La Academia de las Artes Interactivas otorga los galardones a los videojuegos del año
Con el nuevo premio al mejor juego, ‘Elden Ring’ se proclama como el videojuego con mayor número de galardones de la historia
Como viene siendo habitual año tras año desde 1998, los profesionales de la industria pertenecientes a la Academia de las Artes y las Ciencias Interactivas, fundada en Los Angeles, eligen cuáles fueron los mejores videojuegos del pasado año. Se trata de la penúltima entrega de premios que se celebra al año siguiente del ejercicio estudiado, antes de la celebración de los Bafta Games Awards, que será la última gran cita y se celebrará el 30 de marzo.
Los premios se conocen con las siglas D.I.C.E, que corresponden a los términos: Desarrollar, Innovar, Comunicar y Entretener. En este organismo están inscritos 22.000 miembros, que incluye a desarrolladores, diseñadores gráficos, programadores y un largo etcétera, y que componen el jurado responsable de galardonar a los mejores títulos. El videojuego más galardonado fue God of War Ragnarok con el premio a la mejor animación, dirección de arte, personaje, música original, mejor historia, mejor diseño de audio y mejor juego de aventura. El segundo más galardonado fue Elden Ring, premiado por la mejor dirección, mejor diseño, mejor juego de rol y mejor tecnología, además del premio gordo como mejor juego del año.
Para obtener ese premio estaban nominados: God of War, Stray, Horizon Forbbiden West, Elden Ring y Vampire Survivors. De los cinco nominados, cuatro de ellos están incluidos en la lista de THE OBJECTIVE con los diez mejores videojuegos de 2022. Con el nuevo premio al mejor juego, Elden Ring se proclama como el videojuego con mayor número de galardones de la historia. Hasta el momento ha vendido diecisiete millones y medio de copias desde febrero del pasado año y acaba de anunciar su primera expansión Shadow of the Erdtree. Por su parte, God of War Ragnarok posee 11 millones de copias vendidas en su haber. Teniendo en cuenta que el juego se lanzó a principios del pasado mes de noviembre, su velocidad en ventas es imparable.
La industria del videojuego no para. Aquí mismo anunciamos que los principios de este nuevo año estarían repletos de lanzamientos espectaculares y así está siendo. Con tan solo dos meses del nuevo año, se han lanzado títulos que seguro que estarán como nominados al mejor en las listas de premios de 2023. Los diversos jurados no lo tendrán nada fácil.
Atomic Heart
Un ejemplo es Atomic Heart, del que ya dábamos un amplio avance antes de su lanzamiento y que ya está entre nosotros sorprendiendo a todos. Se trata de un título no exento de polémica debido a la guerra de Ucrania. Se le acusa de la posible filtración de datos al Gobierno ruso a través de su página web en la que se informaba, a través de una cláusula, de la posible utilización y desvío de datos de usuarios al Kremlin. Mudfish, empresa desarrolladora del juego, niega las acusaciones expresando que la declaración de privacidad de la web es anticuada y errónea, debiéndose haber retirado hace tiempo. Además, algunos de los participantes en el título, como Mick Gordon, autor de buena parte de la banda sonora, ha anunciado la donación de todos sus beneficios obtenidos en Atomic Heart a la campaña de crisis de Ucrania de la Cruz Roja en solidaridad con todos los afectados por la invasión.
El juego es una distopía de la Unión Soviética de los años cincuenta, cuya sociedad está siendo controlada por las máquinas. Todo parte de un invento denominado ‘Pensamiento’, a través del cual los humanos pueden dar órdenes a las máquinas de forma remota, y que ha sido desarrollado a partir de la creación de un polímero que un científico, Dimitri Serguéyevich, modifica para almacenar electricidad. Este se convierte en el desencadenante de una revolución robótica en la que las máquinas diseñadas para ayudar a la modernización de la sociedad se rebelan causando el caos.
Es un juego en primera persona protagonizado por un coronel a quien se le implantó un guante con poderes eléctricos y de telekinesia, que será el que se deba enfrentar a la amenaza de todos los robots que, aunque en ocasiones tengan apariencia pacífica, esconden malvados objetivos de destrucción. Desde los primeros minutos, el título es capaz de sorprender por su diseño y atractivo acabado, con unos gigantescos escenarios tanto terrestres como aéreos que invitan a su contemplación. Nos encontraremos detallados lugares en donde hay restos del famoso polímero, una especie de gel solidificado en el que tenemos la posibilidad de entrar y movernos mientras buceamos en su interior para encontrar la salida apropiada.
Hay exteriores con una belleza sorprendente, plagados de referencias a la extinta Unión Soviética, hoces y martillos, estrellas, gigantescas esculturas conmemorativas, automóviles de la época e interiores con monumentales estancias, laboratorios y un sinfín de lugares para investigar bajo el acecho de robots, androides y extraños seres mutados. Hay hasta momentos ‘dalinianos’ en los que parecemos estar frente a una obra del famoso creador catalán.
Esta belleza visual es solo interrumpida por los ataques de toda una fauna de maquinaria y jefes finales sorprendentemente duros de pelar, a los que debemos enfrentarnos con las armas que vayamos construyendo y modificando gracias a las piezas encontradas a lo largo de la aventura y en cuya construcción nos va a ayudar una curiosa especie de neveras llamadas Nora, en cuyo interior se combinan los materiales para mejorar y modificar el armamento, así como todo tipo de cápsulas de salud y recargas para nuestro ‘mágico guante’. También dispondremos de cartuchos para ataques de electricidad, fuego o hielo, que podremos ir distribuyendo en nuestro inventario.
Se trata, en definitiva, de un innovador videojuego de acción y rol no exento de puzzles, con una belleza retro excelentemente creada que encantará a los fans de Bioshock o de Fallout, y que no va a dejar al resto impasibles a tenor de la perfección en su acabado como nueva referencia en el mercado de los ARPG. Eso sí, preparen sus discos duros porque la ocupación del título supera los 115 GB. Algo que últimamente viene siendo habitual entre los juegos más pintureros. Pero eso ya lo trataremos en otro momento.