Gobierno y la oposición “tienen que poner en marcha cuanto antes un marco regulatorio comprometido a través de la Ley de Cambio Climático y el Plan Nacional integrado de Energía y Clima”. Estas dos medidas pueden disminuir la dependencia del carbón –el 92% que se quema en España es importado– y “cambiar el modelo productivo”, pero Sanz advierte de que hay que buscar un pacto de transición y reconversión justa para los trabajadores del sector del carbón y de la energía nuclear, ya que España “ha destinado 25.000 millones de euros a medidas de reconversión desde 1989 que han surtido poco efecto”.
CCOO pide al Gobierno el cierre de los siete reactores nucleares operativos en España cuando cumplan sus 40 años de existencia (entre 2021 y 2028) y la exclusión del carbón en la red eléctrica en 2025. Además, el sindicato pide al Ejecutivo apostar por el vehículo eléctrico, la movilidad no contaminante, la potencia renovable instalada y una reforma fiscal energética que imponga un impuesto al CO2 y otros gases contaminantes, entre otros.
Todas estas propuestas de pretenden cumplir el objetivo final ratificado por la UE en el marco del Acuerdo de París en 2016, que consiste en reducir en al menos un 40% las emisiones de CO2 en 2030 respecto a 1990, informa Efe.