El 40% de jóvenes españoles piensa que la crisis ecológica «se está exagerando mucho»
Casi la mitad cree que el «colapso ecológico ya no es evitable» y más de un 30% señala esto les causa impotencia, miedo y tristeza
Un 40% de jóvenes españoles cree que la crisis ecológica «se está exagerando mucho», una percepción que aumenta en diez puntos porcentuales respecto al año 2005, según el estudio ‘Jóvenes y medioambiente’, realizado por el Observatorio de la Juventud de la Fundación SM.
El informe, para el que se ha entrevistado a 1.500 jóvenes de entre 15 y 29 años residentes en España, precisa, no obstante, que los jóvenes se muestran preocupados con la degradación medioambiental en su conjunto, si bien el 57% confía en que la ciencia y tecnología asegurará que la Tierra «no se convierta en inhabitable».
Esta confianza en la «inventiva humana» se ha incrementado en 20 puntos porcentuales respecto a 2005, tal y como destaca el estudio, que, por otra parte, avisa de que el 52% de los jóvenes piensa que «queda mucho tiempo para actuar frente a los problemas medioambientales».
Al contrario, un 47% afirma que «la batalla por salvar el medioambiente ya está perdida» y comparten que «se haga lo que se haga, el colapso ecológico ya no es evitable». Esta visión pesimista con respecto al futuro de la humanidad predomina así entre los jóvenes, que afirman tener emociones como la impotencia (45%), miedo (42%) y tristeza (36%) ante esta problemática.
Las empresas, responsables
Por otra parte, el informe señala que los jóvenes consideran que las grandes empresas son las principales responsables de la crisis ecológica (con un 55% de menciones), seguidas del Gobierno (43%), la Unión Europea (42%), las personas con grandes recursos económicos (35%) y Naciones Unidas (33%). En relación con la respuesta a este desafío, la UE o la ONU son percibidas tímidamente como las únicas que están dando pasos, a juicio de los jóvenes, que destacan también que su propia generación está actuando.
En este sentido, el documento resalta que el 72% cree que se debería dar prioridad a la cuestión medioambiental en la política aunque eso suponga un fuerte descenso del nivel de vida. No obstante, el 73% está de acuerdo con la idea de que los políticos «no tienen intención de implementar los acuerdos a los que se llega en las grandes cumbres mundiales».
En este contexto, un 75% teme también que los costes de la transición ecológica recaigan en la clase media y colectivos vulnerables, mientras dos de cada tres defienden que los impuestos medioambientales afecten especialmente a los más ricos, según el estudio.
Educación y cambiar el consumo
De cara a actuar frente a esta problemática, un 82% de jóvenes demanda más educación sobre temas medioambientales en los centros educativos, especialmente en relación con el cambio climático, la contaminación y las consecuencia del sistema de consumo. En esta línea, el informe alerta de que la mitad de jóvenes desconoce la repercusión en el medioambiente de los productos que compran, mientras un 72% ve que serían «incapaces de abandonar el estilo de vida consumista para frenar el desastre ecológico».
Pese a ello, una amplia mayoría, un 61%, cree que si todo el mundo tuviese su nivel de compromiso con el medioambiente, «la problemática medioambiental se solucionaría». Al respecto, el documento también precisa que los jóvenes manifiestan un elevado nivel de concienciación respecto al reciclaje, especialmente las mujeres, jóvenes de clase social alta y personas de extrema izquierda.
Igualmente, muestra buena predisposición a comprar moda y tecnología sostenible, aunque esta práctica sea solamente ocasional. El 45% reconoce haber comprado en alguna ocasión moda o tecnología de este tipo y aproximadamente un 30% hacerlo a menudo o siempre.
El estudio alude, en este sentido, a la capacidad económica como determinante en los hábitos. En concreto, apunta que esta condiciona la decisión de compra de la mayoría de jóvenes, si bien también influyen criterios como que el producto sea de proximidad, de una marca conocida o ecológico. Con todo, los jóvenes únicamente se ven dispuestos a renunciar a productos elaborados de manera no sostenible (59%) o a servicios de reparto a domicilio (54%).
El nivel educativo también aparece como otro factor determinante en las conductas de consumo sostenible, según el informe, que ahonda en que los jóvenes de nivel educativo superior compran más vegetales, con mayor frecuencia en tiendas ecológicas y de comercio justo y se muestran proclives a dietas vegetarianas.
Respecto a cómo se informan en materia medioambiental, el estudio concluye que las redes sociales son el canal por excelencia al que recurren los jóvenes (64% de las menciones), mientras la comunidad científica (45%) es el colectivo en el que más confían, seguida de los ecologistas (33%) y las instituciones académicas (28%).
Un 40% discute sobre el tema
Por otra parte, el informe resalta que un 40% de los jóvenes discute a menudo sobre la necesidad de actuar frente al cambio climático y el 43% experimenta conversaciones interesantes que les permiten comprender. En relación con el activismo, un tercio de la juventud española manifiesta un perfil comprometido, destacando que el 48% ha participado en actividades para conservar la naturaleza y un 40% en proyectos de aprendizaje-servicio o actos comunitarios de concienciación.
Además, alrededor del 30% ha participado en manifestaciones en favor del medioambiente y cerca del 40% asegura que lo harán en el futuro, según recoge el informe, que destaca, además, que uno de cada cuatro jóvenes manifiesta haber votado o votar a partidos ecologistas. Respecto a su participación, también el 30% muestra un perfil de activismo online.
De acuerdo a los resultados, el informe concluye que para lograr un mayor compromiso en la lucha contra el cambio climático se debe educar en la competencia ecosocial, ante el conocimiento «superficial» y la «fragmentación» de la cuestión medioambiental; formar ciudadanos globales con identidad medioambiental y aumentar el sentimiento de autoeficiencia de los jóvenes, ya que es «preciso» que estos crean que tienen un «papel clave» y que su impacto es «eficaz».