Un milagro llamado Hope
No hace mucho me dijo una amiga que ya estaba bien de escribir siempre sobre noticias malas; que por qué no me daba nunca por relatar historias bonitas, esas que te hacen sonreír con solo leerlas y que, aunque sea por un minuto, te alejan del vertedero informativo en el que se ha convertido este mundo, el de las noticias que venden. Véase terrorismo islámico o violencia de género. Aunque lo de vertedero también va por los “sálvames” y “deluxes” varios, claro.
