El videojuego 'Hogwarts Legacy' se estrena con un boicot por transfobia y antisemitismo
La polémica por el lanzamiento del juego, inspirado en el universo de Harry Potter, ha surgido tras unas declaraciones de J. K. Rowling contra los trans
Imagen del videojuego.
Tras una larga espera y especulaciones de todo tipo, por fin se estrenó el esperado videojuego Hogwarts Legacy, inspirado en el universo de Harry Potter. Su lanzamiento se ha convertido en objeto de disputa de colectivos que de repente han visto un lugar idóneo para reivindicar sus ideas. La polémica ha surgido a raíz de las pasadas declaraciones de J. K. Rowling en contra del colectivo transgénero, definiendo el sexo biológico como lo único que puede determinar el género de una persona. Los intentos de boicot al juego han ido aumentando hasta el punto de relacionar la usura de los duendes que manejan el banco de la magia con el antisemitismo. Y todo porque uno de ellos posee un típico instrumento musical denominado «shofar», fabricado con el cuerno de un animal considerado «puro» que puede ser carnero, cabra, antílope o gacela, y que es utilizado en ceremonias judías.
J. K. Rowling no ha participado más que cediendo los derechos de utilización del universo Harry Potter, por los que por supuesto obtendrá ganancias con los royalties. De ahí el boicot. El hecho de que podamos elegir y construir un personaje no binario no deja de ser una anécdota, porque no ha tranquilizado al colectivo trans. Quizá sería más interesante haber facilitado la posibilidad de, como por ejemplo en Conan Exiles, aumentar el pene o los pechos del personaje creado y, para rizar el rizo, combinarlos. Pero eso no evitaría la polémica revolución mediática. En cuanto al antisemitismo, su relación con él resulta ser tan casual como las teorías de los profetas; siempre habrá un resquicio para la reinterpretación. Y si no, que se lo digan a los seguidores del farmacéutico Nostradamus o de la clarividente búlgara Baba Vanga, que ya no saben qué hacer para certificar sus predicciones.
De cualquier manera, en medio de toda esta polémica, los fans de Harry Potter (que no está en el juego) y de la saga Animales Fantásticos han provocado que el título se haya convertido en el juego individual más visto en Twitch antes de su lanzamiento.
¿Es Hogwarts Legacy lo que se esperaba? Sin duda, para los fans de la franquicia, sí, porque la atmósfera en la que posteriormente vivió el chavalín de gafas ha sido fielmente diseñada, con un inmenso mundo abierto de bellos parajes que podremos recorrer andando o volando, tanto en escoba como en hipogrifo, así como descubrir curiosos animales fantásticos. La gigantesca escuela Hogwarts nos traslada a un grandioso castillo plagado de estancias, jardines y arcos de medio punto, en el que alguna que otra vez nos perderemos.
Afortunadamente, tenemos la posibilidad de trasladarnos de un punto a otro del mapa, gracias a unas antorchas de fuego azul denominadas «llamas flu», que iremos descubriendo durante la aventura. Una aventura que nos propone a un estudiante de magia que, recomendado por un experimentado profesor y por circunstancias únicas, es admitido en la escuela Hogwarts y directamente inscrito en el quinto curso de magia, conjuros y hechicería. Así, nada más llegar. Una vez allí, nuestro objetivo es aprender hechizos útiles para poder enfrentarnos a los enemigos, a la amenaza de los Goblins y a sortear obstáculos, bien sea como mago o como bruja, dependiendo de nuestras «desviaciones góticas».
Algunos se desbloquean tras completar ejercicios que nos plantean los profesores, con los que podremos acceder a diversas misiones que nos permitirán a su vez desbloquear otros nuevos. El aprendizaje es fundamental en la historia, ya que nos encontraremos con enemigos contra los que solo valen determinado tipo de hechizos.
Ni que decir tiene que nuestra arma para absolutamente todo es la varita mágica. Encontraremos en nuestro deambular páginas sueltas de la guía de campo de Hogwarts que se archivan en el árbol de desafíos para ofrecernos mejoras fundamentales y nuevos aspectos como accesorios para vestir y atuendos con los que conseguir mayor defensa o ataque. Además de ingeniosos puzzles, existe un gran número de objetivos alternativos que podremos realizar y que añaden mucho más tiempo de juego al título. Misiones que muchas veces nos encomiendan otros personajes, compañeros de escuela con los que conversamos para compartir secretos, conocimientos e incluso peligrosos momentos.
En cuanto al «Quidditch», ese juego con escobas voladoras tan famoso en la saga, resulta que el año anterior a la entrada de nuestro personaje en la escuela, tuvo lugar un accidente y se ha paralizado la competición durante el año en curso. Se comenta que puede ser uno de los atractivos para un próximo DLC.
El doblaje al castellano no resulta lo satisfactorio que podríamos esperar, cuenta con voces que parece que han participado más por estar en nómina que por adaptarse a los personajes. Un título que, sin inventar nueva jugabilidad, tiene de todo y brinda muchas horas de entretenimiento tanto en sus paseos y exploraciones por su inmenso mundo abierto como en los combates con nuestra varita mágica. Los jefes finales son lo suficientemente duros de roer como para echar en falta una capacidad mayor en nuestro inventario de hechizos y útiles con los que poder combatirles combinando ataques mágicos. De lo que no hay duda es de que nos encontramos ante el mejor videojuego del universo Harry Potter.
Hogwarts Legacy ya está disponible para PlayStation 5, Xbox Series, PC. Y próximamente para PlayStation 4, Xbox One y Switch.
