Más de un mes con el iPhone 14 Pro, ¿realmente merece la pena comprarlo?
Para tener una opinión formada sobre el supuesto «mejor teléfono del mundo» hay que probarlo; pero probarlo a fondo y en todo tipo de escenarios
Para muchos, Apple es más que una empresa tecnológica; es casi una forma de vida, una religión. Cada lanzamiento —especialmente de sus smartphones— se convierte en un evento de interés general y este año con los iPhone 14 no ha sido menos.
También como cada año la frase estrella ha sido «este es el mejor iPhone de Apple hasta la fecha», algo que por supuesto no podemos afirmar solo con leer una hoja de especificaciones y trastear con el teléfono un par de días.
Para tener una opinión formada sobre el supuesto «mejor teléfono del mundo» hay que probarlo; pero probarlo a fondo y en todo tipo de escenarios. Eso es precisamente lo que he hecho con el iPhone 14 Pro que sustituyó a mi iPhone 13 Pro Max y que lleva conmigo desde el pasado 16 de septiembre.
Algunas mejoras clave que me han convencido y otras no tanto
Desde hace tiempo, el mercado de los teléfonos móviles tiene tal nivel de saturación que las diferencias entre generaciones suelen ser mínimas. Esto, lógicamente, hace que la gente se lo piense mucho antes de cambiar uno por otro. Cuando salió el iPhone 13 Pro no encontré mucho sentido a cambiar el iPhone 12 Pro por él. Sin embargo, con el 14 Pro, las cosas fueron un poco distintas porque ya en su presentación nos enseñaron unas cuantas diferencias que pintaban bien.
Eso sí, debo reconocer que cuando Apple presentaba el teléfono y contaba todo aquello de la isla dinámica (Dynamic Island) pensé que estaba ante una buena maniobra de marketing. ¿Por qué iba a ser útil tener iconos y notificaciones en ese hueco muerto de la pantalla llamado notch? Pues me trago mis pensamientos porque sí lo es, sí.
Una de las cosas que más se le ha criticado a Apple año tras año es que mantuviera el notch en la pantalla mientras que los fabricantes de Android se han sacado del bolsillo mil trucos para ocultarlo o cargárselo. Pues bien, contra todo pronóstico Apple no solo no lo eliminó, sino que cogió y convirtió ese espacio tan feo a la vista en una pequeña pantalla dentro de la pantalla principal. Pantallita que según he ido usando, más me ha gustado por la cantidad de posibilidades que ofrece.
Y ya que estamos con la pantalla, su brillo es otro punto fuerte en el iPhone 14 Pro y lo que la convierte en la mejor que he probado en un teléfono. Y es que esos 2.000 nits de brillo han hecho que, al fin, pueda mirar la pantalla sin problema en la calle incluso con el sol dándole directamente.
Pero no todas las novedades que Apple ha puesto en sus nuevos iPhone me han terminado de encajar. Por ejemplo, la pantalla siempre encendida es en teoría una mejora, pero no es algo que me haya gustado demasiado. Los motivos son dos. El primero es que, al no apagarse nunca del todo y mostrar siempre el fondo de pantalla (aunque sea de una forma tenue), me distrae muchísimo.
Lo segundo es que drena la batería como si no hubiese un mañana. En este sentido Google lo hace muy bien con sus teléfonos Pixel, donde puedes ajustar la pantalla siempre encendida y simplificarla tanto que solo muestre la hora y algunas notificaciones. Ojalá Apple añada en próximas actualizaciones algo similar.
Las cámaras son una locura
Este año el salto generacional en términos fotográficos viene mejor que nunca. Los iPhone 14 Pro y Pro Max llegan con un sensor de 48 megapíxeles en su cámara principal. Además, las cámaras telefoto y ultra gran angular duplican sus capacidades en entornos con poca iluminación. Datos a un lado, después de usar las cámaras del iPhone 14 Pro en diferentes escenarios y condiciones lumínicas tengo que quitarme el sombrero porque no tienen rival.
Las imágenes tienen una reproducción del color impecable, incluso con las pieles que es donde más suelen pinchar las cámaras de los teléfonos. El balance de blancos es correcto y el rango dinámico equilibrado. Las mejoras se notan sobre todo en interiores con poca luz. Aquí, en comparación con modelos anteriores la reducción de ruido es tremenda.
Además, la cámara frontal tiene enfoque automático, lo que no solo evita las fotos movidas, sino que añade más detalles y texturas a cosas como el pelo que antes se quedaban empastadas.
¿Me paso a un iPhone 14 Pro?
La respuesta a esta pregunta dependerá de otra: ¿qué teléfono tiene ahora mismo? Y es que, como hemos visto, el iPhone 14 Pro nos ofrece mejoras interesantes respecto al iPhone 13 Pro, pero creo que no son suficiente para cambiar uno por otro y, sobre todo, pagar la diferencia de precio.
Ahora, si viene de modelos más antiguos de iPhone o de Android, no me cabe duda de que este es el mejor iPhone por el que puede optar.