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¿Qué hacen Radio Futura y Jeanette en una serie alemana de Netflix?

‘Kleo’, una serie que está ganando adeptos sin hacer mucho ruido, usa temas de varias bandas y artistas españoles. ¿Por qué? Aquí lo explicamos

¿Qué hacen Radio Futura y Jeanette en una serie alemana de Netflix?

Jella Haase (Kleo) en Mallorca. | Netflix

En tiempos de dragones y héroes marvelitas, algunas series pasan desapercibidas o se estrenan sin hacer mucha bulla a pesar de su interesante contenido. Ese es el caso Kleo, una producción alemana que se puede ver en Netflix y cuyos protagonistas se mueven entre Europa y Sudamérica, dejando una estela de cadáveres y muy buena música a su paso. En el recorrido por España, la banda sonora es maravillosa e incluye a la irrepetible agrupación Radio Futura.

Pero antes de seguir hablando de esta serie de alocados espías, debemos advertirle al lector que debemos destripar el contenido. De hecho, aprovecharemos para explicar el final, que abre la posibilidad de una secuela. Entonces, si tiene la intención de ver Kleo, lo mejor es que guarde este artículo y regrese tras consumir la producción porque va a necesitarlo.

¿De qué va Kleo?

Kleo (Jella Haase), una espía de la República Democrática Alemana (RDA), es arrestada después de haber cumplido una importante misión para su país. Es liberada dos años después, después de la caída del muro de Berlín. Desorientada por los nuevos cambios, está dispuesta a vengarse y conocer la razón de su detención. En esta misión conocerá a Sven (Dimitrij Schaad), el caótico oficial de policía de Berlín Occidental, un «enemigo» con el que tendrá que colaborar para desmarañar toda una conspiración que incluye a varios países.

Establecida la línea argumental principal, debemos aclarar que la serie de Netflix es mucho más que una simple colección de asesinatos o venganzas. Es también una aproximación a una joven aleccionada por el socialismo, a la que le cuesta comprender lo que ha sucedido tras la reunificación de Alemania.

En el fondo, Kleo es una burla a los sistemas políticos que se venden como opuestos y una reinvención del subgénero «mujeres entrenadas para matar». Estrellas de Hollywood como Mila Jovovich (Resident Evil, Ultraviolet) y Scarlett Johanson (Lucy, Ghost in the Shell) dieron los primeros pasos con estos personajes de mujeres fuertes, que pueden acabar con ejércitos enteros. Otras actrices menos conocidas les han seguido: Mary Elizabeth Winstead (Kate), Olga Kurylenko (Centinela) o Elsa Pataky (Interceptor), por nombrar solo a algunas que protagonizan producciones disponibles en los servicios de streaming.

Kleo, sin embargo, tiene varios elementos que le diferencian de sus predecesoras: principalmente su humor negro y que se ambienta a finales de los años 80 y principios de los 90. La recreación de la vestimenta, esas chaquetas americanas con hombreras, los colores pasteles, los modelos de autos de la época y los peinados, están muy bien logrados. A eso se le suma un montaje dinámico y un dirección de arte que no suele verse en estos trabajos, en conclusión, un producto cuidado que da gusto consumir. Y a todo esto le añade un elemento que es un personaje más: la música, algo que le emparenta con la película Baby Driver (Edgar Wright, 2017).

De Veneno en la piel a Porque te vas

Cada capítulo de Kleo trae su sorpresa. El guion tiene capas, como una muñeca Matrioshka. Por eso se hace dinámica y entretenida. A ello se añade que la pareja protagonista debe viajar para encontrar testigos que ayuden a reconstruir lo que sucedió antes y durante el encarcelamiento de Kleo. Es así como llegan a España.

Llamado Schnee in Sóller, el tercer episodio de la serie se desarrolla en Mallorca. Allí se ha escondido Ludger Wiecxorek (Alexander Hörbe), coronel y uno de los burócratas involucrado en la caída de la espía. Ahora, camuflado con la sociedad española, el exmilitar se dedica a hacer negocios inmobiliarios. Sin embargo, su futuro como millonario se verá en aprietos una vez que es localizado.

Así las cosas, en una lujosa fiesta que se desarrolla en una hermosa mansión, se reconocen los compases de uno de los temas más emblemáticos del rock en español: Veneno en la piel, de Radio Futura. Es un sencillo del disco de 1990, compuesto por Santiago Auserón y que alcanzó el número uno de la lista de Los 40 Principales la semana del 26 de mayo de ese año.

