Castellví afirma que los Mossos avisaron a Puigdemont de una "escalada de violencia" el 1-O

El exjefe de la Comisaría General de Información de los Mossos d’Esquadra, Manuel Castellví, en su declaración como testigo durante el juicio del procés, ha afirmado que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont desoyó el aviso de los Mossos de parar el 1-O por riesgo de que se produjera una «escalada de violencia». Castellví ha asegurado que la cúpula del cuerpo policial advirtió al Govern de que cumplirían con el mandato judicial de impedir el referéndum.

Castellví ha afirmado que, después de que la cúpula de los Mossos d’Esquadra intentara «disuadir» el 28 de septiembre a Puigdemont, a Junqueras y a Forn para que no siguieran adelante con el 1-O, el Ejecutivo no les hizo caso.

«Lo que hicimos es dejar bien claro que nosotros actuaríamos en cumplimiento de ese auto (que les ordenaba impedir el referéndum)», ha asegurado Castellví, que ha confesado que sintió «frustración» al saber que el Govern seguiría adelante con el 1-O.

Sobre la actuación policial, ha defendido que la labor de las parejas de Mossos el 1-O era «dialogar, mediar con los concentrados, ya teníamos las previsiones que los colegios tendrían actividades, intentar el cierre de los locales».

Además, ha defendido las actuaciones del cuerpo policial antes del referéndum del 1-O. «Según consta en los informes que elaboramos y que se dirigieron al TSJC, fueron 4.469 actas y minutas policiales durante los días 29 y 30» de septiembre.

En su declaración, ha explicado que la Consejería de Interior les pidió que elaborasen «unos informes de escenarios sobre lo que podría pasar a consecuencia del procés para llevar a cabo el referéndum». «A finales del mes de septiembre, casi eran semanales o diarios», ha dicho sobre los informes de riesgos que se emitieron a propósito del procés.

Sobre por qué no se cerraron todos los locales que se utilizarían como colegios electorales, Castellví ha dicho que «para cerrar esos locales se tendría que haber detectado la actividad que marcaba el auto» que daba la orden de cerrar los locales públicos usados como colegios electorales.

Ante las preguntas del fiscal sobre si se hicieron investigaciones para cerrar los colegios antes del 1-O, Castellví ha echado balones fuera y ha dicho que la Policía Nacional y la Guardia Civil también estaban interpelados por el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

En cuanto al dispositivo del 1-O, Castellví ha dicho que «aproximadamente trabajamos unas 11.000» personas, «de las cuales 7.800 estaban destinadas específicamente al operativo».

En este dispositivo no estaban incluidos los antidisturbios, la Brigada Móvil, que ha dicho que «estaba en Barcelona» porque «había un partido por la noche». A pesar de la falta de presencia de antidisturbios, Castellví ha admitido que había manifestaciones previstas para el 1-O que «preocupaban bastante», pero que finalmente «no tuvieron trascendencia».

El fiscal Javier Zaragoza también ha preguntado a Castellví sobre el perfil de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) y su relación con la violencia. «Los detectamos por primera vez en junio de 2017 por redes sociales», ha explicado Castellví, que ha añadido que a partir del 1 de octubre comenzaron a llamarse con su nombre actual y que «a medida que nos acercábamos al 1 de octubre, el número de CDR cada vez era más numeroso».

«Los 42 CDR en esa primera época eran grupos que buscaban propiciar el referéndum y hacer acciones para favorecerlo, desde una chocolatada hasta una asamblea. No veíamos una organización aún. Se encargaban más de retuitear tuits de organizaciones clásicas como la CUP», ha explicado Castellví.