Comienza en Riad el foro 'Davos in the Desert' marcado por el caso Khashoggi
Riad ha inaugurado este martes el foro internacional sobre inversión Future Investment Initiative (FII) –también conocido como Davos in the Desert– empañado por la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul, que ha llevado a dirigentes extranjeros y a empresarios a boicotear el evento.
Riad ha inaugurado este martes el foro internacional sobre inversión Future Investment Initiative (FII) –también conocido como Davos in the Desert– empañado por la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul, que ha llevado a dirigentes extranjeros y a empresarios a boicotear el evento.
El poder saudita pretendía aprovechar el foro para cambiar la imagen del reino petrolero, un país históricamente hermético. El objetivo era presentar Arabia Saudí como un destino comercial lucrativo que intenta diversificar su economía y abrirse a las nuevas tecnologías, el turismo y la industria del entretenimiento. Pero esa conferencia, que ha comenzado este martes y durará hasta el jueves, ha quedado totalmente eclipsada por la indignación internacional suscitada por el asesinato de Khashoggi, un periodista crítico con el poder que colaboraba con The Washington Post.
En la víspera del inicio del foro, el príncipe recibió en Riad al secretario estadounidense de Tesoro, Steven Mnuchin, de gira por la región, que había renunciado a participar en la conferencia económica tras el caso Khashoggi. Ni siquiera Mohamed bin Salmán ha confirmado su presencia en el foro económico. El año pasado, en la primera edición del FII, se había presentado como un joven visionario, líder de una Arabia Saudita «abierta y moderada».
Por su parte el ministro saudí de Exteriores, Adel Al Jubeir, ha asegurado desde Indonesia, donde está de visita, que se pondrán en marcha medidas para que un asesinato como el de Khashoggi «no vuelva a repetirse» y ha prometido una investigación «exhaustiva y completa».
Tras haber asegurado que este había salido vivo del consulado el 2 de octubre, Riad acabó reconociendo que el periodista había sido asesinado en su misión diplomática, pero negó cualquier implicación del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, considerado como el hombre fuerte del reino.
Grandes ausencias y ataques informáticos
La lista de los participantes en la conferencia Davos in the Desert se ha ido reduciendo a medida que se revelaban nuevos detalles macabros sobre el asesinato del periodista.
Además de Mnuchin, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, así como una veintena de dirigentes de compañías internacionales como HSBC, Siemens o Uber, renunciaron a estar en el foro. Y grandes medios como Bloomberg, CNN y The Financial Times se han negado a cubrir el evento.
El lunes por la noche, la web del foro quedó fuera de servicio tras sufrir un aparente ciberataque. En el portal se publicaron mensajes que criticaban el papel de Arabia Saudita en el conflicto yemení y acusaban al reino de financiar el terrorismo.
Estas son las grandes ausencias:
*El director ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Dimon.
*El presidente de Ford, Bill Ford.
*El fundador de Virgin Group, Richard Branson.
*El máximo responsable de Viacom, Bob Bakish.
*El CEO de Uber, Dara Khosrowshahi.
*La ejecutiva de Google, Diane Greene
*El propietario del Los Angeles Times, Patrick Soon-Shiong.
*El director ejecutivo de Blackstone, Stephen Schwarzman.
*El presidente y director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink.
*El director ejecutivo de Credit Suisse, Tidjane Thiam.
*El director ejecutivo de Standard Chartered, Bill Winters.
*La fundadora de Thrive Global, Arianna Huffington.
*La directora ejecutiva de EL Rothschild, Lynn Forester de Rothschild.
Jamal Khashoggi, periodista y columnista habitual del estadounidense Washington Post crítico con la cúpula del reino wahabí, entró el 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul para buscar unos documentos que necesitaba para poder contraer matrimonio con su prometida, de nacionalidad turca. Desde entonces, nadie ha vuelto a ver al reportero.
Venta de armas a Arabia Saudí
En Estados Unidos, un aliado clave de Riad, la presión de su propio bando republicano ha obligado al presidente, Donald Trump, a endurecer el tono con Arabia Saudí. El lunes declaró que no estaba «satisfecho» con la versión saudí sobre lo ocurrido en Estambul.
Antes del caso Khashoggi, la imagen del príncipe heredero, en el que el rey Salmán delegó de facto el gobierno del reino, había empeorado tras la detención de hombres de negocios, militantes pro derechos de las mujeres y dignatarios religiosos. La monarquía saudita también ha sido acusada de matar a civiles en sus bombardeos en Yemen, donde interviene desde marzo de 2015 en apoyo del gobierno contra los rebeldes chiitas hutíes.
El asesinato de Khashoggi ha reabierto el debate sobre las relaciones con Riad y la conveniencia de vender armas a Arabia Saudí. Alemania ya ha pedido a los europeos que no firmen nuevos contratos de armamento con el reino mientras no se esclarezca la muerte del periodista.