Sin embargo, no es la única sorpresa para los melómanos que tienen conocimiento de la música hecha en España. Dame veneno, de la agrupación de rumba Los Chunguitos, es el tema escogido para ponernos en situación: Kleo ha llegado a la isla balear para empezar a sacarse toda la rabia que lleva dentro. 

Dame Veneno forma parte del disco debut de la banda, en 1977. Fue el sencillo más exitoso de la agrupación, que se sigue escuchando hasta hoy. Fue compuesto por Enrique Salazar, quien regularmente escribía, hacía arreglos y era la voz principal, en colaboración con el Dúo Dinámico.

Finalmente, para despedir la «aventura de verano» en España de la protagonista, se escucha Porque te vas, canción de 1974 compuesta por José Luis Perales y producida por Rafael Trabucchelli, que interpretó la cantante Jeanette. Cuando se lanzó, el tema no fue un éxito, pero al formar parte de la banda sonora de la película Cría Cuervos (1976), que ganó el Festival de Cannes, consiguió la internacionalización. El sencillo vendió seis millones de copias.

Kleo: final explicado

Ya que explicamos la relación entre la música de España y la serie alemana, nos queda aclarar varias cosas que quedan en el aire, específicamente después de los créditos de la serie. 

Repasemos: Kleo ha completado el conocido «viaje del héroe«. Cerró el círculo al ayudar a su gran enemiga, Ramona (Marta Sroka), en el avanzado parto. De alguna manera es un equilibrio con la vida luego de que la protagonista abortara por un fuerte golpe mientras estuvo en la cárcel. Al mismo tiempo, hace las pases con su progenitora, a la que no veía desde que fue separada forzadamente de la familia por el militar Otto Straub (Jürgen Heinrich).

La trama se reduce en este cierre al bendito maletín rojo. Ya sabemos que allí estaban papeles que comprometían a gobiernos occidentales y comunistas. Escuchamos que el espresidente Ronald Regan, quien había sido víctima de un atentado planificado por la RDA y ejecutado por Ramona, estaba al tanto de ese ataque. En resumen, Occidente necesitaba a la Alemania socialista para que los negocios fluyeran y armaban pantomimas para mantener vivo el fuego de la enemistad de cara a la gente y los medios de comunicación. Esto termina por convencer a Kloe de que ha estado militando en un partido sin ética y que ha defendido a un régimen que fue una farsa.

Entonces, como Kleo había intercambiado el maletín por información para dar con el paradero de su desaparecida madre, se desconoce quién tiene el maletín. Sven lo aclara rápidamente: ha saldado su deuda con la investigadora Min Sun (Yun Huang), dándole información para que recupere esta maleta. Y en efecto, Sun logra recuperarla y la lleva a la embajada de Estados Unidos para que los secretos que comparten varios gobiernos no se divulguen. Pero… ¿es realmente así?

Esta es una historia de espías. Todos intentan sacar provecho de la situación, menos Kleo que solo quiere saber por qué estuvo presa y quién la traicionó. De resto, con los bloques alemanes ya desaparecidos y sin combates dialécticos y filosóficos, socialistas y comunistas solo buscan hacer dinero. Lo comprobamos desde el principio, cuando la protagonista viaja a Mallorca. Y la investigdora Min Sun no es la excepción. Recibe dinero para entregar el maletín, sin embargo cuando la representante de Estados Unidos abre la maleta escarlata, la cámara no muestra exactamente el contenido. La toma se funde en negro y cortan. ¿Es probable que hubiera otra cosa en lugar de los secretos en el contenido?

Supongamos que Min Sun quisiera avivar las diferencias entre Estados Unidos y Alemania o cualquier bloque comunista, ¿qué mejor que hacerlo con un atentado? Que la investigadora, con entrenamiento militar, activara una bomba es una posibilidad, aunque no se muestre. Esto podría dar paso a una secuela; una en la que Kleo busca a la nueva asesina. 

Incluso se da otra pista para una segunda parte: la «resurrección» de Uwe Mitting (Vincent Redetzki), un hombre que odia con toda su alma a la protagonista y que ya intentó matarla. Los guionistas nos habían hecho creer había muerto cuando Sven le disparó para proteger a Kleo, al principio del octavo y último episodio. No obstante, en las imágenes postcréditos se confirma que solo estaba malherido.Así que si bien la serie podría terminar aquí y no tener continuación, los directores, Viviane Andereggen y Jano Ben Chaabane, decidieron dejar unas migajas en el bosque por si hay oportunidad de retomar el paso y continuar más adelante con esta historia. ¿Te gustaría?

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