Cómo plantar albahaca en una maceta y cuándo se debe hacer
Si quieres plantar albahaca en una maceta es primordial que elijas una que tenga como mínimo 12 cm de diámetro
La albahaca es una de las hierbas aromáticas más populares en la cocina. Cultivarla en casa no solo te garantiza tenerla siempre a mano para tus platos, sino que además añade un toque verde y aromático a la decoración de tu casa. Si la plantas en una maceta podrás tenerla en el alféizar de la ventana, así podrás usarla en cualquier momento.
Además puedes disfrutar de albahaca fresca durante gran parte del año, especialmente si controlas bien las condiciones de luz, temperatura y riego. Ten en cuenta, que esta planta las hierbas aromáticas son es anuales, por lo que morirá con la llegada del frío, pero puedes conservar sus hojas secándolas o haciendo una salsa de pesto para prolongar su uso.
Cuándo plantar albahaca
Para que la albahaca crezca sana y fuerte lo recomendable es plantarla a finales del invierno o principios de la primavera. Durante el cambio de estación, las temperaturas empiezan a subir, lo que proporciona el ambiente adecuado para que las semillas germinen.
Además, si vives en una zona con inviernos duros, puedes comenzar el cultivo en el interior y luego trasladar la planta al exterior una vez que las temperaturas sean más suaves, es decir, cuando no estén por debajo de los 15 ºC.
Herramientas para plantar albahaca
Si quieres plantar albahaca en una maceta es primordial que elijas una que tenga como mínimo 12 cm de diámetro para que las tenga espacio suficiente para crecer. Por el contrario si quieres cultivarla en una jardinera, asegúrate de que haya el espacio necesario entre las semillas.
Es imprescindible utilizar un sustrato especial para semilleros. También puedes utilizar sustrato para plantas de interior si no encuentras el específico para semilleros. La clave es que el fondo de la maceta tenga un pequeño agujero para que drene el agua. Obtener semillas de albahaca es muy sencillo, las encontrarás en cualquier vivero.
Cómo plantar albahaca
Para comenzar, hay que llenar la maceta con el sustrato sin apelmazarlo. Asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje para evitar que el agua se acumule y pudran las raíces. A continuación, reparte las semillas de albahaca de manera uniforme en la superficie del sustrato. No es necesario cubrirlas con una capa gruesa de tierra, ya que estas semillas necesitan algo de luz para germinar.
Hay que regar cuidadosamente las semillas una vez se hayan se han sembrado, utilizando una regadera con la boca fina o un pulverizador para evitar que el agua desplace las semillas. Lo importante es mantener el sustrato húmedo pero no encharcado.
Por último coloca la maceta en un lugar soleado. Aunque recuerda que la albahaca tiene que recibir menos de seis horas de luz solar directa al día. También hay que protegerla de las corrientes de aire. Además, la temperatura del lugar en el que se encuentre la maceta no debe bajar de los 15 ºC. Por lo que puedes mantener la maceta dentro de casa hasta que las condiciones exteriores sean las adecuadas.
Cuando la albahaca alcanza los 20 centímetros de altura y haya desarrollado al menos dos pares de hojas, puedes trasplantarla a una maceta más grande o al jardín. Si decides mantener la albahaca en maceta, simplemente asegúrate de que la planta tenga suficiente espacio y nutrientes para crecer.
Poda y fertilización
La albahaca como toda hierba aromática requiere de algunos cuidados básicos para mantenerse fresca. Es imprescindible que mantener el sustrato siempre húmedo, pero no empapado. El riego debe ser regular, especialmente durante los meses más cálidos, pero es vital evitar que el agua se acumule en la base, ya que esto podría provocar que las raíces se pudran.
Respecto a la poda, es fundamental cortar las puntas de los tallos para favorecer un crecimiento más rápido. Además, la poda también evita que la planta florezca demasiado pronto, lo que puede afectar la calidad y el sabor de las hojas. También se pueden emplear fertilizantes orgánicos cada tres semanas para proporcionar a la planta los nutrientes necesarios para que crezca fuerte y rápido.