Los mineros hacen una cuarta microvoladura de "extremada precisión" para llegar a Julen

Los mineros que intentan llegar hasta Julen, el niño de dos años y medios que se cayó en un pozo en Totalán el pasado 13 de enero, se han encontrado un nuevo obstáculo en su camino hacia el pequeño y han decidido efectuar una cuarta microvoladura controlada para superar una veta de roca cuya dureza obstaculiza las labores de rescate. Debido a la proximidad del punto en el que supuestamente está Julen, esta voladura es de «extremada precisión», ha explicado Jorge Martín, portavoz de la Guardia Civil.

Debido a la delicadeza de los trabajos, ya que los mineros están a unos 50 centímetros del lugar donde se supone que está el niño, «se han incorporado tres topógrafos más para apoyas estas labores», según el instituto armado. Además, se han sumado a las labores «cuatro guardias civiles de Baleares y de Cantabria, del Servicio de Montaña».

Cuando se cumplen 24 horas desde el primer acceso de los mineros al túnel paralelo al de Julen, la excavación que conecta ambas estructuras ha avanzado ya 3,35 metros, de los 3,8 metros que el equipo calcula que hay de separación.

Este contratiempo final supone un nuevo retraso en las labores de rescate de Julen ya que cada microvoladura supone un proceso de trabajo de más de dos horas al tratarse de un proceso complejo. Primero dos mineros descienden hasta el punto donde se construye el túnel horizontal y perforan en la roca varios agujeros en los que después se introducirán las cargas explosivas. A continuación, los mineros ascienden a la superficie y son relevados por dos guardias civiles del Servicio de Montaña, especialistas en espeleología y microvoladuras, que descienden e introducen las cargas explosivas en los orificios. Después, con todo el personal en la superficie, se detonan las cargas, que han sido previamente preparadas por los técnicos en desactivación de explosivos (TEDAX) de la Guardia Civil. Este proceso lleva una hora y media, aproximadamente, y después hay que esperar otros 30 o 40 minutos para extraer el aire de manera forzada de abajo, por lo que se introduce aire para evacuar el aire contaminado y los gases que se encuentran abajo.

Contiuo trasiego

En la zona en la que se desarrolla el dispositivo hay un continuo trasiego de helicópteros, uno de los cuales ha regresado después de volar hasta Sevilla para recoger material explosivo con la intención de que los equipos de rescate no se queden en ningún momento sin provisión del material para las microvoladuras. Fuera del área de trabajo, en Totalán, los padres, familiares y centenares de vecinos aguardan con tensa expectación las noticias sobre el rescate, pero además todo el país está pendiente, a través de la información en directo de los medios de comunicación, de la suerte de Julen.

Julen lleva mas de 12 días en un frío agujero de 25 centímetros en medio del campo, a mas de 70 metros de profundidad, mientras mas de 300 personas se afanan fuera en horadar la roca y la tierra que lo mantienen atrapado. En algunos tramos la roca es cuarcita, una de las mas dura, 7 en una escala de 10.

Este rescate se considera el más complejo que se ha acometido en España. Decenas de máquinas, perforadoras y excavadoras han removido cerca de 83.000 metros cúbicos de tierras para allanar y reducir el Cerro de la Corona, la montaña en cuyo pozo se precipitó Julen mientras jugaba.