Las claves del esperado acuerdo entre Sony y Microsoft para publicar 'Call of Duty'
Aunque los aficionados a los videojuegos deben pagar cada vez más para disfrutarlos, todavía salen buenas noticias
Una imagen de la última entrega del videojuego 'Call of Duty'. | Activision Blizzard
Lo anunciaba el CEO de gaming de Microsoft, Phil Spencer: «Nos complace anunciar que Microsoft y Playstation han firmado un acuerdo vinculante para mantener Call of Duty en PlayStation tras la adquisición de Activision Blizzard. Esperamos un futuro en el que los jugadores de todo el mundo tengan más opciones para jugar sus juegos favoritos».
El culebrón parece llegar a su fin después de que el tribunal federal de California denegase el bloqueo por parte de la Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC) ante la adquisición, por parte de Microsoft, de Activision/Blizzard por 69.000 millones de dólares. Por su parte, el otro organismo que podría bloquear la operación, el del Reino Unido —la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA)—, ha declarado seguir estudiando el tema como mucho hasta finales del mes de agosto.
Todo esto, después de que Microsoft plantease la posibilidad de dejar el mercado del Reino Unido tanto para Call of Duty como para World of Warcraft de Blizzard. Así es que el último clavo ardiendo al que Sony se podría aferrar flaquea tanto que han preferido llegar a un acuerdo antes de quedarse con dos palmos de narices y sin su porción del pastel en cuanto a ventas de la exitosa franquicia de acción bélica. Desde que Microsoft ofreciese el acuerdo a Sony en 2022 para mantener la franquicia en iguales condiciones para las dos consolas de sus compañías, Sony ha expresado multitud de trabas para llevar a cabo la operación.
Y eso que, en palabras de su CEO Jim Ryan: «Los jugadores de PlayStation, abandonarían masivamente nuestra plataforma y eso desencadenaría efectos que llevarían a la pérdida de confianza en la marca llegando incluso a un punto de no retorno para la compañía». Mientras, confiaba en la continuidad de los bloqueos por parte de las comisiones de comercio.
La guerra para comprar estudios
Desde 2019 la compra de estudios independientes por parte de los dos colosos ha sido incesante. Sus juegos exclusivos han tenido siempre una importancia vital para mantener las ventas de sus consolas. Las estrategias comerciales han estado a la orden del día: tal juego saldrá primero para mi consola y seis meses más tarde podrá salir para el resto. O: este juego será multiplataforma, pero nosotros lanzaremos una actualización exclusiva de una misión nueva para nuestra consola. Afortunadamente, Call of Duty llegará a todas las plataformas.
Desde que hace unos años la industria empezase a decantarse por internet y por los juegos en la nube eliminando poco a poco el juego físico en disco, la reducción de costes ha ido en aumento llegando a reducir plantillas en multitud de estudios y en empresas de distribución para aumentar los beneficios. El usuario que antes metía su cartucho en la consola y directamente se ponía a jugar, tiene en la actualidad que disponer de más instrumentos para disfrutar de su afición con más costes para su bolsillo. Ahora ha de tener no solo el hardware para la reproducción de los títulos: también debe pagar una tarifa plana para el juego online, aparte del coste del título en cuestión o del pago mensual de una suscripción para disponer de varios juegos mientras ésta esté activa. En algunas ocasiones ha de disponer de conexión a la red para poder acceder a un nuevo modo en un juego para el que es absolutamente necesario estar conectado.
Eso, sin olvidar la gracia que provoca sentarse ante la pantalla para jugar el juego preferido y tener que esperar la descarga de una nueva actualización imprescindible para su funcionamiento. Eso es tiempo y el tiempo es oro, ¿no? Y, por supuesto, sin tampoco olvidar los títulos en los que, para disfrutar del juego online, debemos gastar más dinero en útiles y ventajas para los personajes protagonistas. si es que queremos estar en las mismas condiciones que el resto de los usuarios del título. ¿Quién no se ha puesto a jugar a un MMO, juego multijugador, después de haber conseguido un nivel óptimo de habilidad para su personaje y ha caído eliminado nada más saltar a la arena a manos de otro jugador que ha gastado su dinero en un arma superefectiva que le da ventaja ante los demás? Incluso fueron eliminando las opciones de pantalla dividida para dos jugadores, para asegurarse el éxito del modo multijugador online.
Así está la industria que desde principios de siglo ingresa más que la música y el cine juntos.
